Empresa

Adolfo Domínguez ficha al bufete de abogados Sagardoy para negociar el ERE con los sindicatos

S. Riera

12 may 2015 - 04:56

Adolfo Domínguez mueve ficha para empezar a negociar el expediente de regulación de empleo (ERE) que anunció la semana pasada. La compañía ha fichado al despacho de abogados Sagardoy para llevar a cabo el recorte de personal, del que todavía se desconoce a cuántas personas afectará. El próximo miércoles está previsto que se inicien las conversaciones entre los representantes de la dirección y de los trabajadores.

 

Ayer finalizó el plazo de siete días que dio la empresa a los empleados para que constituyeran la comisión representativa para negociar el ERE. La parte de los trabajadores estará representada por trece miembros: ocho de CCOO, tres de UGT y dos de CIG. La distribución de los sindicatos se ha realizado teniendo en cuenta su peso en el comité de empresa.

 

Mañana se constituirá la comisión negociadora y se abrirá el periodo de conversaciones, que se alargará durante un máximo de treinta días. La compañía se ha comprometido a facilitar toda la documentación correspondiente al ERE en el encuentro previsto para el miércoles, según han explicado fuentes sindicales a Modaes.es.

 

Aunque la empresa todavía no ha desvelado la afectación que tendrá el ERE, los trabajadores temen que el fichaje del bufete Sagardoy sea para ejecutar un recorte de personal de “dimensiones considerables”. La dirección todavía no ha facilitado ningún tipo de información relativa a su decisión, aunque la semana pasada se dio a conocer que afectaría a tres de sus centros de trabajo en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas (Orense), que emplean a unas 500 personas.

 

Adolfo Domínguez comunicó el pasado martes a los trabajadores su intención de llevar a cabo un expediente de despido colectivo y de modificación de las condiciones de trabajo y movilidad con el objetivo de “asegurar el proyecto empresarial”. La medida se tomó dos meses después de que la empresa despidiera a una veintena de trabajadores de la planta de Orense.

 

La compañía gallega lleva años inmersa en un plan de reestructuración de su negocio para regresar a números negros. La compañía ha reducido su plantilla, ha recortado costes y ha echado el cierre a los puntos de venta no rentables.

 

Con una plantilla media de 1.518 trabajadores en 2014, la empresa finalizó el pasado ejercicio con unas pérdidas netas de 11,04 millones de euros, lo que supuso un incremento del 7,5% respecto al año anterior.  En 2014 (ejercicio cerrado el pasado 28 de febrero), Adolfo Domínguez alcanzó unas ventas de 121,54 millones de euros, con una reducción del 8,2% respecto a los 132,47 millones de euros de 2013.

 

La compañía cerró el ejercicio con 579 puntos de venta en el mundo, frente a los 649 establecimientos de doce meses antes. Todos los canales se han visto afectados por el proceso de cierres llevado a cabo por la empresa.