Cosmética

Equivalenza, dos años en los tribunales que ponen en jaque un arriesgado negocio

Sarah García

6 nov 2014 - 04:37

Equivalenza 635

 

Dos años y dos procedimientos judiciales. Ese es el balance que podría hacer Equivalenza de sus dos primeros años de actividad. La compañía española, especializada en perfumería de marca blanca, ha desarrollado un modelo de negocio arriesgado que en este tiempo le ha llevado a los tribunales en dos ocasiones: en España contra el grupo Puig, al que la Audiencia Provincial le ha dado la razón, y ahora en Francia contra la Fédération des entreprises de la beauté (Febea). Un balance que contrasta con las más de 600 tiendas y los más de 1.000 empleados que forman parte de una cadena que cerró 2013 con unas ventas de 32 millones de euros.

 

El último golpe asestado a Equivalenza es el que ha dado la Fédération des entreprises de la beauté (Febea), que integra a las principales compañías de perfumería, cosmética, farmacia y belleza de Francia. La entidad interpuso en julio una demanda contra la compañía española ante las autoridades galas.

 

La demanda, que se basa en el uso de tablas de equivalencia, ha desembocado en una investigación judicial, liderada por la magistrada Claire Thépaut, que ha autorizado la inspección de 27 tiendas de Equivalenza, con la consiguiente confiscación del stock, y ha citado a una veintena de responsables de puntos de venta de la cadena a declarar.

 

Francia es uno de los países que más protege a las marcas locales y cuenta con una legislación en esta materia mucho más compleja que la española. Fuentes del sector subrayan que el país contempla figuras jurídicas más concretas que las existentes en España, donde este tipo de procedimientos van por la vía civil.

 

“Tienen muy claro dónde está su negocio, que es en la protección de marcas y no de negocios, e incluso han empezado a plantear la posibilidad de culpabilizar también al comprador del producto falsificado; son políticas totalmente distintas”, subraya Cristina Mesa, abogada del bufete Garrigues y especialista en derechos de propiedad industrial e intelectual.

 

En Francia, Equivalenza está siendo investigada por “posesión, importación, venta o reproducción en banda organizada de mercancía falsificada”, así como por “contrabando de mercancías prohibidas”.

 

Este es el segundo conflicto judicial al que se enfrenta la compañía en dos años. El primero fue contra el grupo catalán Puig. La compañía de perfumería y moda interpuso una demanda por competencia desleal e infracción de marca ante el Juzgado de Marca Comunitaria nº1 de Alicante.

 

“Están cuestionando su modelo de negocio y su política de expansión a nivel europeo y tendrían que tener en cuenta que las modificaciones que han hecho para adaptarse a la sentencia dictada en España no tienen por qué servir fuera del territorio nacional; están acostumbrados a un marco jurídico distinto”, sostiene Mesa.

 

Tanto el Juzgado de Marca Comunitaria como la Audiencia Provincial, a la que recurrieron ambas partes posteriormente, han dado la razón a Puig y han condenado a Equivalenza a pagar una indemnización, así como “a cesar y abstenerse en el futuro de llevar a cabo dichas actividades de ofrecimiento y promoción mediante el uso de las marcas de Puig, a retirar cualquier material en el que se reproduzcan dichas marcas y abstenerse de hacer uso de las enseñas del grupo catalán de perfumería a través de su red de tiendas”, tal y como se desprende de la sentencia.

 

Mesa explica que en España se ha tratado de proteger a los perfumes como marca olfativa pero no se ha conseguido porque la marca no permite proteger la finalidad misma que se está protegiendo. “Se puede proteger el olor a hierba recién cortada para productos de jardinería o incluso ropa, pero no se puede proteger un olor para utilizarlo como un olor; eso no está permitido”, destaca la abogada de Garrigues.

 

Desde que se dictó la sentencia, la compañía ha modificado su modelo de negocio y ahora no cuenta en sus puntos de venta con las conocidas como tablas de equivalencia, donde, según se desprende de la demanda interpuesta por Puig, relacionaban las referencias numéricas de las fragancias con las marcas de los perfumes originales a los que supuestamente equivaldrían en olor.

 

Fuentes jurídicas señalan que este procedimiento podría no haber finalizado y que ambas partes podrían recurrir a instancias superiores. Además, estas mismas fuentes explican que,  pese a que Equivalenza ha modificado su modelo de negocio y ya no ofrece estas tablas, sigue operando con la relación de la referencia con el perfume original. Sin embargo, ahora los empleados de la compañía preguntan al cliente para que sea éste el que desvele el perfume que utiliza, para posteriormente ofrecerle uno de esa misma familia olfativa.

 

Aunque Equivalenza ha eliminado su modelo las tablas, cualquier procedimiento abierto que tenga en los tribunales con otras empresas se basará en su forma de operar inicial y tendrá en cuenta el fallo de la Audiencia Provincial.

 

“Muchos de los negocios que operan bajo este modelo actúan de forma parasitaria de las marcas, por lo es probable que, tarde o temprano, se encuentren con un procedimiento judicial similar al de Equivalenza”, explica Mesa.

 

La abogada añade que este tipo de empresas están en los límites de lo que se considera competencia desleal y que proliferarán hasta que haya sentencias suficientes como para desincentivar este tipo de conductas y modelos.