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2017, el año en que Inditex demostró que es (un poco) humano

El grupo presidido por Pablo Isla vio debilitarse su margen en el último año por impacto de la moneda y de la mayor velocidad exigida por el auge de la Red como canal de distribución.

Pilar Riaño

21 dic 2017 - 05:00

2017, el año en que Inditex demostró que es (un poco) humano

Tienda de Zara en el paseo de Castellana de Madrid, la mayor del mundo.

 

 

Crecer más. Ganar más. Esta suele ser la tónica general en todas las presentaciones de resultados de Inditex, el gigante de la distribución de moda que escapa a todos los impactos coyunturales, sean de consumo, de aprovisionamiento o de materias primas. Pero en 2016 el grupo gallego ha demostrado que también es humano, aunque sea sólo un poco. Una única mácula ha aparecido en su evolución: el margen.

 

A lo largo del año, los analistas se han fijado con especial atención en la evolución del margen de Inditex. En el ejercicio 2016 (finalizado en enero de 2017), el grupo vio descender el margen bruto casi un punto porcentual, una circunstancia que atribuyó a los efectos de la divisa. El margen bruto del grupo en 2016 se situó en 13.279 millones de euros, equivalente al 57% de las ventas, frente al 57,8% del año anterior. En 2014, el margen bruto era del 58,3%; en 2013, del 59,3%, y en 2012, del 59,8%.

 

En los dos primeros trimestres de 2017, el margen fue la única mancha en los resultados de la compañía propietaria de Zara. El grupo presidido por Pablo Isla, que en 2017 fue nombrado mejor consejero delegado del mundo por Harvard Business Review, logró en el primer trimestre del ejercicio un margen bruto del 58,2%, en línea con el del mismo periodo de 2016 pero por debajo del 59,4% del primer trimestre de 2015. En el segundo trimestre, el indicador se situó en el 54,8%, marcando el suelo de los últimos cuatro ejercicios.

 

 

 

 

Pese a que las previsiones pasaban por que el margen volviera a verse dañado en el tercer trimestre (periodo afectado por las altas temperaturas), el grupo logró parar el golpe.  El margen bruto de Inditex en el tercer trimestre (tradicionalmente, el más rentable para la compañía) se situó en el 59,4%, sólo tres décimas menos que en el mismo periodo del año anterior.

 

Analistas y expertos del sector advertían de que las altas temperaturas (que retrasaron el inicio de la campaña de invierno en Europa) impactarían de forma importante en el margen de Inditex en el trimestre en que se vende ropa de abrigo, con tickets medios mayores, más venta a precio completo y, también, mayor margen. La caída del margen bruto de Inditex en el tercer trimestre fue, de hecho, inferior a la del trimestre anterior.

 

La mancha del margen no ha sido suficiente para hacer temblar a Inditex en el podio mundial de la moda. El grupo gallego mantiene una evolución mucho más positiva que la de sus más inmediatos rivales, la sueca H&M y la estadounidense Gap, e incluso que la de la nipona Fast Retailing.

 

 

 

 

 

En los nueve primeros meses del ejercicio 2017 (entre febrero y octubre de 2017), la compañía gallega elevó su cifra de negocio un 10%, al tiempo que su beneficio neto creció un 6%. La empresa fundada por Amancio Ortega, que acaba de abandonar sus cargos en más de cincuenta filiales del grupo, registró unas ventas de 17.963 millones de euros en los tres primeros trimestres del ejercicio 2017 y el resultado neto del grupo propietario de Zara se situó 2.341 millones de euros.

 

El gran crecimiento registrado por la empresa (tanto on como offline) y el aumento de la velocidad en sus operaciones ha llevado al grupo a iniciar en 2017 una modificación de su estrategia logística. Si hasta ahora la empresa había centralizado todas sus operaciones en España, el pasado mayo Inditex dio a conocer una inversión de cien millones de euros para la puesta en marcha de un centro logístico en Holanda. En el municipio de Lelystad, la empresa ha comenzado la construcción de una infraestructura denominada punto de conexión logística, que dará apoyo a los centros de distribución españoles.

 

 

 

 

ON/OFF

El grupo gallego, que suma una red de más de 7.500 tiendas, tiene mucho más avanzada que sus rivales la integración de los canales online y offline. Por un lado, continúa avanzando en el reajuste de su red de tiendas para reducir su dependencia del brick y, por otro, expande su plataforma online e incorpora servicios como el same day delivery o los puntos de recogida automatizada de pedidos online en las tiendas.

 

La integración on y off ha provocado también el inicio de un cambio de estrategia en Inditex: en septiembre, con motivo de la presentación de resultados del segundo trimestre, el grupo señalo que “tomó la decisión comercial de realizar una transición rápida entre la temporada de primavera-verano y otoño-invierno, programando un fuerte lanzamiento de la campaña en agosto”.

