Empresa

Aristocrazy se ‘independiza’ de Suárez con nuevas oficinas y ultima su entrada en Oriente Medio

Sarah García

24 sep 2014 - 05:00

Aristocrazy 635

 

Aristocrazy se hace mayor. La enseña española de joyería, fundada en 2010 y propiedad de la familia Suárez, traslada sus oficinas centrales para hacer frente a su desarrollo internacional, que le llevará a concluir el año con una red de setenta puntos de venta en más de media decena de países. Aristocrazy, que hasta ahora compartía oficinas con Suárez, la enseña homónima del grupo, pasará a contar con un espacio propio en la calle Serrano, tal y como ha explicado Juan Suárez, director ejecutivo y miembro de la tercera generación de la familia, a Modaes.es.

 

Aristocrazy compartía espacio con Suárez en el número 65 de la calle Serrano de Madrid. Ahora, la enseña más joven del grupo pasará a contar con sus propias oficinas en el número 27 de la misma vía comercial, donde sus cuarenta empleados pasarán a ocupar un espacio de 800 metros cuadrados. Con el traslado, Suárez absorberá todo el espacio dejado por Aristocrazy, por lo que cada marca tendrá sus propias oficinas para operar de forma independiente a pocos metros de distancia.

 

“El espacio se nos ha quedado un poco pequeño y hay muchos proyectos en marcha, así que hemos decidido trasladarnos, pero seguimos estando muy cerca”, subraya Suárez. El objetivo de Aristocrazy es ampliar sus oficinas para poder hacer frente al plan de expansión que está llevando a cabo, y que en lo que va de año le ha llevado a abrir una quincena de puntos de venta a nivel global.

 

En este sentido, Aristocrazy se encuentra en negociaciones para poder desembarcar en la región de Oriente Medio de la mano de un socio local y acaba de poner en marcha la que es su primera tienda en Guatemala, que forma parte de los alrededor de quince establecimientos fuera de España con los que la empresa tiene previsto concluir el año.

 

En lo que va de año, Aristocrazy también ha abierto puntos de venta en Oporto y México, donde crece de la mano de El Palacio de Hierro y donde ha sumado tres tiendas más.

 

Latinoamérica es una de las regiones por las que más está apostando la compañía y actualmente está en negociaciones para entrar en mercados como Panamá y República Dominicana. En otros países como Chile, donde opera de la mano del grupo Falabella, Aristocrazy está en conversaciones para seguir ampliando su red de distribución.

 

La enseña también estudia la posibilidad de desembarcar en Estados Unidos con la apertura de una primera tienda en Miami, donde entraría de forma independiente. No obstante, Aristocrazy podría negociar con un socio local para una segunda fase de desarrollo.

 

En España, la enseña ha puesto en marcha corners en espacios comerciales de El Corte Inglés, tiendas propias, como el flagship store de Barcelona, y franquicias nacionales en ciudades como San Sebastián y Sevilla.

 

La compañía se ha marcado el objetivo de concluir el año con una red de 58 puntos de venta en España. Para ello, Aristocrazy pondrá en marcha dos establecimientos más hasta final de año, ubicados en Valencia y en Marbella.

 

Aristocrazy nació en 2010 como segunda línea de joyería de Suárez gracias al impulso de la tercera generación de la familia, formada por Emiliano (director de márketing estratégico del Grupo Suárez), Gabriel (director comercial de Suárez) y Juan (director ejecutivo de Aristocrazy), hijos de Benito Suárez y sobrinos de Emiliano Suárez, representantes de la segunda generación de la empresa fundada en 1943 por Emiliano Suárez.

 

Pese a que la compañía no facilita su cifra de negocio, Suárez sostiene que Aristocrazy se encuentra en beneficios y que tiene previsto vender alrededor de 500.000 piezas de joyería en 2014. La empresa, que financia todos sus proyectos con recursos propios y deuda, fabrica el cien por cien de su producción de joyería en Europa y sus piezas de relojería en China.