Back Stage

Wolford y el 'made in' Austria: un par de medias en nueve minutos y medio

Franc Marín-Camp. Bregenz (Austria)

26 ene 2015 - 04:41

 

El orden y la eficacia germánicos pueden llegar a producir siete millones de medias al año en una sola fábrica. Cada par de medias está listo en nueve minutos y medio a través de cinco pasos que tienen lugar en la planta austriaca de Wolford, uno de los mayores fabricantes de calcetería del mundo. La conjunción entre la maquinaria y la mano de obra especializada logran convertir 50 gramos de fibras sintéticas como la Lycra y el nylon en unos pantys que viajan a más de sesenta países.

 

La fábrica de las medias de lujo Wolford se ubica en Bregenz, a orillas del lago Constanza. Para empezar el proceso, viajan hasta aquí varias toneladas de hilados en forma de tubo procedentes de países como Alemania (36%), Suiza (21%), Austria (15%) e incluso Japón (10%). En la fábrica, se cortan y se tratan con vapores de agua para que encojan. Exponiendo esta materia prima a temperaturas de entre 90º y 120º, las fibras adoptan el tamaño y la elasticidad adecuados, y los hilados empiezan a parecerse a unas medias.

 

Esto es sólo el principio de un proceso que incluye más pasos. Tras el afeitado de las prendas una a una para eliminar una primera capa de impurezas, toca dar forma a los pies cosiendo tacones y puntas, y añadir a las medias el encaje de la parte superior. La producción corre a cargo de 600 empleados de un total de 1.600 que tiene el grupo. Estos se dividen en dos turnos en un plantilla que, a simple vista, está formada mayoritariamente por mujeres.

 

Posteriormente, se tiñen las medias en una gama de colores que va del beige al negro, pasando por el azul y el rojo. Un proceso que requiere hasta 900 metros cúbicos de agua en un solo día, procedente de un surtidor propio de Wolford. El aspecto final se obtiene tras el lavado y el secado de las prendas, que se hace a más de 100º de temperatura.

 

Un silencioso examen final

 Las medias dan sus últimos pasos en el control de calidad. Lejos del ruido y el calor de las máquinas, pero en la misma fábrica, una veintena de técnicos comprueban a través de un sistema informático que cada par de medias tenga la resistencia y elasticidad deseadas. Un 5% de las que llegan a este punto no logran pasar el examen.

 

La compañía, fundada por Reinhold Wolff y Walter Palmers en 1950, dispone desde 2010 de otra planta en Eslovenia donde trabajan 300 personas. Ahí y en los 37.000 metros cuadrados de Bregenz tienen lugar los procesos de costura, control y packaging. Antes de empaquetar las medias, una trabajadora las repasa una a una extendiendo el tejido sobre una base circular. Al más mínimo indicio de impureza, introduce en la zona una pequeña aguja mecánica que, en un segundo, deja la prenda nueva.

 

Las medias son el producto más conocido de la empresa. Sin embargo, la calcetería sólo representa la mitad de los artículos que Wolford produce. La enseña austriaca también fabrica camisetas, jerséis y pantalones utilizando la misma maquinaria con que se confeccionan las medias. El prêt-à-porter representa un 30% de la producción total, la lencería copa un 15%, los accesorios un 3% y la moda de baño un 1%. La compañía ha dejado de producir esta última división en 2015, si bien en las tiendas todavía se venden artículos de baño de temporadas anteriores.

 

Nueva cúpula para el relanzamiento

 En 2014, la empresa nombró a Ashish Sensarma consejero delegado de Wolford. El ejecutivo, procedente de Vilebrequin, se une al equipo formado por Thomas Melzer, al frente de las finanzas del grupo, y Axel Dreher, responsable de producto. La nueva cúpula tiene como misión relanzar una firma que cerró el pasado ejercicio en números rojos. Entre los nuevos fichajes también está Grit Seymour, directora creativa de la firma, con experiencia en Donna Karan, Max Mara y Hugo Boss.

 

En esta nueva etapa, Wolford quiere reforzar su distribución a través de establecimientos  propios. En el ejercicio actual, la firma ha abierto o abrirá tiendas en Barcelona, Londres, Nueva York, Hong Kong, Florencia y Fráncfort. Al mismo tiempo, la compañía quiere relanzar la venta al por mayor y potenciar su punto de venta online.

 

El grupo controla el 68% de su distribución, que se hace principalmente a través de tiendas propias (47%). El resto de los artículos se venden en tiendas multimarca (17%) o en grandes almacenes (15%). El principal mercado de Wolford está en Europa (77%), principalmente en Alemania (16%), Austria (11%) y Francia (10%). Norteamérica copa el 17% de las ventas del grupo, mientras que la región Asia-Pacífico representa el 5%.

 

 

La vuelta a los resultados positivos

 En el primer semestre del ejercicio actual (cerrado en octubre de 2014) Wolford consiguió dejar atrás los números rojos. La empresa pasó de unas pérdidas de 1,96 millones de euros en el mismo periodo de 2013 a alcanzar un resultado después de impuestos de 1,38 millones de euros en 2014. Sin embargo, la facturación ha seguido a la baja, pasando de 74,81 millones en el ejercicio anterior, a 72,63 millones en la actualidad, lo que representa una caída interanual del 3%.

 

Wolford, que cotiza en la bolsa de Viena, redujo su facturación un 0,4% en su último ejercicio completo (que finalizó el 30 de abril de 2014), registrando 155,87 millones de euros en ventas, frente a los 156,47 del año anterior. A su vez, la compañía incrementó sus pérdidas un 2%, con un resultado negativo de 2,81 millones. Las pérdidas de la firma en 2013 fueron algo menores, alcanzando los 2,76 millones de euros.