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Adolfo Domínguez: 24 cierres, facturación al alza y un 70% más rentable en un año tras el cambio en la cúpula

El grupo ha estancado sus ventas y reducido su red de establecimientos, pero ha logrado dividir por cuatro sus pérdidas, hasta 2,1 millones de euros en el segundo trimestre de 2017.

I. P. Gestal

31 oct 2017 - 04:55

Adolfo Domínguez: 24 cierres, facturación al alza y un 70% más rentable en un año sin Carpio

 

 

Nuevo equipo, nueva estrategia. Adolfo Domínguez cumple su primer año tras el cambio en su cúpula con menos tiendas y un volumen similar de facturación, pero siendo cuatro veces más rentable. Con la nueva cúpula, formada ahora por personas de confianza del diseñador, el grupo gallego ha puesto en marcha un plan de reorganización y contención de costes que comienza a dar sus frutos.

 

La empresa ha pasado de perder 8,1 millones de euros en el segundo trimestre de 2016 a registrar un resultado neto negativo de 2,1 millones de euros en el mismo periodo de este ejercicio.

 

La facturación, por su parte, se ha mantenido al alza, aunque con subidas bastante moderadas. En el segundo trimestre de 2016 (que abarca entre marzo y agosto), la empresa puso fin a una larga racha bajista y anotó un alza del 9,12%.

 

 

 

 

 

 

Desde entonces, el grupo encadena ya cinco trimestres al alza, con subidas del 6,14% en el tercer trimestre del año pasado, del 10,6% en el cuarto y del 17,4% en el primero de 2017. En el segundo periodo de este ejercicio, sin embargo, la empresa ha moderado su ascenso, con una subida de sólo el 0,73%.

 

Adolfo Domínguez ha logrado mantener el pulso alcista pese a continuar menguando su red de distribución para ahorrar costes. El grupo ha echado el cierre a sus tiendas no rentables, principalmente en Europa, donde ha pasado de contar con 308 establecimientos a 31 de agosto de 2016 a sumar 283 puntos de venta a cierre del primer semestre de este año.

 

En concreto, la empresa ha bajado la persiana a diez corners en Europa, ocho franquicias y siete puntos de venta propios en el continente. En México, en cambio, el grupo continuó impulsando su red de distribución con seis nuevos puntos de venta, mientras que en Japón echó el cierre a cuatro puntos de venta.

 

 

 

 

 

Esta estrategia de ajuste ya ha tenido impacto en el resultado bruto del grupo: si, en el segundo trimestre de 2016 el resultado bruto de explotación (ebitda) de la empresa era negativo en 4,3 millones de euros, en el mismo periodo de este año se situó en 1,3 millones de euros, también negativo.

 

En este tiempo, la empresa ha reorganizado por completo su cúpula directiva, prescindiendo de todos los hombres fuertes de Carpio para colocar al frente a un equipo de viejos conocidos de la firma. “En tiempos de turbulencias, hacen falta marineros que conozcan bien el barco”, aseguró Adolfo Domínguez el pasado abril durante la presentación de resultados anuales.

 

 

 

 

 

Toda esta reorganización culminó el pasado julio cuando, justo cuando se cumplía un año sin primer ejecutivo, la empresa colocó al frente a Adriana Domínguez, hija del diseñador. Adolfo Domínguez, por su parte, dio un paso al lado y delegó todas las funciones ejecutivas para centrarse en la dirección creativa.

 

Dos meses después, la empresa ascendió también a Antonio Puente, hasta entonces director de control de gestión de la empresa, a nuevo responsable de operaciones y número dos de Adriana Domínguez. Puente pasó también a formar parte del comité de dirección junto con Pablo Aranda, director de ecommerce; Mario Ávila, director de comunicación y María Pérez, directora de control de gestión. El órgano lo completan Modesto Luquiños, Dora Casal, Elena González, Rosa María Vega, Ana Belén Hermida, Antonio Puente, Vicente Bañobre y José Manuel Martínez.