Cosmética

Iberchem, de Murcia al globo con el apoyo del capital riesgo

La compañía, especializada en perfumería y aromas, ha crecido a doble dígito cada año de la última década y preveía cerrar 2020 con 200 millones de euros de facturación.

Iria P. Gestal

22 ene 2021 - 04:48

Iberchem, de Murcia al globo con el apoyo del capital riesgo

 

 

El destino quiso que uno de los mayores grupos españoles de perfumería naciera en una localidad llamada Alcantarilla, aunque a Iberchem le gusta recordar que echó a andar “entre naranjos, limoneros, y muchas otras joyas aromáticas de la región de Murcia”.

 

Desconocida para el gran público, la empresa es la responsable del olor de perfumes, detergentes, cremas y jabones en todo el mundo y del sabor de refrescos, dulces horneados o pastas de dientes. La compañía nació en 1985 de la mano de José Robles, Miguel Román y Ramón Fernández especializada en perfumería.

 

Desde sus inicios, el grupo apostó por la internacionalización: el año de su fundación, Iberchem exportaba ya más del 90% de su producción. En la década de los noventa, la empresa entró en Singapur, Túnez y Malasia; en los 2000 desembarcó en China, Colombia, México e Indonesia, y sólo en la última década ha expandido su presencia a territorios como Italia, Emiratos Árabes, Rusia, Etiopía, India, Tailandia, Sudáfrica, Ghana, Turquía y Kenia.

 

 

 

 

Tres años después de dar sus primeros pasos, el grupo diversificó con el lanzamiento de una división de aromas, dedicada a la producción de sabores para la industria de la alimentación y el gran consumo. Con la empresa expandida internacionalmente y un negocio diversificado, llamó a la puerta el capital riesgo. En el año 2000, Espiga Capital tomó el 74,28% del capital, Baring Private Equity Partners se hizo con un 14% y parte del equipo directivo entró en el accionariado con participaciones minoritarias.

 

Siete años después, llegó el primero de los cuatro pases que Iberchem ha vivido en las últimas dos décadas. Capital Alianza, junto con el equipo directivo, tomaron el 100% de la compañía por 35 millones de euros. El fondo tomó un 87,1% y los fundadores y parte de la cúpula controlaban el 12,9% restante.

 

Esta fue la etapa de gran desarrollo del negocio de aromas, que hoy se ha convertido en el motor de Iberchem: en 2009, la empresa escindió esta área bajo una nueva filial, Iberchem Aromas, para dar más entidad a un negocio que entonces copaba el 20% de la facturación, y en 2013 lanzó la marca Scentium para impulsar su expansión internacional.

 

 

 

 

Con la nueva década se produjo el segundo pase: Magnum Capital, un fondo controlado por Ángel Corcóstegui, Enrique de Leyva y Joao Talone, adquirió el 87% de la compañía en 2013 a Capital Alianza por unos 90 millones de euros. Cuatro años después, Magnum vendió el grupo al fondo francés Eurazeo (que pasó también por Desigual) por 270 millones de euros, el triple de lo que había pagado por él.

 

De la mano de Eurazeo, Iberchem aceleró su expansión en mercados emergentes a través de operaciones corporativas como la compra de una empresa de aromas en Sudáfrica, otra en Malasia y una segunda fábrica en China, avanzó en sostenibilidad y mejoró en buen gobierno, según han explicado en varias ocasiones sus fundadores.

 

El pasado octubre, Eurazeo vendió la empresa a la bioquímica británica Croda por 820 millones de euros, culminando el traspaso a un grupo industrial tras cuatro propietarios financieros. La operación valora a Iberchem en 20,5 veces ebitda y supone una tasa de retorno para Eurazeo de cerca del 25%.

 

 

 

 

“Durante los últimos tres años, Iberchem ha reforzado su posición como un líder global en la producción de fragancias y aromas, centrándose en marcas locales y regionales en mercados de gran crecimiento en todo el mundo”, señaló entonces el grupo francés.

 

El nuevo dueño de Iberchem es un gigante británico que cotiza en bolsa y está especializado en la industria química, con una oferta que va desde los agroquímicos a las fibras, pasando por la electrónica y el cuidado personal. El grupo cerró 2019 con una facturación de 1.377,7 millones de libras (1.537 millones de euros) y a finales del año pasado firmó un acuerdo con Pfizer para ser uno de los proveedores de la vacuna contra el Covid-19.

 

Tras el cambio de manos, Iberchem continúa liderada por uno de sus fundadores, Ramón Fernández, como consejero delegado. El comité ejecutivo lo completan José Balibrea, director financiero; Cristina Castellanos, directora de operaciones; Alvin Ho, director general en Asia, y José Manuel Mateos, director general del área de aromas.

 

 

Estructura y facturación

Con el pulmón del capital riesgo, Iberchem ha crecido a ritmos del 10% anual en la última década y ha seguido expandiéndose en el extranjero hasta sumar veinte centros en todo el mundo, incluyendo oficinas y once plantas de producción. La empresa, que emplea a 800 trabajadores en todo el mundo, mantiene su sede central en Alcantarilla, desde donde exporta a 120 países. En 2019, justo antes del estallido del Covid-19, la empresa disparó sus ingresos un 19% y alcanzó 174 millones de euros de facturación.

 

Para 2020, los pronósticos (contando ya el impacto de la crisis sanitaria) pasaban por crecer entre un 10% y un 12% y superar los 200 millones de euros.

 

 

 

 

La empresa no comunica su resultado neto ni consolida sus resultados en una única sociedad. Según las últimas cuentas de Iberchem SA depositadas en el Registro Mercantil, esta sociedad entró en pérdidas en 2019, con unos números rojos de 9,6 millones de euros, frente a los 11,7 millones de euros de beneficio del año anterior, debido a las amortizaciones y a los gastos financieros.

 

 

Scentium, el motor del negocio durante la pandemia

El área de Scentium, que copa el 20% de la facturación de la empresa, ha permitido salvar gran parte del negocio durante un año marcado por la pandemia del coronavirus. Cuando todo se paró, de los pocos sectores reforzados fue la alimentación, y a finales del año pasado el grupo preveía cerrar el ejercicio con un crecimiento del 20% en sus ventas de aromas. Para el área de perfumería, las previsiones pasaban por un alza del 10% gracias a la denominada perfumería funcional, dedicada a la fabricación de productos de gran consumo como detergentes. Mientras esa línea creció alrededor de un 40%, la de perfumería fina, que copaba más de la mitad de las ventas de Iberchem antes de la pandemia, retrocedió un 30% debido a la congelación del consumo discrecional y el travel retail.