Elizabeth Arden pone en marcha un plan de reestructuración para sanear su estructura

Elizabeth Arden pone orden. El grupo estadounidense ha iniciado el Performance Improvement Plan (PIP), con el que pretende sanear por completo su estructura con la mirada puesta en una posible operación de adquisición, que se ha avivado con el interés mostrado por compañías como el gigante asiático LG.

La empresa, que desveló el plan el pasado mayo y lo aprobó esta misma semana, tiene previsto reducir su cúpula, abandonar negocios no rentables, clausurar puntos de venta y dejar de producir algunas de sus licencias. Además, Elizabeth Arden también reducirá su cartera de productos y clausurará su filial en Puerto Rico.

El objetivo de Elizabeth Arden es ahorrar anualmente entre 27 millones de dólares (19,84 millones de euros) y 35 millones de dólares (25,72 millones de euros), aunque cuando las iniciativas estén totalmente implantadas, esta reducción de costes se podría elevar hasta los 50 millones de dólares (36,75 millones de euros).

Este plan de reestructuración forma parte de los cambios implantados por Rod Little, que se incorporó a la compañía en abril como director financiero y vicepresidente. Little sustituyó en el cargo a Stephen Smith, que abandonó la empresa en septiembre de 2013.

Estas iniciativas que Elizabeth Arden pone en marcha ahora se producen tras la contratación, el pasado mayo, de Goldman Sachs. La entidad se está encargando de analizar alternativas estratégicas potenciales para el grupo, entre las que destaca la venta de la compañía.