Empresa

Blanco pierde al 10% de su plantilla en plena negociación para evitar el concurso

C. Pareja/ S. Riera

19 abr 2013 - 15:46

El 10% de la plantilla de Blanco, compuesta de alrededor de 2.000 trabajadores, han solicitado la baja voluntaria de la compañía, que se ve obligada a cerrar tiendas por falta de personal, según han explicado fuentes sindicales a Modaes.es. La desconfianza hacia el futuro de la empresa ha provocado que muchos de sus trabajadores se acogieran a la opción de abandonar el grupo con veinte días de indemnización por año trabajado por estar en desacuerdo con la modificación de sus condiciones laborales.

 

A principios de marzo, Blanco cambió el sistema de incentivos de sus empleados acogiéndose al artículo 41 de la última reforma laboral, que permite modificar los sistemas de remuneración y cuantía salarial que no estén expresamente recogidos en el convenio. En caso de que el trabajador no esté de acuerdo con las condiciones que propone la empresa, tiene la opción de marcharse recibiendo veinte días por año trabajado.

 

De hecho, los representantes sindicales interpusieron una demanda ante la Audiencia Nacional por la aplicación del artículo 41 por parte de la empresa, al considerar que su imposición no estaba justificada. Esta mañana, representantes de la empresa y de los trabajadores se han reunido para continuar negociando esta cuestión, aunque siguen sin alcanzar ningún acuerdo. Los sindicatos están a la espera de la citación judicial.

 

La marcha de los trabajadores coincide con la solicitud de la empresa de un preconcurso de acreedores para cuatro de sus sociedades, que le permite ganar tiempo para renegociar la deuda y evitar entrar en concurso. Si Blanco entrase en los juzgados, protagonizaría el mayor concurso de acreedores de la distribución de moda en España.

 

La empresa, que suma alrededor de 2.000 trabajadores, anunció ayer un plan de reestructuración que implica cierres de tiendas en España, Reino Unido y Grecia. El grupo comunicó su intención de prescindir de aquellas tiendas que no son rentables en España y de los establecimientos propios fuera del país, para centrarse en la expansión con franquicias.

 

En paralelo, la compañía está renegociando sus alquileres y estudia la venta de algunos locales en propiedad. Por otro lado, algunos trabajadores continúan quejándose de los retrasos en los pagos de las nóminas.