Cosmética

¿Quién perfuma a la gran distribución española?

Sarah García

25 nov 2013 - 04:41

Moda deportiva, tallas grandes, lencería y también perfumería. Los grupos españoles de distribución saben bien en qué diversificar y son muchos los que han apostado por hacerlo creando sus propias fragancias. Pese a que hay algunos como Desigual que deciden fabricarlos ellos mismos, la mayoría deciden contar con un experto del sector que aporte su conocimiento y cree su perfume. Grupos como Maesa, Puig o Perfumes y Diseño son los responsables de las fragancias de enseñas como Zara, Tous o Carolina Herrera.

 

El grupo catalán Puig, que acaba de hacerse con las fragancias de Benetton, es uno de los que fabrica más perfumes de marcas de gran distribución. La compañía, que cuenta con un portfolio de marcas tanto de lujo como de mass market, es el responsable de la creación y desarrollo de las fragancias de cadenas como Massimo Dutti y Pull & Bear, propiedad de Inditex; Springfield, que forma parte de Grupo Cortefiel o Mango, enseña de la que produce toda su gama de perfumería.

 

 

Además, la compañía catalana, que es propietaria de marcas como Nina Ricci, Paco Rabanne o Jean Paul Gaultier, también se encarga del diseño y fabricación de los perfumes de Adolfo Domínguez, tanto de la línea principal como de la colección U, y de CH Carolina Herrera, enseña controlada por Textil Lonia. Purificación García, también propiedad de la compañía gallega, no cuenta con perfumes.

 

Con un volumen de negocio en la Península Ibérica de cerca de 5.000 millones de euros al año, los perfumes y los cosméticos son una de las primeras opciones de diversificación de los grandes grupos de distribución en España. Un ejemplo de ello es Zara. La mayor cadena de Inditex presentó en 1999 su primera línea de perfumes y cosméticos, elaborados en colaboración con el grupo Puig.

 

Tras una primera fase de adaptación y de introducción en este segmento, Inditex apostó por un grupo internacional para proseguir con su incursión en perfumería y cosmética. En el 2.000, Zara anunció la firma de un contrato con Maesa Group para la fabricación de sus colecciones de perfumes y cosméticos, que se venden sólo en la red de distribución de la cadena, hoy formada por más de 1.700 tiendas. El grupo galo tiene entre sus clientes a otras enseñas del sector como Victoria’s Secret y El Corte Inglés, con el que firmó un acuerdo en 2011 para producir tres líneas de productos para el cuidado de la cara, para el baño y fragancias de hogar.

 

Maesa también tenía entre sus clientes a Women’secret, propiedad de Cortefiel, pero ahora la enseña ha confiado a la española Idesa, que también produce los perfumes de Custo Barcelona, Dsquared, Mandarina Duck o Pomellato, sus fragancias.

 

Mientras Springfield y Women’secret sí tienen línea de perfumería, Cortefiel y Pedro del Hierro no. Esta última contó en el pasado con una colección de perfumes, pero actualmente no tiene entre su oferta fragancias bajo su marca.

 

Tampoco tienen perfumería Pepe Jeans y Hackett, que cuentan con oferta completa de moda pero no han diversificado hacia este tipo de productos. En el caso de la catalana Camper, ni la enseña homónima ni Medwins han lanzado por el momento ninguna fragancia.

 

En el lado opuesto se sitúa Tous. El grupo catalán de joyería cuenta con una cartera diversificada de perfumes, que se han completado este año con el lanzamiento de Rosa, la primera fragancia diseñada por la fundadora de la empresa, Rosa Oriol. La española Perfumes & Diseño, responsable del desarrollo de perfumes para Roberto Verino o Jesús del Pozo, es la que se encargada de la creación de todas las fragancias de Tous.

 

Enseñas como Shana e Inside (propiedad de Liwe Española), enfocadas al segmento low cost, también han apostado por crear una línea de perfumería, que en el caso de Inside es mucho más amplia que en el de Shana.