Empresa

Brava Fabrics, camisas estampadas nacidas en Esade para vestir al consumidor ‘hipster’

F. Marín-Camp

18 jun 2015 - 04:43

 

Bicicletas, sandías, patos de goma e incluso gambas. Son algunos de los motivos que la compañía Brava Fabrics estampa en sus camisas. La enseña catalana, que distribuye sus productos a través de la Red, nació hace tres meses de la mano de Ivan Monells y Ramón Barbero, que diseñan y producen sus prendas en Cataluña con la vista puesta en el consumidor hipster.

 

“Nos conocimos en un MBA de Esade y tuvimos la idea de crear una tienda online desde donde vender un producto propio”, explica Monells. Los dos emprendedores vieron un tirón en las camisas estampadas, “una prenda menos imitada que las camisetas”, apunta el directivo, y al que quisieron dar un toque más divertido a través del diseño gráfico de las prendas.

 

Los artículos de Brava Fabrics, que también incluyen accesorios como corbatas, pajaritas y pañuelos, se producen en la zona del Maresme, cerca de la capital catalana, a través de talleres externos. “Queríamos tener el control de la producción –asegura Barbero–; esta fue una de nuestras preocupaciones antes de lanzar la marca”.

 

La oferta de la compañía, con dieciséis estampados distintos que se encuentran tanto en sus camisas como en los accesorios, se renueva periódicamente con nuevos diseños. “Esto sería más difícil si la producción se realizara en Asia, porque no podríamos ser tan flexibles a la hora de ofrecer diseños nuevo”, admite Barbero.

 

Los artículos de la compañía, realizados en algodón certificado por Oeko Tex, van de los ochenta euros de una camisa de manga larga a los 35 euros de una corbata o pajarita. Tal y como destacan los dos empresarios, “todos los estampados de Brava Fabrics están realizados por un diseñador gráfico exclusivamente para la marca”.

 

El salto fuera del canal online

Por el momento, Brava Fabrics distribuye a través de su tienda online en toda Europa. Además, el grupo proyecta la puesta en marcha de su plataforma en Estados Unidos. La compañía, que ahora actúa como pure player, negocia su presencia en tiendas multimarca para posicionar la enseña. “Nuestra intención es que este canal no represente más de 25% de la facturación total”, aseguran los fundadores.

 

Barbero y Monells no descartan poner en marcha una tienda propia a medio plazo. Por el momento, la compañía es asidua al Palo Alto Market, un evento que tiene lugar en Barcelona una vez al mes y donde la compañía cuenta con un pop-up store.

 

Brava Fabrics, que empezó a vender sus primeras prendas el pasado marzo, prevé cerrar 2015 con unas ventas de 150.000 euros. Fuera del mercado español, “la marca ha tenido muy buena acogida en países como Alemania, Reino Unido y Escandinavia sin haber hecho todavía ninguna estrategia de márketing,”, concluye Barbero.