Empresa

2013, el año en que Blanco tocó fondo

Custodio Pareja

31 dic 2013 - 04:57

La bajada de las ventas, la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (Ere), un concurso de acreedores y la compra por parte de un grupo saudí. Blanco, uno de los mayores grupos de distribución de moda de España, ha vivido en 2013 el peor año de toda su trayectoria. Aunque finalmente haya conseguido asegurar su futuro, Blanco ha finalizado el año protagonizando el mayor concurso de acreedores de la distribución de moda en España.

 

Con una facturación cercana a los 300 millones de euros, Blanco podía presumir de ser una de las diez primeras compañías del sector por cifra de negocio, junto a grupos como Inditex, Mango, Cortefiel, Desigual o Pepe Jeans. Blanco llegó a contar con una plantilla de más 1.500 empleados, hasta que en 2013 todo comenzó a ir mal.

 

Acuciada por la falta de liquidez, la compañía espetó a barajar las opciones de venta del grupo con el acercamiento de la catalana Mango. La empresa liderada por Isak Andic abrió negociaciones con Blanco en febrero para hacerse con la marca. Aunque no prosperaron, estas conversaciones, desveladas por Modaes.es, pusieron en evidencia que Blanco no pasaba por su mejor momento.

 

Bernardo Blanco, propietario de la enseña e hijo del fundador del grupo, inició meses antes un proceso de búsqueda de socios para garantizar su futuro y crecer en el mercado internacional. La voz de alarma volvió a saltar cuando Blanco planteó recortes en el salario de sus trabajadores.

 

En marzo, la compañía abrió negociaciones con su plantilla para llevar a cabo una modificación de sus condiciones laborales que implicaron cambios sustanciales en el sistema de retribución, lo que más adelante derivó en la suspensión temporal del actual sistema de incentivos por el que se rigen la mayoría de las cadenas de moda para retribuir al personal de su red de tiendas.

 

No fue hasta abril cuando la compañía dio el primer paso hacía su situación actual, solicitando el preconcurso de acreedores para Avance y Diseño, Diagomoda, Tiendas Blanco España y Blanco Moda Internacional, cuatro de sus principales sociedades.

 

La situación empujó a la compañía a llevar a cabo cambios en su estructura y reorganizar su presencia en el mercado español e internacional, con la reducción de su red de distribución, uno de los principales activos de Blanco. El primer paso fue el cierre de cincuenta puntos de venta en España, Grecia y Reino Unido, mercado donde se retiró por completo.

 

La renegociación de sus alquileres, el retraso de los pagos a los proveedores, la reducción de plantilla y la venta de un gran número de locales fueron la antesala de la presentación definitiva del concurso de acreedores.

 

En junio, Blanco sucumbió finalmente al concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid.  "Debido a la gravedad de los problemas económicos y financieros que padece desde que comenzó la crisis económica en España y tras meses de duro trabajo tratando de superar esta situación, Blanco se ha visto obligada a solicitar la declaración del concurso voluntario de acreedores de las sociedades que forman el grupo, con el objetivo de conseguir la viabilidad de la compañía y de proteger los intereses de sus acreedores, trabajadores, proveedores y clientes", explicó la empresa a través de un comunicado.

 

En esta situación, y todavía con serios problemas de liquidez, Blanco comenzó a buscar alternativas a la liquidación de la compañía. Para ello, contrató los servicios de la estadounidense Gordon Brothers, empresa especializada en reestructuraciones, para garantizar la continuidad de su negocio. El objetivo de Gordon Brothers era proveer de liquidez y gestión operativa a la empresa, con el fin de evitar el cierre de más tiendas y la liquidación.

 

El siguiente paso fue cerrar el 30% de sus establecimientos en junio, alguno de ellos ubicados en las principales arterias comerciales de España como Calle Preciados, en Madrid, o Paseo de Gracia, en Barcelona.

 

El 12 de junio, el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid admitió a trámite el concurso voluntario de acreedores para catorce sociedades de Blanco, todas ellas participadas por Bernardo Banco. El juzgado nombró a la auditoria KPMG como administradora concursal. Al concurso se sumaron el despido de 700 empleados y el cierre de 42 establecimientos.

 

Los administradores concursales pusieron en venta la compañía con un lote formado por tiendas, personal, marca y almacenes. La administración concursal había fijado el precio del lote completo en 25 millones de euros, pero el plazo para presentar ofertas finalizó desierto.

 

En noviembre, Blanco encontró finalmente comprador. Tras un largo periodo de negociaciones con grupos como Mango, Cortefiel o el venezolano Phoenix World Trade, la compañía pacto su venta por diez millones de euros con el grupo saudí Al Hokair, propietario de las franquicias de la enseña en Oriente Medio.

 

Ahora, Blanco encara 2014 con el objetivo de finalizar la venta de la marca y de volver a operar en el mercado español con normalidad, pero de la mano de Al Hokair, que se ha propuesto crear un grupo de moda en el mercado español utilizando Blanco como trampolín.