Empresa

Antonio Miró abre negociaciones para volver a licenciar su línea Studio tras romper con Cortefiel

S. Riera

1 jun 2016 - 04:57

 

Antonio Miró quiere retener la línea Antonio Miró Studio. La compañía, que controla la familia Arquero, abre de nuevo negociaciones para volver a licenciar esta marca, después de que Grupo Cortefiel ya avanzara que no continuaría. El contrato con el grupo madrileño de distribución de moda finaliza en agosto de 2017 y la última colección que podría realizar bajo la enseña Antonio Miró Studio es la de otoño-invierno 2017-2018.

 

“Pensamos que es una marca que tiene fuerza en el mercado, que gusta y que queremos seguir desarrollando”, ha explicado Andrea Arquero, máxima responsable de la empresa a Modaes.es. La empresaria ha señalado que han abierto ya conversaciones con empresas interesadas y ha añadido que cuentan con tiempo suficiente para negociar hasta que finalice el acuerdo que tienen con Grupo Cortefiel.

 

Antonio Miró Studio se lanzó en 2004 y forma parte de la cartera de marcas de Grupo Cortefiel, junto con CortefielSpringfieldPedro del HierroWomen’secret y FiftyFactory. La línea se comercializa en una veintena de corners ubicados en establecimientos de la cadena Cortefiel.

 

 

La marca Antonio Miró generó en 2015 una cifra de negocio de alrededor de 45 millones de euros a través de las licencias. No obstante, la compañía que la gestiona concluyó el ejercicio con ventas de 450.000 euros fruto de los royalties.

 

Arquero puso en marcha hace dos años una estrategia de reposicionamiento de la marca Antonio Miró, que explota a través de las licencias. El primero de los pasos de esta nueva etapa fue la apertura de una primera tienda en Barcelona, en la calle Enric Granados, en 2015. A principios de este año, la empresa lanzó la línea de calzado, de la mano de la sociedad Jurice Global Trading, y ha anunciado su participación en la próxima edición de la pasarela 080 Barcelona.

 

Su regreso a la pasarela barcelonesa servirá para presentar la nueva propuesta de moda de la compañía, que mantiene como director creativo a Albert Villagrasa, el que fuera mano derecha del diseñador Antonio Miró desde principios del 2000. En la próxima colección, la compañía ha restado protagonismo al hombre, para poner el acento en la línea de mujer.

 

 

Para 2017, la empresa contempla seguir impulsando el negocio de licencias, además de poner en marcha la segunda tienda de Antonio Miró. Según Arquero, la compañía se encuentra buscando localizaciones para poner en marcha su próximo establecimiento o bien en el centro de Madrid o bien en el centro comercial outlet Las Rozas Village, en La Roca del Vallès (Barcelona).

 

Por otro lado, la empresa continúa negociando su salto al exterior y ha entablado también conversaciones con varias compañías en Latinoamérica, Arabia Saudí y China. De prosperar, Antonio Miró pondría en marcha sus primeros establecimientos en estos mercados.

 

Antonio Miró expandió su negocio a través de la fórmula de las licencias después de la entrada de las familias Nassia y Arquero en su accionariado, en 2008. Ambas se hicieron que el 70% del capital de la compañía, mientras que el 30% restante quedó en manos del diseñador. En 2012, Christian Nassia abandonó el proyecto y Andrea Arquero tomó su participación.

 

A pesar de que el diseñador mantiene su participación en el capital, está totalmente desvinculado de la empresa. Miró trasladó el año pasado el histórico establecimiento Groc, con el que empezó en el negocio de la moda, en Barcelona y en él continúa diseñando. En la tienda, el diseñador comercializa tanto sus propias colecciones como las de otras enseñas, continuando la tradición del punto de venta original.