Boohoo, imparable: dispara ingresos un 40% en plena oleada de cierres y mejora previsiones

Boohoo sigue aprovechando el cierre del comercio físico. El grupo británico de ecommerce, que controla también marcas como Nasty Gal o Warehouse, ha disparado sus ingresos un 40% entre septiembre y diciembre.

La compañía facturó 660,8 millones de libras (741 millones de euros) en el periodo, frente a los 473,7 millones de libras (531 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.

Todas las geografías y todas las marcas incrementaron sus ventas en estos cuatro meses, respecto al mismo periodo del año anterior. Estados Unidos, con un alza del 51%, fue el mercado que mejor evolucionó, seguido de Reino Unido, que continúa siendo el mayor para el grupo. El margen bruto, sin embargo, se redujo en 50 puntos básicos, hasta el 53%.

Boohoo facturó 660,8 millones de libras entre septiembre y diciembre

Tras los resultados registrados en estos cuatro meses, Boohoo ha mejorado sus previsiones para el ejercicio completo, que finaliza el próximo 28 de febrero. La empresa prevé ahora crecer entre un 36% y un 38%, frente a la horquilla de entre el 28% y el 32% anticipada anteriormente.

El grupo prevé registrar un margen de ebitda de alrededor del 10%, pese al impacto que el Covid-19 ha tenido en los costes de distribución y el incremento de los costes de adquisición. A medio plazo, Boohoo mantiene su objetivo de crecer un 25% al año.

Para hacer frente a su crecimiento, la empresa está ultimando la ampliación de uno de sus almacenes logísticos en Reino Unido, que se abrirá en abril y dará servicio a Nasty Gal, Karen Millen, Coast y Warehouse.

La empresa anticipa un pequeño impacto en costes de distribución y administración por el Brexit

Además, Boohoo ha precisado que prevé “un pequeño impacto” en sus costes por el Brexit, principalmente por un aumento del gasto administrativo y en distribución que la empresa tratará de mitigar “donde sea posible”.

El grupo también ha comunicado los avances en su Agenda for Change, un programa puesto en marcha el año pasado tras el escándalo en una de las fábricas que producen para Boohoo en Leicester (Reino Unido).

El plan está supervisado de forma independiente por el juez Brian Leveson, que ha publicado hoy su primer informe. Leveson reconoce que el grupo está dando pasos en la buena dirección, aunque el plan lleva todavía poco tiempo en marcha.  “Los retos no los puede resolver Boohoo solo, pero Boohoo debe estar preparado para realizar todos los esfuerzos necesarios”, señala.