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Abercrombie & Fitch crece un 22% hasta septiembre

17 nov 2011 - 00:00

Modaes.- La compañía estadounidense Abercrombie & Fitch eleva facturación y resultado en los tres primeros trimestres del año. La compañía registró una cifra de negocio de 2.829,3 millones de dólares (2.083,6 millones de euros) y un beneficio de 108 millones de dólares (79,5 millones de euros) en el periodo de febrero a octubre, con alzas del 22% y del 87%, respectivamente.

El grupo, que el pasado día 3 abrió en España el primer establecimiento de la cadena Abercrombie & Fitch y que en octubre de 2010 hizo lo propio con su marca Hollister, mantuvo su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre de su ejercicio, con un alza de las ventas del 21,5%, pero el beneficio sólo escaló un 1%.

 

El grupo presidido por Mike Jeffries, que también ocupa el cargo de consejero delegado, elevó un 7% las ventas por superficie comparable en el tercer trimestre. El menor crecimiento correspondió a Abercrombie & Fitch, con un 4%, mientras que la mayor subida de las ventas se dio en los locales de Abercrombie Kids, del 6%, y Hollister, del 8%.

 

Hollister también fue la cadena más importante del grupo en términos de facturación agregada, con un total de 518 millones de dólares (381,5 millones de euros) en el tercer trimestre, frente a los 436,1 millones de dólares (321,2 millones de euros) de Abercrombie & Fitch y los 104,2 millones de dólares (76,7 millones de euros) de Abercrombie  Kids.

 

La empresa mantiene el objetivo de completar la apertura de cinco flagships durante este ejercicio. Entre éstas se incluyen la apertura del pasado mayo en París y la inauguración en Madrid del pasado día 3. Los próximos pasos se producirán en diciembre, en Dusseldorf, Bruselas y Singapur.

 

En 2012, la compañía estadounidense continuará con su expansión europea y pondrá en marcha tiendas de referencia en Amsterdam, Munich, Hamburgo y Hong Kong. El grupo no hace mención en su nota de resultados a la tienda que proyecta abrir en Barcelona, en un establecimiento en la esquina entre las calles Paseo de Gracia y Gran Via de la capital catalana.

 

El establecimiento, que ocupará un local de 2.800 metros cuadrados de la antigua sede de Banco Vitalicio, precisa del visto bueno del Ayuntamiento de Barcelona a realizar obras con las que redistribuir cuatro plantas y realizar un cambio de usos de oficinas a comercial.