La cosmética ‘eco’ de Ayuna ultima su desembarco en México

Ayuna se pone guapa en México. La compañía, impulsada por dos ex directivas de Natura Bissé y especializada en cosmética natural, inició este año su andadura en el mercado estadounidense y ahora se prepara para emprender su expansión al otro lado de la frontera. La empresa, que descarta por ahora dar el salto a Europa, prevé concluir el ejercicio con una facturación de 500.000 euros.

Las impulsoras del proyecto son Isabel Ramos y Begoña San Juan, dos históricas ejecutivas del grupo español Natura Bissé. Sanjuán se incorporó a la empresa en 1997 y fue una de las responsables de la expansión de la compañía en el mercado estadounidense. Isabel Ramos, por su parte, fue responsable de I+D+i y de formación de la empresa catalana.

Tras abandonar Natura Bissé, ambas emprendieron una trayectoria en paralelo, trabajando en empresas de dermofarma como Isdin y en otras de materia prima. En 2014, volvieron a reencontrarse para impulsar Bit, una consultora de cosmética, con filiales en España y Estados Unidos.

“Emprender una empresa en Estados Unidos es muchísimo más fácil que aquí; además, allí teníamos el contacto de Tathiana Cornejo, también ex Natura Bissé, con la que nos asociamos para emprender el proyecto”, explica Sanjuán.

Finalmente, las emprendedoras decidieron utilizar la sociedad estadounidense para poner en marcha el proyecto de Ayuna, una firma de cosmética de nicho, con un enfoque verde y un posicionamiento premium.

En Estados Unidos, la empresa está tanteando varios grandes almacenes, mientras que en México entrará de la mano de hoteles

Cornejo se encarga de la expansión de la empresa en Estados Unidos, Sanjuán está al frente del departamento comercial y Ramos pilota el área de producto e innovación. La producción se realiza en fábricas del corredor mediterráneo. “A menudo, en esta industria falta comunicación entre la parte científica y la comercial y de márketing, y creo que ese es precisamente una de nuestras ventajas”, explica Sanjuán.

Ayuna empezó a andar con una inversión inicial de 250.000 euros, acudió a principios de este año a la feria Indie Beauty Expo, especializada en marcas de nicho. “Tuvimos muy buena acogida y hemos entrado en establecimientos como Credo Apothecary”, explica Sanjuán.

En paralelo, la compañía está en negociaciones para entrar en algunos de los principales grandes almacenes del país, con quienes las fundadoras ya tenían relación de su época en Ayuna.

En México, la start up apostará por introducir en paralelo la cosmética para el consumidor final y la profesional. Para su lanzamiento, la empresa ha organizado un evento para darse a conocer en el país con el objetivo de entrar en hoteles de lujo con su línea de cabina.

El posicionamiento de la empresa, que sale al mercado con seis artículos, es el de simplificar al máximo todos los procesos. “Cada mes salen nuevos productos de cosmética con demasiados ingredientes que no son necesarios, o artículos que se añaden a la rutina diaria cuando en realidad podría hacerse con un solo producto”, explica Ramos.