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Adolfo Domínguez rompe definitivamente con su consejero delegado y recompra a Carpio sus acciones

La compañía ha pagado 439.756 euros a Estanislao Carpio, despedido el pasado julio, por el 1,394% de la empresa.

P. Riaño / I. P. Gestal

24 nov 2016 - 04:57

Adolfo Domínguez rompe definitivamente con su consejero delegado y recompra a Carpio sus acciones

 

 

Estanislao Carpio rompe su último vínculo con Adolfo Domínguez. La compañía gallega, que despidió a su consejero delegado el pasado julio, ha comprado la participación que el ejecutivo mantenía en el grupo. Adolfo Domínguez ha desembolsado cerca de medio millón de euros para comprarle a Carpio el 1,394% del capital que controlaba desde 2013.

 

Según consta en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv), la compañía, con sede en Ourense, ha recomprado las 129.340 acciones que poseía Carpio a 3,4 euros el título, con lo que el desembolso total ha ascendido a 439.756 euros.

 

A cierre de la jornada del martes, cuando se cerró la operación de recompra, la acción de Adolfo Domínguez cotizaba a 3,3 euros, ligeramente por debajo del precio al que cerró ayer, que se situó en 3,52 euros, superando los 3,5 euros por primera vez desde el 16 de septiembre.

 

Adolfo Domínguez rompe así definitivamente con la etapa Carpio, que comenzó en septiembre de 2012, cuando el ejecutivo se incorporó a la empresa convirtiéndose en el primer director general de la historia de la compañía.

 

 

 

 

En 2013, Adolfo Domínguez realizó una ampliación de capital de 500.000 euros suscrita íntegramente por Carpio, que se incorporó así al capital de la empresa. El ejecutivo suscribió la ampliación por un importe nominal de 77.604 euros mediante la emisión y puesta en circulación de 129.340 nuevas acciones ordinarias de 0,6 euros de valor nominal cada una, y una prima de emisión de 3,2658 euros por acción. 

 

El precio pagado ahora por Adolfo Domínguez por estas acciones supone una minusvalía del 12% respecto al importe de la ampliación de capital suscrita por Carpio.

 

Tres años después de su nombramiento, en septiembre de 2015, Carpio ascendió en el organigrama y se convirtió en consejero delegado de la empresa, relevando al diseñador Adolfo Domínguez al frente del grupo.

 

Durante sus años como responsable de la compañía, Adolfo Domínguez regresó a los números negros. La empresa cerró 2015 con un resultado neto de 7,7 millones de euros, frente a las pérdidas de casi once millones de euros de 2014. Sin embargo, su regreso a números negros estuvo apoyada principalmente en la venta de su joya inmobiliaria, el local que alberga su tienda insignia en Paseo de Gracia, en Barcelona.

 

Sin embargo, Carpio no llegó a ejecutar el plan estratégico introducido por la empresa en 2014, con el que pretendía dar la vuelta a sus resultados apostando por el lanzamiento de una segunda línea y colocando a los accesorios en el centro de su producto.

 

 

 

Además, Carpio construyó a un equipo directivo a su alrededor, que durante los últimos meses ha abandonado la empresa a cuentagotas. Tras la salida el pasado febrero de su responsable de operaciones, Antonio Vallsla compañía prescindió a finales de junio de dos miembros más de direcciónLeovigildo Puente Hoces, director de IT-organización, y Juan de Mora Narváez, director de recursos humanos.

 

Tras el despido de Carpio, el grupo aprobó la incorporación de Costas Anitimissaris como nuevo consejero ejecutivo de la compañía y comenzó negociaciones con él para su fichaje como nuevo máximo responsable de la compañía. Sin embargo, las conversaciones se rompieron definitivamente la semana pasada debido, según fuentes cercanas a la operación, a la negativa de la empresa a dar completa autonomía al directivo.

 

En las últimas semanas, la empresa ha experimentado más salidas. La compañía comunicó el pasado 14 de noviembre la baja en el consejo de administración de Juan Antonio Chaparro (directivo de Esprit) y de Fuencisla Clemares (ejecutiva de Google). Ambos se incorporaron al consejo el pasado julio.