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Bimba y Lola, ¿a la tercera va la vencida?

La ambición de los accionistas de la compañía gallega ha provocado la finalización sin éxito del segundo proceso de venta de la empresa, que se da tres años para volver a salir al mercado a buscar socios.

Pilar Riaño

24 jul 2018 - 04:55

Bimba y Lola, ¿a la tercera va la vencida?

 

 

Uno. Dos. Y, ¿habrá un tercero? Bimba y Lola acaba de cerrar, sin éxito, el segundo proceso de búsqueda de socios y, de nuevo, la zancadilla a la operación ha sido el precio de venta demandado por los dueños, la familia Domínguez. Los fondos han desconfiado del plan de negocio de la empresa, cimentado en el extranjero, que a día de hoy sólo aporta el 25% de las ventas. Fuentes del sector señalan que Bimba y Lola se dará tres años para “hacer los deberes y justificar el precio” en una nueva ronda.

 

De ser así, sería la tercera ocasión en que Bimba y Lola se deja querer por los inversores. La primera fue en 2013, cuando L Capital (hoy convertido en L Catterton) negoció con la empresa para tomar una participación. En aquel momento, el tamaño de Bimba y Lola rondaba los setenta millones de euros.

 

La segunda ocasión llegó a finales de 2017. La empresa inició un proceso para abrir su capital, para el cual contrató a Morgan Stanley, y, como en la primera ocasión, impulsar su negocio internacional. La semana pasada, los dos fondos finalistas, Carlyle y Permira, no llegaron a un acuerdo con la propiedad y se dio por cancelado el proceso.

 

 

 

 

Bimba y Lola, con la mano de Jesús Domínguez (padre de María y Uxía Domínguez, fundadoras de la marca) en la sombra, lleva meses recibiendo acercamientos de un sinfín de interesados y la operación debía haberse cerrado antes de agosto. Se trata de la última empresa española de distribución de moda con un tamaño atractivo para los fondos, después del cierre de las operaciones de Tendam (Grupo Cortefiel) y Pronovias.

 

Sin embargo, la ambición de los accionistas de la empresa era mayor al hambre de los fondos. El precio demandado, alrededor de 500 millones de euros, según fuentes involucradas en la operación, habría sido el impedimento para el cierre, al tiempo que los fondos no creen en las previsiones de Bimba y Lola, basadas en un negocio internacional en el que todavía no ha demostrado éxitos sostenidos.

 

Un precio de entre 450 millones y 500 millones de euros hubiera supuesto cerrar la operación en múltiplos de ebitda de entre el 13 y el 15, teniendo en cuenta que Bimba y Lola finalizó 2017 con un resultado bruto de explotación de 33,5 millones de euros, según datos aportados por la propia empresa.

 

 

 

 

 

Con estos números, Bimba y Lola se hubiera situado muy por encima de las últimas operaciones cerradas en el sector en España. Pronovias fue adquirida por BC Partners el año pasado por alrededor de nueve veces ebitda, mientras que Eurazeo entró en el capital de Desigual en 2014 a un múltiplo de 10,2. La media del sector en España en 2016 se situó en nueve, según EY.

 

Tras la cancelación de la ronda, Bimba y Lola abre un periodo para engordar y justificar, así, el precio de venta. La empresa se volcará en el crecimiento internacional (única vía para crecer con un 75% del negocio en España, un mercado con el consumo de moda congelado) y, para ello, ha incorporado a un primer ejecutivo de larga experiencia: José Manuel Martínez Gutiérrez. El ejecutivo español ha pasado lo últimos años tratando de dar la vuelta al grupo alemán Esprit, donde se incorporó procedente del área de logística de Inditex.

 

En un plazo de alrededor de tres años, según calculan fuentes financieras, Bimba y Lola podría volver a salir al mercado. Si la primera vez enamoró a L Capital y la segunda a Permira y Carlyle, ¿quién pujará por la marca la tercera? Solamente los grandes grupos chinos tendrán capacidad: en 2016, KKR le dio el pase a Shandong Ruyi de SMCP (Sandro, Maje y Claudie Pierlot), pero sólo por once veces ebitda.