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2019, el año en que Marta Álvarez definió su nueva hoja de ruta para El Corte Inglés

Reducción de deuda y desinversiones, pero, a la vez, empuje en moda y nuevos conceptos. El grupo ha finalizado una etapa marcada por una simultánea reestructuración y expansión.             

Iria Pérez Gestal

24 dic 2019 - 04:57

2019, el año en que Marta Álvarez definió su nueva hoja de ruta para El Corte Inglés

 

 

Nueva líder, nueva etapa. El Corte Inglés cierra un año de transición, tras un 2018 de durísima guerra interna que terminó con la salida de Dimas Gimeno y el nombramiento de Jesús Nuño de la Rosa, hombre de confianza de las hermanas Álvarez, como nuevo presidente. En 2019, la compañía afianzó el nuevo orden en la cúpula con el nombramiento de Marta Álvarez como presidenta, la primera mujer en la historia de la compañía.

 

Nuño, por su parte, asumió el cargo de consejero delegado, en una bicefalia con Víctor del Pozo. Mientras el primero ostenta las presidencias de Viajes El Corte Inglés, Seguros El Corte Inglés, Informática El Corte Inglés y Financiera El Corte Inglés, Del Pozo ejerce las tareas de primer ejecutivo en las áreas corporativas (económico-financiera, real estate, recursos humanos y asesoría jurídica, entre otras) y en las áreas del negocio de retail, incluidas sociedades como Supercor, Bricor y Sfera.

 

Asentados los nuevos capitanes, El Corte Inglés trazó en el último ejercicio una nueva estrategia basada en dos palancas: por un lado, más desinversiones y pagarés para reducir la deuda; por otro, expansión, digitalización y nuevos conceptos para definir la nueva era Álvarez. Según explicó la ejecutiva en la Junta General de Accionistas, el nuevo plan estratégico tiene tres directrices:  potenciar las marcas propias, impulsar la transformación digital y desarrollar nuevos negocios y servicios.

 

 

La moda, pilar de la nueva estrategia

La apuesta por la moda es uno de los ejes de la nueva estrategia de El Corte Inglés. La compañía ha continuado con el proceso de reorganización de sus marcas propias que había iniciado ya el anterior presidente, concentrando las firmas Antea, Zendra y Yera bajo el paraguas de la nueva marca Woman. En paralelo, la empresa ha adelantado ya el lanzamiento de dos nuevas firmas para 2020. Una de ellas será Alik, una propuesta “contemporánea e innovadora”, según Álvarez, y la segunda, Another Love, “romántica y femenina”.

 

 

 

 

El otro pilar de esta apuesta por la moda es Sfera, que después de años tratando de abrirse paso en el mercado ha encontrado por fin el rumbo. La cadena cerró 2018 con un crecimiento del 4,8%, hasta 426,9 millones de euros, situándose como el concepto de retail que más creció del grupo. En el primer semestre de 2019, la empresa abrió 25 nuevas tiendas, la mayoría de ellas en Centroamérica, donde opera de la mano de los grandes almacenes Siman. A medio plazo, la cadena contempla comenzar la internacionalización de su plataforma online con el lanzamiento en México, su segundo mayor mercado tras España.

 

Para liderar esta nueva etapa, El Corte Inglés ha nombrado nuevos capitanes tanto para moda como para Sfera. El grupo de grandes almacenes ha incorporado a Elena Lazcanotegui, ex de Inditex y Esprit, como nueva responsable de moda femenina y lencería, con especial énfasis en las marcas propias. Al frente de Sfera se encuentra desde 2019 Guillermo López, que relevó en el cargo a Agustín García Poveda tras su jubilación.

 

El Corte Inglés también se sumó al Fashion Pact, el acuerdo liderado por Emmanuel Macron, presidente de Francia, y François Henri-Pinault, primer ejecutivo de Kering, para avanzar en sostenibilidad en la industria de la moda.

 

 

 

 

Otro de los ejes de la nueva estrategia de El Corte Inglés es el desarrollo de nuevos negocios. En plena reorganización de su saturada red de centros, con cien establecimientos sólo en España, la compañía anunció que convertirá su centro en Arroyosur (Leganés, Madrid) en un complejo outlet, similar a los conceptos del grupo británico Value Retail. El nuevo espacio, llamado Madrid Fashion District (MAD-FD), estará diseñado por el arquitecto Lázaro Rosa-Violán. La empresa también transformó en outlet uno de sus centros en Zaragoza, aunque con el modelo clásico.

