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2018, el año en que El Ganso recuperó el control y volvió a ser una ‘start up’

Los últimos doce meses han sido una montaña rusa para la compañía española. De operación estrella del capital riesgo a ruptura con sus inversores. De fichajes externos para la cúpula a nuevo equipo con los fundadores al frente. El Ganso estrena etapa tras romper con L Catterton.

Pilar Riaño

26 dic 2018 - 04:50

2018, el año en que El Ganso recuperó el control y volvió a ser una ‘start up’

 

 

 

Hay matrimonios que cumplen las bodas de oro y otros que no pasan ni de las de papel, algodón o cuero. El Ganso y L Catterton son como aquellas parejas que celebran un enlace por todo lo alto, con centenares de invitados y una tarta de siete pisos, pero que, nada más volver del viaje de novios, descubren que no están tan bien juntos. La entrada de L Catterton en el capital de El Ganso ha sido una de las principales operaciones del capital riesgo en moda española de los últimos años, pero no ha terminado en cuento de hadas: en 2018, los Cebrián han recomprado el cien por cien de la empresa y estrenan etapa con nuevos aires.

 

A finales de 2015, El Ganso y L Capital (hoy L Catterton) daban el campanazo en el sector: el fondo se hizo con el 49% de la empresa familiar liderada por los hermanos Álvaro y Clemente Cebrián. Nada más sellarse la operación, llegaron los primeros problemas: Clemente Cebrián decidió dejar la empresa (para volver a emprender, dijo), las cuentas de la compañía empezaron a flaquear y la caída de las ventas forzó al grupo a refinanciar su deuda y a la familia Cebrián a inyectar nuevos recursos.

 

Tras seguir a pies juntillas los dictados de L Catterton (que esperaba repetir con El Ganso el éxito de la inversión realizada en la francesa SMCP), a mediados de 2018 los Cebrián decidieron que su idilio con el capital riesgo debía concluir. Tras recuperar a Clemente Cebrián a principios de año, a lo largo del verano de 2018 se gestó la ruptura con L Catterton, que terminó en septiembre con los Cebrián recomprando el 100% del capital.

 

 

 

 

Con las riendas de nuevo en sus manos, los Cebrián dedicaron los últimos meses de 2018 a reconstruir una empresa a su imagen y semejanza. Una de las primeras decisiones que tomaron los hermanos fue la salida de Berta Escudero, que ejercía como consejera delegada y que se incorporó a la compañía a petición de L Catterton. Tras este movimiento, los hermanos vuelven a ser los primeros ejecutivos de El Ganso.

 

Pero no sólo eso. La compañía ha reforzado su equipo con ejecutivos procedentes de empresas de retail como Value Retail, Scalpers o New Balance. Entre las más recientes incorporaciones figuran Luis Díaz, responsable de red de tiendas y corners y procedente de Value Retail, y Federico Oria, branding manager de la marca. La estructura de El Ganso se completa con ejecutivos como Ricardo de las Heras en diseño; Frank Montauzer en expansión y real estate; Diego Salvador en finanzas y legal; Alberto Pérez en recursos humanos; Héctor Morales en planificación y distribución y Alberto Cebrián, hermano de Clemente y Álvaro, al frente del área digital.

 

El regreso de Clemente Cebrián y la recompra del cien por cien del capital han hecho que El Ganso recupere algo del carácter emprendedor de sus orígenes. La empresa ha vuelto a impulsar alianzas con start ups y ha llevado a cabo fichajes como el de Cosme Bergareche, uno de los cofundadores de la marca de zapatillas Pompeii.

 

 

 

 

En paralelo, la compañía ha trazado un nuevo plan de desarrollo centrado en mejorar la rentabilidad de sus operaciones, sacrificando expansión para conseguir margen. El Ganso finalizó el ejercicio 2017 con una facturación de 81 millones de euros, en línea con la cifra registrada un año antes, lo que supuso un frenazo a los ejercicios de alto crecimiento que venía acumulando. Las previsiones para 2018 se situaban, según los últimos datos disponibles, en 89 millones de euros.

 

Acturus Capital (la sociedad con que opera El Ganso) entró en pérdidas en 2016, con unos números rojos de 4,05 millones de euros. El resultado de explotación también fue negativo, en concreto de 1,59 millones de euros.

 

En los últimos ejercicios, el grupo había reordenado su estrategia de expansión, ralentizando su ritmo de aperturas y apostando por el canal digital. El grupo está presente con tiendas en once países del mundo, tras desembarcar el pasado junio en Dubái. La empresa opera con 172 puntos de venta a escala global, contando los puntos de venta en Galeries Lafayette y El Corte Inglés.