Empresa

Adolfo Domínguez afronta su junta anual con nuevos fichajes y la rebelión de los minoritarios

La compañía gallega celebrará su próxima junta esta semana después remodelar su cúpula directiva y haber abandonado los números rojos tras la venta de una de sus joyas inmobiliarias.

S. Riera

29 ago 2016 - 04:54

 

Adolfo Domínguez encara su próxima junta. El grupo gallego de moda celebrará su próxima junta anual en segunda convocatoria este miércoles 31 de agosto. En el encuentro, además de aprobarse las cuentas de resultado de 2015, los accionistas deberán también dar el visto bueno al nombramiento de nuevos consejeros, mientras los minoritarios tratarán de elevar su poder para reclamar un cambio de rumbo en la actual política de gestión de la empresa.

 

La compañía alcanza su próxima junta anual en situación aún de fragilidad. La empresa logró cerrar 2015 en positivo, con ganancias de 7,7 millones de euros, frente a las pérdidas de 11 millones de euros de un año atrás. El regreso de Adolfo Domínguez a los números negros respondió en gran medida a la venta, el pasado enero, del local que alberga su tienda insignia en Paseo de Gracia de Barcelona.

 

La facturación del grupo, en cambio, se redujo un 12,8% en 2015, hasta 108,4 millones de euros, y las ventas comparables disminuyeron un 7% respecto al ejercicio anterior. Sólo en el mercado español, Adolfo Domínguez facturó un 15% menos. El arranque de 2016 volvió a ser en negativo: encogió las ventas un 13% en el primer trimestre y engordó sus pérdidas.

 

 

Si en 2015, el grupo llevó a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE), que afectó a 105 trabajadores, en el primer semestre de 2016, la reestructuración ha impactado de lleno en la cúpula directiva. Entre febrero y julio, han salido varios ejecutivos de la empresa, entre los ellos su consejero delegado, Estanislao Carpio.

 

El primero en abandonar la compañía fue Antonio Valls, responsable de operaciones. Más adelante salieron Leovigildo Puente Hoces, director de IT-organización, y Juan de Mora Narváez, director de recursos humanos. A mediados de julio, el grupo gallego prescindió de Carpio, cuatro años después de incorporarse a la empresa, y de la directora de márketing, Laure Pelloux. Adolfo Domínguez sustituyó al que fue su primer director general por Costas Antimissaris, ex directivo de Inditex y de Marks & Spencer.

 

Cambios en el consejo

En plena reorganización de su negocio, Adolfo Domínguez ha optado por introducir caras nuevas entre sus consejeros. En la próxima junta, los accionistas deberán aprobar el nombramiento de Antimissaris, así como de otros tres consejeros externos independientes: Luis Caramés Viéitez, catedrático de Hacienda Pública; Juan Antonio Chaparro, responsable de aprovisionamiento en Esprit, y Fuencisla Clemares Sempere, directora de retail y bienes de consumo en Google.

 

En la junta se deberá dar el visto bueno a esta ampliación del consejo, además de reelegir a Adolfo Domínguez, el fundador de la empresa, como consejero ejecutivo; a José Luis Nueno como consejero dominical y a José María García-Planas como consejero externo. De aprobarse estos nombramientos, la empresa ampliaría el número de consejeros a nueve.

 

Descontento entre los minoritarios

Los pequeños accionistas de Adolfo Domínguez intentarán ganar cuota de poder antes de celebrarse la junta para reclamar un “plan de choque” a la empresa, que acumula varios ejercicios consecutivos en números rojos, para reconducir su estrategia.

 

El grupo de minoritarios, que representa en la actualidad 240.000 acciones, intenta sumar un mínimo de 30.000 acciones más antes de la celebración de la junta para alcanzar el 3% del capital. De lograr esta meta, los minoritarios podrían introducir puntos en la orden del día. De llegar al 5%, los accionistas podrían reclamar una posición en el consejo de administración.