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Alhokair continúa dando forma a la nueva Blanco y prepara su vuelta a la moda masculina

C. Pareja

15 dic 2015 - 05:00

 

Blanco da un paso más en su carrera de fondo por volver a recuperar su posición en el sector de la moda en España. La compañía, propiedad del grupo saudí Alhokair desde principios del pasado año, ultima el relanzamiento de su línea de moda masculina. La cadena madrileña contó con una colección específica para el público masculino hasta 2013, que decidió abandonar en pleno proceso de venta.

 

El grupo lanzó su primera colección de moda masculina en marzo de 2009. Esta línea estaba formada principalmente en básicos, como camisetas, camisas y vaqueros, complementos, como pajaritas, y algún modelo de calzado. La línea de moda para hombre de Blanco fue tomando importancia con el tiempo, aunque no terminó de calar entre el consumidor masculino.

 

La cadena puso fin a su aventura en moda masculina unos meses antes de pasar a formar parte del grupo Alhokair. Según el grupo madrileño, la baja facturación y las necesidades que conllevaban la venta de la empresa le llevó a dejar de distribuir moda masculina en sus establecimientos.

 

Ahora, en el marco de su relanzamiento, Blanco ha decidido volver a apostar por el hombre con el lanzamiento de una línea de moda masculina, para la que en la actualidad se encuentra reclutando nuevos diseñadores. La compañía ha confirmado a Modaes.es que hay planes de volver a distribuir prendas para hombre en sus puntos de venta, aunque no han dado más detalles sobre cuándo estará disponible ni si se podrá encontrar en todos los países en los que Blanco tiene presencia.

 

En los últimos meses, Alhokair ha llevado a revisión el modelo de negocio de Blanco y ha rehecho  su estrategia para los próximos años. Uno de los principales cambios que ha aplicado la cadena ha sido el cambio de dirección, tanto general como creativa. Alhokair fichó en julio de 2015 a Stephen Craig, ex consejero delegado de la británica All Saints.  

 

Craig llegó a Blanco después de que Alhokair prescindiera de Bernardo Blanco, hijo del fundador del grupo, y desestimara la incorporación de Christian Valle, director general de Aïta, como primer ejecutivo de Blanco. A principios de mayo, Alhokair incorporó a las filas de Blanco al director general de AïtaChristian Valle. Según fuentes cercanas a la compañía, el fichaje de Valle, también ex ejecutivo de Mango, estaba ligado a la entrada de Alhokair en el capital de Aïta, algo que finalmente el grupo saudí descartó.

 

 

En cuanto a la dirección creativa de la cadena madrileña, Alhokair fichó a Amy Molyneaux para liderar el departamento creativo de la cadena. Molyneaux, además de impulsar su firma homónima, trabajo con anterioridad para el departamento creativo de la británica Fred Perry, encargándose de una parte de la colección de moda femenina de la enseña.

 

Además de su cambio de rumbo y su nueva cúpula directiva, la cadena ha decidido recientemente abandonar la marca Suite Blanco para pasar a llamarse, de nuevo, Blanco. En 2012, Blanco aceleró su proceso de expansión internacional y optó por cambiar su marca a Suite Blanco, una denominación que esperaban contara con mayor aceptación entre el público extranjero. Los planes de la empresa pasaban por haber remodelado toda su red de tiendas en un plazo de tres años, que se cumple justo ahora.

 

Además, el grupo saudí ha reubicado la sede de la cadena, hasta ahora en Móstoles, a unas nuevas oficinas situadas en el polígono industrial Ventorro del Cano, en Alcorcón, donde trabajan 150 personas. A cierre de 2014, Global Leiva, sociedad que controla la cadena en el mercado español, empleaba a 1.302 personas.

 

España, Arabia Saudí, Portugal, Emiratos Árabes y Egipto son, por este orden, los cinco mayores mercados de Blanco, según las cifras de cierre de 2014. La empresa sumó unas ventas de 107 millones, de los cuales 76,77 millones de euros correspondieron a España, mientras en Arabia Saudí el negocio se situó en 13,66 millones de euros, un 12,69% del total. A cierre de 2014, la compañía operaba en 25 países. Global Leiva sumó unas pérdidas netas de 7,43 millones de euros (catorce veces más que el año anterior), mientras el resultado de explotación fue negativo en 8,91 millones de euros.