 

La creciente actividad online de Inditex ha forzado al grupo a acompasar la entrega de las colecciones en tienda y en la Red, en el marco de la “estrategia totalmente integrada” entre los dos canales, tal y como explicó Pablo Isla, presidente de Inditex. Inditex no precisó cuándo se introdujo esta estrategia, que impactó en el margen de forma puntual.

 

 

 

 

Inditex finalizó los nueve primeros meses del ejercicio 2017 con un total de 212 aperturas netas, cifra que contrasta con las 227 aperturas netas del mismo periodo de 2016. España es el país donde la compañía más ha ajustado su red: en los últimos años, el grupo está llevando a cabo una reorganización de su parque comercial, prescindiendo de locales pequeños para centrarse en establecimientos en calles principales y de gran superficie. En 2017, Zara cerró, por ejemplo, en la calle Goya de Madrid, y el grupo puso en venta un lote de dieciséis locales en ejes prime (catorce en España y dos en Portugal) con el objetivo de captar más de 400 millones de euros.

 

La empresa avanza en su expansión global, si bien actualmente la Red tiene un mayor peso que el ladrillo. Así, en el pasado ejercicio la compañía se adentró sólo en un nuevo mercado (Bielorrusia) con tiendas físicas, llevando su presencia global a 94 países, al tiempo que se hizo con el control de su negocio en Eslovenia, donde operaba con el grupo Magistrat International. En el canal online, Inditex alcanza 45 mercados, tras lanzar en octubre Zara.com en India, que se sumó a Malasia, Singapur, Tailandia o Vietnam, estrenadas también en 2017.

 

 

 

 

La compañía mantiene su política de no segregar las ventas online del total, pero en 2017 se conoció la evolución de su negocio en la Red en Europa. En el ejercicio cerrado en enero de 2017, las ventas online en el mercado europeo (realizado a través de la sociedad Fashion Retail) se situaron en 1.137 millones de euros, lo que supuso un incremento del más del 35%.

 

Pese al auge digital, a lo largo del pasado año la compañía puso en marcha establecimientos de referencia, como es el caso del ubicado en el número 79 de la Castellana, en Madrid (que se convirtió en el mayor Zara del mundo), además de otros en Estados Unidos o China. Bershka puso su primer pie físico en Estados Unidos mediante la fórmula de los pop up stores, si bien esta apertura fue utilizada por la empresa como una vía para apoyar su desarrollo online.

 

 

 

 

Sindicatos y tecnología

En 2017, Inditex cumplió una década de la firma del pacto con el sindicato internacional IndustriAll que permite que organizaciones sindicales de todo el mundo visiten y realicen seguimiento de las instalaciones de los proveedores de Inditex. El Acuerdo Marco de Inditex, el primero de estas características en la industria de la moda, convirtió a los sindicatos en aliados de Inditex.

 

En un primer momento, el documento permitió a los representantes de los trabajadores ejecutar las premisas de la memoria de responsabilidad social corporativa (RSC) de la empresa. Cinco años después de la firma del documento, en 2012, el acuerdo se amplió y se dio acceso por primera vez a las organizaciones sindicales locales a visitar y realizar seguimiento de las instalaciones de los proveedores del gigante gallego.

 

También en materia de aprovisionamiento, el grupo inició 2017 con un nuevo clúster, esta vez ubicado en Pakistán, que supuso reforzar todavía más su músculo productivo en Asia. Con la creación del clúster de Pakistán, Inditex cuenta con doce hubs productivos en todo el mundo, seis de ellos en Asia, cuatro en proximidad y dos en América.

 

 

 

 

En total, Inditex trabajó a cierre de 2016 con 1.805 proveedores, ochenta más que el año anterior, teniendo en cuenta únicamente aquellos con producciones superiores a 20.000 unidades al año. El número de fábricas ascendió a 6.959, lo que supuso un aumento de 661 factorías respecto a 2015.

 

En España, el gigante gallego de la moda completó en 2017 la compra de Indipunt, una de las once factorías que el grupo mantiene en la región. La empresa se ha hecho con el 49% restante de las acciones, que continuaba en manos de la familia Pampín, fundadora de la compañía.

 

Aunque discreto, uno de los movimientos más destacados de Inditex a lo largo de 2017 fue su participación en South Summit. Caracterizada por su discreción, la compañía participó en octubre en el evento de tecnología con la organización de un hackaton para encontrar talento digital para incorporar a sus filas.

 

Además, el director de innovación del grupo, Alejandro Ferrer, compareció en el encuentro para dar a conocer las áreas en que se centra la empresa en tecnología. “Mezclamos el design thinking con la filosofía lean start up, cuando surge un problema, trabajamos en la reconceptualización de este, lo prototipamos para encontrar la solución y luego la testamos”, explicó el ejecutivo.