Empresa

2014, la moda internacional vuelve a mirar a España

Franc Marín-Camp

23 dic 2014 - 04:55

 

 

Del lujo de Céline al low cost de Terranova. Una extensa paleta de enseñas internacionales desembarcaron en España a lo largo de 2014, confirmando el atractivo del país a la hora de plantar la tienda en alguna de las principales arterias de Madrid o Barcelona. El extenso listado de nuevos operadores se enmarca en la mejora de los indicadores macroeconómicos y, por supuesto, en el auge del turismo. Un verdadero imán para las firmas de lujo y para los grandes grupos de distribución.

 

El titular más esperado del año lo dio Gap. El número tres de la industria de la moda a nivel mundial desembarca en el mercado español con su cadena principal. La empresa se alía con el grupo de grandes almacenes El Corte Inglés, donde pondrá en marcha espacios propios, como paso previo a una expansión a pie de calle. El acuerdo comenzará con la puesta en marcha de corners en los centros de Castellana en Madrid y Las Ramblas en Barcelona. La entrada de Gap en España se enmarca en su proceso de expansión en Europa, el mercado principal de sus mayores competidores: Inditex y H&M, primer y segundo grupo de moda del mundo, respectivamente. Gap concluyó el ejercicio 2013 con una cifra de negocio de 16.150 millones de dólares (11.920 millones de euros), lo que supuso un crecimiento del 3% respecto al año anterior, pese a la desaceleración del último trimestre del año. El beneficio se situó en 1.280 millones dólares (935,42 millones de euros), con un alza del 12% respecto al año anterior.

 

La moda americana se propuso conquistar el mercado español en 2014 con el desembarco de la también estadounidense Urban Outfittters. En septiembre de 2013 saltó la noticia; el grupo había iniciado la búsqueda de locales en España, principalmente en Barcelona. La compañía sumaba sus intenciones a las de cadenas internacionales como Uniqlo o Marks & Spencer, que poco antes habían mostrado su interés por ubicarse en la capital catalana. No fue hasta febrero de 2014 cuando la enseña confirmaba sus planes en el Mediterráneo; Urban Outfitters relevaría la cadena de decoración Habitat en el centro comercial El Triangle, situado en Plaza Catalunya, en la que sería su primera tienda en el sur de Europa.

 

En mayo, la sociedad Urbn Spain Retail abrió filial en España, y en diciembre el grupo inauguró el espacio. El local, con 1.870 metros cuadrados de superficie comercial, congregó más de 4.000 personas en una fiesta inaugural que duró hasta la noche. Se trata de uno de los cuatro mayores puntos de venta por superficie a nivel mundial, que fue montado en sólo ocho días con un equipo de diez visual merchandisers y diez miembros de display de la central del grupo. La tienda incluye un área de trabajo totalmente visible al público en la que un equipo de la empresa fabrica mobiliario cortando, pegando y uniendo con clavos piezas de madera.

 

“Este espacio nos permite ser rápidos y si algo no funciona cambiarlo, supervisados siempre por la central del grupo, para que la imagen sea coherente –afirmaba Briars;- en breve llegarán los bañadores y habrá que crear espacios de exposición para estas prendas”. Sólo Londres y Ámsterdam cuentan con este tipo de instalaciones en una tienda. Otro de los elementos distintivos del establecimiento barcelonés es la incorporación de una instalación tecnológica que permite realizar proyecciones. La apuesta de las macrotiendas adoptada por Urban Outfitters conecta con la estrategia de los grandes operadores de retail de moda a nivel mundial, como Inditex o H&M. A su vez, la ubicación en Plaza Catalunya ha extendido la zona comercial de Barcelona más allá de los colindantes Portal del Angel, Paseo de Gracia y Pelayo, tres de las calles más caras de España a la hora de abrir una tienda.

 

 

El lujo desembarca en Paseo de Gracia...

El barcelonés Paseo de Gracia fue la vía elegida por la italiana Kiton para aterrizar en España. De esta forma, Barcelona y Viena se sumaron a los 54 establecimientos propios que la compañía, especializada en moda masculina, femenina y accesorios de alta gama, tiene en el extranjero. La sastrería internacional ya apostó por España en 2013. La moda masculina de Canali eligió Madrid para poner en marcha su primera tienda en el país. Ese mismo año, las italianas Ermenegildo Zegna y Ticanti inauguraron sendas sastrerías en Paseo de Gracia. Por su parte, la enseña estadounidense Brooks Brothers, conocida por vestir a personalidades como Barack Obama, también ultima la apertura de su primera tienda en Barcelona.

