Balenciaga regresa a España cincuenta años después con la apertura de un establecimiento en Madrid

Balenciaga vuelve a España. La firma francesa de origen español de prêt-à-porter femenino y masculino apuesta por España para elevar su presencia internacional. La compañía, propiedad del conglomerado francés de lujo Kering (antiguo PPR), abrirá en Madrid su primer establecimiento en España después de que la enseña cerrara todas sus tiendas en el país a finales de la década de los sesenta.

Balenciaga se instalará en el número 75 de la madrileña calle Lagasca, relevando a Hermès, que hasta hace unos meses contaba con un establecimiento temporal en el mismo local. El punto de venta, que abrirá sus puertas a principios del próximo año, contará con una superficie comercial de 320 metros cuadrados distribuidos en dos plantas.

La enseña, liderada desde 2007 por Isabelle Guichot, consejera delegada de la compañía, cuenta con una red de distribución formada por cerca de setenta establecimientos en todo el mundo. Hasta 2012, la dirección creativa de la empresa estaba en manos de Nicolas Ghesquière, aunque a finales de ese mismo año Kering confió el departamento artístico de la enseña a Alexander Wang.

Balenciaga se sumará al resto de enseñas de lujo que tienen presencia en esta zona de Madrid, donde se ubican firmas internacionales como las francesas Chanel y Hermès, la italiana Dolce & Gabbana o la alemana Escada.

En los últimos años, Kering ha mostrado un gran interés por el mercado español con el desembarco en el país de firmas con las que aún no tenía presencia.  Con enseñas como Gucci, con la que opera en los principales ejes comerciales de lujo de ciudades de España como Madrid y Barcelona, la compañía apostó a finales de 2013 por poner en marcha su primer punto de venta bajo el formato outlet en el mercado español, en el centro comercial La Roca Village.

Kering, liderado por François-Henri Pinault, también se fijó en el país en 2012, cuando decidió abrir la primera tienda de la firma británica Stella McCartney en el Paseo de Gracia de Barcelona y a finales del pasado año en la madrileña calle Serrano.

Balenciaga, un español en París

Aunque sea reconocida mundialmente como una maison francesa, Cristobal Balenciaga, diseñador español nacido en Guetaria en 1895, puso en marcha su propia firma en 1917 en un pequeño taller de San Sebastián.

Antes de mudarse a París en 1937, el diseñador abrió dos tiendas más, en Madrid y Barcelona, en 1933 y en 1935, respectivamente. Los tres talleres con los que contaba el diseñador en el país operaron con el nombre Eisa Costura, en honor a su madre, nunca bajo el rótulo de Cristóbal Balenciaga.

No fue hasta finales de la década de los treinta que Balenciaga se instaló en el número 10 de la Avenue Georges V, en la capital francesa. Tras ser uno de los protagonistas de la historia de la alta costura, y con el prêt-à-porter ganando adeptos en el sector poco a poco, el diseñador decidió retirarse en 1968.

Bajo orden expresa de Balenciaga, a finales de la década de los sesenta, hace ahora cincuenta años, se cerraron todos los establecimientos que tenía el diseñador en España y en Francia. En 1972, Cristóbal Balenciaga falleció en el municipio de Javea, en Alicante.

La familia del diseñador heredó los derechos de la firma, que mantuvo el negocio vendiendo perfumes y accesorios bajo licencia. En 1978, el grupo alemán Hoechste adquirió la compañía para que, casi diez años después, volviera a cambiar de manos al ser comprada por el grupo francés especializado en perfumes Bogart, dirigido entonces por Jacques Konckier.

En el 2000, Balenciaga fue resucitada de nuevo como firma de moda, tras ser adquirida por Gucci Group, división de lujo del grupo francés Kering (entonces PPR). Con esta adquisición, el grupo se propuso convertir el nombre de Balenciaga en una marca global de lujo.

En la actualidad, Kering es propietario de otras firmas de lujo como Gucci, Bottega Veneta, Saint Laurent, Christopher Kane, Brioni, Sergio Rossi o Alexander McQueen y cuenta con una red de distribución formada por 1.150 establecimientos. El grupo, que cotiza en bolsa, registró en 2013 unas ventas de 9.748 millones de euros.