 

Mientras que el de Arroyosur se convertirtá en un concepto completamente nuevo, la empresa también ha decidido echar el cierre a algunos establecimientos, como los de Los Arcos (Sevilla), Bahía Sur (Cádiz) y Buenavista (Oviedo), así como algunas tiendas especializadas como la de Princesa, especializada en muebles y decoración.

 

La digitalización es otro de los pilares del plan. La empresa, que en 2018 firmó un acuerdo de colaboración con el gigante chino Alibaba, introdujo en 2019 WeChat Pay como método de pago y puso en marcha un nuevo servicio automatizado para las devoluciones del IVA pionero en España. La compañía también ha renovado su página web y se ha marcado el objetivo de facturar mil millones de euros a través de la Red en 2020.

 

 

Objetivo: reducir deuda

Mientras desarrolla su nuevo plan estratégico, gran parte de los esfuerzos de El Corte Inglés han vuelto a centrarse en otro apremiante objetivo: reducir su colosal deuda de más de tres mil millones de euros. Para abordar este objetivo, la empresa ha continuado sacando al mercado sus activos inmobiliarios, que son a la vez uno de sus principales activos y un lastre para su rentabilidad. En 2019, la compañía vendió el centro de Francesc Macià (Barcelona) por 150 millones de euros y traspasó los de Los Arcos y Bahía Sur a Castellana por otros 37 millones de euros.

 

 

 

 

Los tres complejos, junto con otros muy representativos como el de Xanadú, formaban parte del plan final al que se delimitó el Proyecto Green, uno de los mayores procesos inmobiliarios de los últimos años en España y que se limitó finalmente a 95 activos, frente los 130 planteados inicialmente. La empresa también sacó al mercado las oficinas de su sede de compras, frente a su cuartel general en Hermosilla; el inmueble del número 100 de la calle Santiago de Compostela, ocupado por la Audiencia Provincial, y activos logísticos valorados en 200 millones de euros.

 

Pero, salvando el goteo de ventas, el Proyecto Green, encargado a PwC, fracasó y el grupo dio un nuevo golpe de timón. En octubre, la empresa decidió crear su propia inmobiliaria, El Corte Inglés Real Estate, liderada por Javier Catena, exejecutivo de la socimi Testa Residencial. La operación de venta de activos quedó “subsumida” en este nuevo proyecto, según explicó entonces el grupo en un comunicado.

 

La iniciativa supuso también la fusión de tres divisiones: obras y construcciones, explotación y gestión de activos inmobiliarios y El Corte Inglés Empresas. El objetivo con El Corte Inglés Real Estate es tanto gestionar su propio patrimonio como trabajar para terceros.

 

 

 

 

Las inmobiliarias no fueron las únicas desinversiones del grupo en 2019. La compañía madrileña vendió también su división de informática a Groupe Français d’Informatique por 360 millones de euros y su cadena Óptica 2000 a GrandVision (hoy en manos de EssilorLuxottica) por 200 millones.

 

En paralelo, la empresa ha continuado recurriendo al Mercado Alternativo de Renta Fija (Marf) para financiarse, aprovechando el entorno de bajos tipos de interés en la zona euro. El grupo añadió dos suplementos a su programa de pagarés en sólo dos meses: en noviembre, la compañía amplió el límite de 500 millones a 750 millones de euros, y en diciembre sumó 450 millones más, dejando el límite en 1.200 millones de euros.

 

Para ahorrar gastos, la empresa también se prepara para abandonar su histórica sede en la calle Hermosilla de Madrid y agrupará a todos los empleados de los centros corporativos en un solo edificio. La operación, sin embargo, no será inmediata, ya que depende de la luz verde del Ayuntamiento de Madrid para crear una nueva macrosede.

 

 

 

 

El nuevo plan ha comenzado a dar sus réditos. En 2018, la empresa creció sólo un 1,1%, pero mejoró un 28% su rentabilidad y redujo su deuda en 467 millones de euros. La facturación de sus centros, en cambio, se estancó por primera vez en cinco años. En el primer semestre de 2019 (comprendido entre marzo y agosto), El Corte Inglés elevó otro tímido 1,3% su facturación, disparó un 14% su resultado bruto de explotación (ebitda) y encogió su deuda financiera en otros 253 millones, hasta 3.114 millones de euros.

 

¿El siguiente paso? Quizás la bolsa. Ese es, al menos, el gran objetivo del jeque qatarí Hamad Al Thani, que es el tercer mayor accionista del grupo con un 10,3% del capital y que en 2019 presionó ya para sacar al parqué, al menos, el negocio inmobiliario de la compañía.