 

Las austriacas Wolford y Frey Wille, aunque ya estaban presentes en el mercado español, son otras dos firmas que se han instalado en Paseo de Gracia en el último año. La primera abrió un flagship store en la vía del lujo de Barcelona, relevando a Pomellato, que abandonó la ciudad. Sus medias de lujo comparten ahora avenida con las joyas de Frey Wille, que también apostó por la capital catalana después de abrir en Sevilla y Madrid. Otras enseñas como Longchamp, Versace, La Perla y Michael Kors también han inaugurado puntos de venta en la ciudad durante el último año.

 

 

...e invade la ‘milla de oro’ de Madrid

Madrid es la otra gran puerta de entrada para la moda extranjera. La capital española ha sido otro de los puntos marcados en el mapa por los grupos internacionales de lujo. Serrano, la calle más cara de Madrid, fue la elegida por firmas como la suiza Breitling, que ya distribuye sus relojes en el canal multimarca y en los grandes almacenes El Corte Inglés. El establecimiento se encuentra actualmente en obras y, pese a que la firma no tiene una fecha cerrada de apertura, está previsto para 2015.

 

En la milla de oro madrileña también desembarcaron las joyas de Dinh Van. La firma francesa aterrizó en España con una tienda en la calle Ortega y Gasset, situando ahí su primer punto de venta propio en este mercado. Hasta el momento, la firma francesa sólo contaba con tiendas propias en su país de origen, además de Bélgica, Suiza y Hong Kong. El establecimiento madrileño es el primero de una red de distribución propia que la marca quiere tejer en España a través de la sociedad Dinh Van SP, con un capital de 3.000 euros. En el último año, en Ortega y Gasset se han registrado varias operaciones, tanto de incorporación de nuevas marcas como de reubicación de otras. En este sentido, Chanel alquiló otro local de la misma vía para trasladar su flagship store en Madrid.

 

Muy cerca, en la calle Lagasca, la italiana Missoni puso en marcha un punto de venta de M Missoni, la segunda línea del grupo dirigida a un público más joven y con un precio más económico, tras cerrar los establecimientos de la marca principal en Madrid y Marbella. Se trata de la primera tienda de M Missoni en Europa fuera de Italia, su mercado local. En este sentido, la capital española registrará en 2015 nuevos regresos, como el de Balenciaga, que planea su desembarco en Madrid para 2015. Esta apuesta se enmarca en los planes de la firma, propiedad del grupo Kering (antiguo PPR), para elevar su presencia a nivel internacional. Con orígenes españoles, Balenciaga abrirá en Madrid después de que la enseña cerrara todas sus tiendas en el país a finales de los sesenta.

 

Todavía en la capital, la francesa Céline abrió filial en España bajo el nombre Céline Distribution Spain. Por el momento, la enseña especializada en moda y complementos de lujo está negociando su presencia en El Corte Inglés, a la vez que busca locales en Madrid, Barcelona y Marbella para poner en marcha sus primeros establecimientos en el país. Pertenece desde 1988 al grupo LVMH, conglomerado francés de empresas de lujo que también posee Louis Vuitton o Loewe, entre otras. El grupo en 2013 alcanzó un beneficio de 3.436 millones de euros. La facturación, por su parte, aumentó un 3,7%, hasta 29.149 millones de euros.

 

La apuesta por el mercado español estuvo también presente en los planes de expansión de la francesa The Kooples. La compañía, que hasta entonces distribuía en el mercado español a través de los grandes almacenes El Corte Inglés de Madrid y Barcelona, puso en marcha su primera tienda propia en el país en la calle Claudio Coello. Se trata de una tienda controlada desde Francia por la matriz de la compañía. Los planes de la empresa pasan por abrir más puntos de venta monomarca a corto plazo, fijando el ojo en ciudades como Barcelona y Blibao, además de la capital de España. The Kooples, con una facturación anual de 168 millones de euros compite con otras firmas como Zadig & Voltaire, Maje o Iro. Todas ellas constiuyen un ejemplo del recién instalado savoir-faire francés en el mercado español. Són marcas dirigidas a un segmento de público medio-alto que han apostado por abrir sus primeras tiendas en el país, donde han conseguido captar a un consumidor a caballo entre el fast fashion y las enseñas de lujo. Mientras que Zading & Voltaire desembarcó en España en 2011 con un flagship store en la calle Serrano de Madrid, la también gala Iro, especializada en moda masculina y femenina, se estrenó en 2012 con la misma vía de la capital española.

