Borsalino, de nuevo en la cuerda floja: el juez desestima el convenio de acreedores

Borsalino vuelve a estar en la cuerda floja. La compañía italiana de sombreros ha sido declarada en quiebra por el juzgado de la ciudad italiana de Alessandria tras no aprobarse el convenio de acreedores que presentó el fondo Haeres Equita.

La compañía, que emplea a unas 120 personas en su fábrica, cuenta con una deuda de treinta millones de euros como consecuencia de una mala gestión. Controlada aún en un 66% por Fisi y Fiind, el hólding financiero de Marco Marenco, la empresa llevaba varios años negociando con Haeres Equita su venta y su relanzamiento.

Borsalino entró en concurso de acreedores en 2016 y el mismo año Haeres Equita, propiedad de Philippe Camperio, obtuvo el visto bueno del tribunal para hacerse con la compañía. El fondo suizo alcanzó un acuerdo con los acreedores, que el juez desestimó, obligando a la elaborar uno nuevo.