Empresa

2012, el año en el que el lujo apostó por el mercado español

S. García

28 dic 2012 - 09:00

Doce meses de lujo en el mercado español. Las enseñas internacionales de gama alta han sido las protagonistas de un año lleno de aperturas en España. En 2012 han sido muchas las firmas que, empujadas por la bajada de los precios en los locales comerciales del país, han decidido abrir su primer punto de venta en España o incluso ampliar su red de establecimientos.

 

Este ajuste de precios, provocado por la coyuntura económica, ha permitido que firmas como ArmaniBottega VenetaMichael KorsMiu Miu o Stella McCartney abran tiendas en España.

 

Armani ha sido la última compañía que ha confirmado su apuesta por el mercado español. La firma ha escogido la calle Serrano de Madrid para poner en marcha el flagship store de Emporio Armani en el país. La empresa abrirá el establecimiento de su segunda línea en el número 44 de Serrano el próximo marzo.

 

Además de sus marcas para público adulto, la empresa ha introducido en el país su línea infantil, con la apertura de un establecimiento de Armani Junior, en Rambla de Catalunya (Barcelona) y uno de Armani Casa también en la capital catalana.

 

La enseña de bolsos y complementos Bottega Veneta, propiedad del conglomerado francés PPR, ha abierto un establecimiento en el número 98 de Paseo de Gracia en Barcelona. La firma italiana contaba, hasta ahora, con puntos de venta en Madrid y Marbella.

 

Michael Kors ha visto como, tras su salida a bolsa en 2011, su crecimiento se multiplicaba de forma exponencial. Ese dinero extra ha hecho que la compañía pueda apostar por un mercado como el español con dos aperturas de tiendas propias, una en Madrid y otra en Barcelona.

 

Otra de las firmas que ha apostado por el mercado español ha sido Stella McCartney. La creadora británica ha abierto este año su primer punto de venta además de constituir una filial, Stella McCartney Spain, con la que gestionar su negocio en el país. Con la primera tienda, ubicada en Paseo de Gracia de Barcelona, la enseña ya cuenta con cinco puntos de venta propios en el mercado europeo.

 

En Madrid, el diseñador italiano Roberto Cavalli ha abierto su primer flagship store. La firma, que ya tenía presencia en Marbella y Valencia, ha ubicado la tienda en el número 25 de la calle Ortega y Gasset.

 

También en la capital han reubicado sus establecimientos Bally y La Perla. La firma italiana de lencería cambió de locales el pasado abril. La Perla, que cerró su local de 180 metros cuadrados en la calle Serrano, se trasladó a uno de 250 metros cuadrados en la calle Ortega y Gasset.

 

Bally, por su parte, cambió la calle Serrano de Madrid por Hermosilla en septiembre. Mientras la mayoría de marcas apuestan por la vía madrileña, tanto La Perla como Bally la abandonan. La nueva apertura en Madrid de Bally forma parte del plan de desarrollo en el canal retail iniciado por la firma de lujo en 2011.

 

En el caso de Miu Miu, la segunda marca de Prada ha apostado por abrir en la vía comercial del lujo por excelencia en Barcelona: Paseo de Gracia. La enseña, que se ha sumado a otras como Chanel o Hermès, que también tienen establecimientos en la calle, se ha instalado con una primera tienda en la capital catalana. También Prada ha conseguido, tras un tiempo sin encontrar ubicación para su marca insignia, instalarse en esta misma vía comercial, en el número 88.

 

El también grupo italiano Max Mara ha apostado fuerte por mercado español. La compañía, que en 2010 se hizo con el control de distribución de sus firmas en España, ha desembarcado con todas sus enseñas en el país y las ha potenciado con varias aperturas en Madrid y Barcelona. Además, para 2013, Max Mara tiene intención de incrementar su red de puntos de venta con más aperturas de tiendas propias y de franquicias. La fórmula de la franquicia la quiere utilizar en el caso de la segunda línea de la compañía: Max & Co.

 

A quien también ha sentado bien la salida a bolsa es a la enseña italiana Brunello CucinelliLa firma ha alquilado el local que hasta ahora ocupaba Roberto Verino en el barcelonés Paseo de Gracia. Este es el segundo punto de venta en el país, tras el que Cucinelli tiene en Puerto Banús (Marbella).

 

Otra de las operaciones de este año ha sido la protagonizada por Ermenegildo Zegna. La compañía, que se encuentra inmersa en un proceso para elevar el posicionamiento de sus marcas, se prepara para trasladar su flagship store de Barcelona del número 29 de Paseo de Gracia de Barcelona al número 91. Hasta ahora, el local estaba ocupado por la cadena low cost Shana.

 

Todos estos puntos de venta nuevos, además de las que se tienen que producir a corto plazo, confirman una tendencia que, según un informe realizado por la consultora CBRE, aumenta hasta un 47,5% el porcentaje de retailers internacionales presentes en España, que han visto en la coyuntura una oportunidad de entrar en un mercado en el que hace uno años no se planteaban desembarcar.

 

Uno de los cambios más destacados que se producirán a principios de 2013 será el de Louis Vuitton y Cartier. La enseña propiedad de LVMH abandonará el local que ocupa en el número 82 de Paseo de Gracia, en Barcelona, para poder ocupar un local de mayores dimensiones en la misma vía comercial. El nuevo punto de venta que ocupará Vuitton, que tiene una superficie de 550 metros cuadrados, es la antigua sede de Ibercaja, en el número 80 del paseo barcelonés.

 

Cartier, propiedad del grupo Richemont, ocupará el local que deja Louis Vuitton. Actualmente, la enseña cuenta con un punto de venta en el número 35 de Paseo de Gracia, que previsiblemente ocupará otra marca del grupo sí finalmente Cartier se traslada, tal y como adelantó Modaes.es.

 

No obstante, todavía faltan muchos operadores internacionales por entrar en España y otros que no han tenido mucha suerte en su periplo en el mercado nacional. Firmas como Marc JacobsFendi o Givenchy son algunas de las compañías que han probado suerte en alguna ocasión en el mercado español pero que no terminan de expandirse dentro de él. Otras como la francesa Dior han mostrado interés por instalarse en Madrid o Barcelona, pero la situación económica y la caída del consumo hace que los grupos de moda se piensen bien cualquier nuevo movimiento.