 

Marbella es, gracias al turismo, otra de las bazas para la moda internacional en España. Hasta la capital de la Costa del Sol desembarcaron los zapatos de Steve Madden, situando en el centro comercial Marina Banús el primer punto de venta de la enseña en suelo español. El multimarca Albion 1879 es quien distribuye los artículos de la firma estadouni dense en el país. En Puerto Banús se estrenó también la moda masculina de Cortigiani. El establecimiento, que abrió sus puertas el pasado junio, está ubicado en la calle Ribiera.

 

 

 

El 'low cost' planta la tienda

Con unos precios similares a los de Primark, la cadena italiana Terranova pondrá en marcha en 2015 una macrotienda en la calle Boters de la capital catalana, junto a Portal del Ángel. El establecimiento, que contará con 1.500 metros cuadrados aproximados de superficie, actualmente está ocupado por dos comercios clásicos: una filatelia y una chocolatería. La apuesta por Barcelona de la compañía, que forma parte del grupo Teddy, se da tras haber desembarcado en Salamanca y Alicante. En la ciudad castellana, Terranova cuenta con un local en la calle Toro, mientras en la localidad levantina se sitúa en la vía Márquez de Campo. En su nueva ubicación, la cadena competirá con otras como H&M o Shana, confirmando el auge, también, de la moda rápida en España.

 

Como ha pasado con Missoni o Balenciaga, en el segmento low cost de la moda también se han producido retornos. La estadounidense Forever 21 ha reabierto en España con una macrotienda en el complejo Xanadú. Aunque su ausencia había sido mucho más breve, el grupo ha puesto un pie en Madrid tras replegarse del mercado español meses antes con el cierre de su única tienda en el complejo La Maquinista, en Barcelona. El grupo tuvo que replantear su presencia en el mercado español tras la irrupción de cadenas de bajo coste como las españolas Shana y Double Agent, además de la irlandesa Primark y de la sueca H&M.

 

Precisamente la gran competencia de operadores en España es lo que causó que la holandesa Hema, especializada en la distribución de artículos para el hogar a precios asequibles, renunciara a sus productos textiles a la hora de abrir su primera tienda en el país. Esta se ubica en la calle Fuencarral de la capital y, meses después de ponerla en marcha, el grupo puso constituyó una filial en España. La empresa, que cuenta con alrededor de 5.600 trabajadores, elevó en 2013 su cifra de negocio hasta los 1.543 millones de euros.

 

Siguiendo el recorrido por las calles de España, la moda belga de Essentiel ha colgado sus artículos en una macrotienda de 1.400 metros cuadrados en Claudio Coello. Se trata del primer establecimiento del grupo en España, y está controlado directamente por la compañía. La apertura se enmarca dentro de los planes de expansión del grupo en el continente europeo. La italiana Subdued y la americana Nicole Lee son otras dos de las compañías de estreno en la capital catalana. Mientras que la primera compite en el segmento de la moda joven desde su local de Rambla Catalunya, la segunda subió la persiana en la calle Aragó de Barcelona. Por su parte, la enseña de lencería Victoria’s Secret aterrizó en España a través del travel retail con dos aperturas en las terminales T1 y T2 del aeropuerto de El Prat. La cosmética extranjera también ha puesto rumbo al país. Los productos naturales de la letona Stenders entran en España con un primer establecimiento en el centro comercial Diagonal Mar de Barcelona, compitiendo con grupos como L’Occitane en Provence.

 

Aunque la entrada de nuevos competidores ha sido mucho más fuerte que la salida, en los doce últimos meses se han marchado compañías como la italiana Camicissima, que liquidó su sociedad en el país el pasado marzo, o la belga Van de Velde, con el cierre de su cadena Rigby & Peller.