Bernardo Blanco ‘se zambulle’ de nuevo en la moda: Yshey echa a andar

Rachel Neptuno, Yvonne Dark Chocolate, Sarah Lost Fiji. Estos son los nombres de los primeros bañadores de Yshey, la marca con la que Bernardo Blanco ha regresado al negocio de la moda. Después de cerca de un año de silencio, el fundador del que fuera uno de los mayores grupos de moda de España desvela sus armas para volver al sector: bañadores estampados, accesibles y de colores brillantes, que ya fueron uno de los bestellers de la cadena madrileña, en liquidación desde finales del año pasado.

Yshey ha echado a andar con un centenar de modelos, cuyos precios oscilan entre los 45 euros por bikini y los 59 euros de un bañador. Por el momento, la firma está disponible únicamente a través de su tienda online, aunque la empresa ya ha comenzado a seleccionar un pequeño grupo de puntos de venta multimarca.

La empresa opera con la sociedad Yshey Desarrollo, basada en San Sebastián de los Reyes (Madrid) y constituida con una capital social de 2.000 euros. La razón social de Yshey Desarrollo es “la compra-venta al por menor de todo tipo de ropa de vestir, de adornos, abalorios y todo tipo de complementos de moda; la fabricación, elaboración, diseño y confección de todo tipo de prendas, así como de todo tipo de complementos, adornos, accesorios y utensilios relacionados con la moda”.

La empresa contempla dar el salto al canal físico a través de puntos de venta multimarca

La marca, que quiere posicionarse como una firma aspiracional a precios competitivos, está impulsada por Bernardo Blanco de la mano de un socio, que trabaja con un equipo de cuatro personas, además de colaboradores externos para áreas como comunicación. La empresa centraliza su actividad en Madrid y la producción se ha externalizado en China y diferentes talleres españoles.

Bernardo Blanco abandonó Blanco definitivamente a principios de febrero después de que Alhokair fuera obligado a readmitirlo por mandato judicial. Blanco Moreno fue director general de Blanco hasta primavera de 2015, cuando fue relevado por Stephen Craig. En septiembre de 2015, Blanco y Pérez fueron despedidos en plena reestructuración de la compañía. Un año después, la Justicia dictó la improcedencia de la salida del directivo y de Teresa Pérez, que fueron readmitidos.