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Úrsula Mascaró: “Lo que le importa a la mayoría de la gente es que la princesa Letizia se ponga tu calzado”

10 may 2010 - 00:00

P. Riaño.- Úrsula Mascaró está al frente del departamento de diseño de la firma menorquina de calzado Mascaró. Sin embargo, reparte su tiempo entre la división que lidera y el resto de áreas de la empresa. “El diseño sin todo lo demás no tiene sentido; es necesario saber qué quiere la gente”, sostiene. La empresa, liderada por la tercera generación familiar de la mano de Úrsula y Lina Mascaró, opera en el mercado con las marcas Mascaró, Jaime Mascaró, Úrsula Mascaró y Pretty Ballerinas. La compañía se ha adaptado a los cambios del consumo y, sin perder la artesanía, ha apostado por nuevos valores.Pregunta: Se acaba de hacer público un estudio que dice que los empresarios españoles del calzado son optimistas respecto a 2010… Respuesta: ¡Por supuesto! En nuestro caso también es así. Mascaró tiene un producto muy equilibrado entre precio, calidad y moda. Hoy en día lo importante es encontrar ese punto para que el público quiera comprar tus artículos. No tenemos miedo del futuro. P.: ¿Se percibe ya una recuperación? R.: Cuando comenzó la crisis, hubo un momento de colores más neutros, como el gris, el marrón… es un movimiento hacia artículos que puedan perdurar más tiempo dentro del armario. Ahora empieza de nuevo a volver el color. La moda es el mejor reflejo de la sociedad. Sin prisa pero sin pausa, vamos creciendo: no es el momento de hacer grandes inversiones, pero no hay que pararse, porque si no mueres. P.: ¿Cómo están yendo los primeros meses del año? R.: A igual superficie, acumulamos un crecimiento del 20%. No sé si es porque algunos competidores han cerrado y nosotros hemos ganado cuota de mercado o porque los clientes nos prefieren.P.: En textil, el bajo coste es un fenómeno en auge. ¿Sucede lo mismo en el calzado? R.: El sector del calzado es muy diferente. Te puedes poner una camiseta de diez euros, yo misma lo hago, pero en el caso del calzado tienes que estar todo el día sobre el zapato, por eso es importante la suela, el forro… Nuestros precios son medios-altos, la gente aún puede comprarlos. El low cost en el calzado es complicado, aunque existe y tiene su público, pero no nos afecta porque no es competencia directa. P.: ¿Qué importancia tiene el diseño en un momento como el actual? R.: El diseño es imprescindible. Si no, ¿por qué vas a pagar cien euros por una bailarina cuando las hay por cinco euros? En España somos el segundo país fabricante de calzado del mundo, por detrás de Italia. China y Brasil también son líderes, pero en bajo coste. Todo el mundo lo sabe en extranjero y somos un referente.P.: ¿Artesanía o diseño? R.: Mascaró ha emprendido un cambio de estrategia en los últimos años: hemos decidido vender glamour porque es lo que engancha al consumidor, la artesanía importa menos. Lo que le importa a la mayoría de la gente es que una modelo como Laura Ponte o la princesa Letizia Ortiz se ponga tu calzado. Al público final le da igual que sea artesanal, pero la calidad cuenta. P.: Mascaró es una empresa familiar. ¿Qué ventajas y desventajas tiene este hecho? R.: La confianza, para lo bueno y para lo malo. Las decisiones son más rápidas, no es necesario que pasen por un comité como sucede en una multinacional. Es todo más ágil. Eso no quiere decir que no estemos profesionalizados, al contrario. Nos hemos reforzado con gente externa a la familia. Julio de Olives, por ejemplo, es nuestro director de tiendas de Mascaró y procede de Kraft, donde ha pasado trece años. Somos una compañía familiar, pero con influencia internacional.