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Ximena Banegas (Changing Markets): “La moda ha abusado de la palabra sostenibilidad para vender más”

La fundación, que trabaja con ONG para el desarrollo de campañas para concienciar sobre la sostenibilidad, acaba de publicar un estudio en el que analiza el greenwashing en la moda.

Iria P. Gestal

1 jul 2021 - 04:54

Ximena Banegas (Changing Markets): “La moda ha abusado de la palabra sostenibilidad para vender más”

 

 

A Ximena Banegas, asesora de campañas en la fundación Changing Markets, le cuesta encontrar algo bueno que decir de la industria de la moda. Changing Markets, que trabaja con ONG para el desarrollo de campañas para concienciar sobre la sostenibilidad, realizó a principios de febrero un informe en el que analizaba la prevalencia de las fibras sintéticas dentro del sector textil. Ahora, ha preguntado directamente a las marcas y la conclusión del nuevo informe, Sintéticos Anónimos, es que ni siquiera las líneas sostenibles cuentan con un bajo porcentaje de este tipo de materiales. “A medida que ha aumentado la presión en la industria de la moda, estas marcas han adquirido más compromisos, pero no están siendo sinceras”, resume Banegas. La ejecutiva defiende que continúa habiendo greenwashing en el sector y que lo que se necesita no es cambiar de materiales, sino de modelo.

 

 

Pregunta: ¿Sigue habiendo greenwashing en moda?


Respuesta: Mucho, hay muchas declaraciones engañosas que no están fundamentadas y que se están vendiendo al consumidor. Una de las conclusiones del informe es que el 59% de las declaraciones sostenibles que realizan las diferentes empresas de moda europeas no están bien fundamentadas.

 

 

P.: Los consumidores están más informados, hay más legislación… ¿Cómo puede seguir ocurriendo esto?


R.: Uno de los puntos críticos es que muchas empresas planean alcanzar ciertos estándares de sostenibilidad con una solución falsa, que es emplear botellas de plástico reciclado. La mayoría quieren reemplazar el poliéster virgen con botellas de plástico PET de un solo uso, que están siendo infrarrecicladas. Forma parte de estas soluciones falsas de la industria de usar y tirar, porque es un camino directo para que las prendas vayan a la incineración o la contaminación.

 

P.: Pero el problema no está en la fibra, sino en la vida posconsumo, ¿no?


R.: Son fibras baratas que producen ropa de baja calidad y perpetúan la dependencia de la moda de la extracción de combustibles fósiles en un momento de emergencia climática. Otro ejemplo de estas afirmaciones vagas y un poco engañosas son las relacionadas con el uso de materiales “sostenibles”, “de origen sostenible” o “fabricados de forma sostenible”, criterios que a menudo no están bien definidos. Inditex, por ejemplo, informa de que ha invertido en nuevas tecnologías que exploran sistemas para reciclar sus productos, pero es una inversión muy diminuta comparada con sus ganancias netas. Ahí es donde vemos que no hay una relación específica entre cómo estas empresas están invirtiendo su dinero y lo que están vendiendo al consumidor.  

 

 

 

 

 

P.: ¿Por qué han puesto el foco en las fibras sintéticas?


R.: Porque perpetúan esta dependencia de la industria de la moda con respecto a la extracción de los combustibles fósiles y el uso de sintéticos producidos a partir de petróleo y gas. Hay incluso proyecciones de invertir en carbón para la producción de plásticos y de sintéticos. Y además existe el problema de los microplásticos que se están desprendiendo de la ropa y que consumimos en todo lo que usamos, así que a la crisis climática se le suma un problema de salud.

 

 

P.: Pero también son más fáciles de reciclar y tienen una vida más larga, ¿eso no es más sostenible?


R.: Eso sería cierto si estas prendas en verdad se pudieran reciclar. Una de las alertas de greenwashing es lo que llamamos híbridos del horror: una sudadera que sea 31% poliéster, 30% acrílico, 30% nylon, 4% elastano y 5% lana tiene tantos materiales complejos y mezclados que al final no se va a poder reciclar, porque va a ser imposible de separar. Esto significa que esta idea de que ese material va a tener más larga duración o una vida al final de su uso no es verdad. Además, no hay esquemas de reciclaje para recolectar esas prendas ni los sistemas fiber to fiber para reciclarlas.

 

P.: ¿El futuro pasa por la economía circular?

R.: Estamos en un momento crucial, especialmente por la legislación. En España está actualmente en el Parlamento el proyecto de ley de residuos, aunque por el momento no contempla objetivos de reutilización obligatorios para las marcas de moda. En la Unión Europea, la próxima estrategia textil es una oportunidad para que los legisladores tomen medidas para abordar estos desechos y garantizar que las marcas sean más responsables y transparentes respecto a la cadena de suministro, el diseño de la ropa y el final de la vida útil.

 

 

P.: ¿Habría que regular más el uso de términos como ecológico o sostenible?


R.: Sí, porque las marcas y las diferentes empresas de la moda han abusado de estos nombres para poder vender más. Debe existir regulación respecto a cómo las marcas venden o estipulan sus productos con respecto a la sostenibilidad.

 

 

P.: ¿Cuál sería el material ideal?


R.: No se trata de qué material es mejor, sino de cómo reducimos el consumismo y los altísimos niveles de producción que solamente generan ropa de muy baja calidad que al final termina desperdiciada. Necesitamos un cambio de modelo de la producción muy rápida a muy bajo coste con materiales baratos y desechables hacia un mejor diseño, menos consumismo.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué rol tiene el consumidor?


R.: Dentro de las recomendaciones que nosotros le damos a los consumidores es que traten de ver la manera en la que consumen. Que los productos que ellos compren sean de mayor durabilidad, que busquen la manera de reparar, reutilizar, comprar segunda mano… Y que también ayuden a compartir este tipo de mensajes para mostrar la totalidad del problema del greenwashing y de las prácticas explotativas que son insostenibles y dañinas para el medio ambiente.

 

 

P.: Dígame algo que haga bien la industria de la moda.


R.: Algo que la industria de la moda está haciendo muy bien es el lavado de imagen verde (greenwashing), mintiendo y engañando a los consumidores, los cuales no poseen las herramientas necesarias para separar ni reconocer cuando están siendo engañados con productos que ostentan sostenibilidad; mientras que una gran cantidad de prendas terminan en vertederos o incineradores con aproximadamente un camión de basura de ropa a nivel mundial terminando en un vertedero de basura cada segundo.