Empresa

Blanco inicia la construcción de su red de franquicias en España en plena negociación del ERE

C. Pareja/ C. De Angelis

26 mar 2015 - 05:00

Blanco da un paso más en su transformación en España e inicia la construcción de su red de franquicias el mismo día en que comienzan las negociaciones de un expediente de regulación de empleo (ERE). Según fuentes cercanas a la compañía, Blanco ha organizado hoy un encuentro con posibles franquiciadores españoles para comenzar a desarrollar su red de tiendas bajo esta fórmula. Este plan, según las mismas fuentes, está liderado por Isak Halfon, nuevo director de expansión de la cadena madrileña y ex ejecutivo de Mango.

 

Blanco ya ha cerrado acuerdos para abrir sus primeras franquicias en España en ubicaciones como Puigcerdá, en Girona, en la ciudad de Almendralejo, en la provincia de Badajoz, o en Aranjuez, en Madrid, entre otras.

 

La compañía ha convocado a los franquiciados en el hotel La Princesa, ubicado en Móstoles, para llevar a cabo un encuentro con Blanco y mostrarles las colecciones, así como entablar conversaciones para la apertura de nuevas tiendas. La presentación, que se celebrará a las once y media de la mañana, coincidirá con la primera reunión para la negociación del ERE .

 

La semana pasada, la dirección de la compañía pospuso el inicio de la negociación del ERE, prevista para el pasado lunes, a hoy. Los representantes de los trabajadores, que la semana pasada eligieron a sus trece representantes en la negociación que está a punto de abrirse, desconocen los motivos del aplazamiento, que fuentes de los sindicatos atribuyen a la extensa documentación que la empresa debe presentar para justificar el expediente.

 

Ambiente tenso

El arranque de las negociaciones del ERE se produce en un ambiente de fuerte tensión y nerviosismo entre los trabajadores de la compañía, que desconocen la magnitud que tendrá el expediente. A diferencia de otras negociaciones de este tipo, la dirección de la compañía, que contará con el asesoramiento de KPMG en el proceso, no ha avanzado documentación a los sindicatos, que tampoco saben el volumen total de afectados. 

 

Fuentes de los trabajadores han señalado la empresa ha reforzado la seguridad de sus centros coincidiendo con el inicio de las negociaciones, que fuentes de los sindicatos prevén “tensas”, atendiendo al clima creado hasta ahora por los interlocutores de la empresa.

 

El encuentro entre los representantes de Blanco y los representantes de los trabajadores en esta negociación se produce un mes después de que la empresa anunciara a su plantilla la presentación del expediente ante “la situación actual de inviabilidad” de la empresa, una medida que se enmarcará, además, dentro de “un proceso de transformación global de la compañía, orientado a mejorar su competitividad, eficacia y rentabilidad para, así, garantizar su futuro a largo plazo”.

 

Desde esta comunicación, los trabajadores de Blanco han iniciado las primeras movilizaciones con una concentración, el pasado 1 de marzo, frente a la tienda que Blanco tiene en la calle Fuencarral de Madrid. Participaron en la protesta cerca de 200 trabajadores, que pronunciaron proclamas como “No al ERE”, “Bernardo dimisión”, “Blanco no se vende” o “Dubái no es guay”.

 

En paralelo al expediente, Blanco prepara el traslado de la sede la empresa de distribución de moda a Dubái, con la intención de que España pase a operarse como una filial. Departamentos como expansión ya han sido reorganizados y un nutrido grupo de directivos históricos ha abandonado la empresa.

 

Tras su adquisición por parte de AlhokairBlanco pasó a operar a través de la sociedad Global Leiva, controlada al cien por cien por la sociedad Fawaz Abdulaziz Alhokair & Co, con sede en Dubái. El grupo saudí ha decidido utilizar Dubái como campo base para sus firmas de moda tanto por razones fiscales como por las posibilidades que ofrece esta plaza a la hora de atraer directivos y mandos intermedios.

 

El próximo 31 de marzo, Alhokair finalizará su ejercicio 2015 y, con él, el de la cadena madrileña. El pasado diciembre, según cuentas no auditadas, la empresa española acumulaba unos números rojos de nueve millones de euros. En ese momento, Alhokair comunicó a los representantes de los empleados que las pérdidas se situarían entre 15 millones y 17 millones de euros a cierre de ejercicio.

 

Alhokair finalizó el ejercicio 2014 (cerrado en marzo de 2014) con una cifra de negocio de 5.482 millones de riyales saudíes (1.281 millones de euros). El grupo registró, así, un crecimiento del 17,68%, frente a los 4.658 millones de riyales saudíes (1.088 millones de euros) de 2013, en un año en que su cartera sólo engordó con nuevos contratos de gestión de marcas. El beneficio neto de la compañía se situó en 2014 en 771,35 millones de riyales saudíes (180 millones de euros), un 24% más que un año antes.