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Un modelo para la moda española de autor: retos del nuevo plan que impulsa el Gobierno

Adriana Moscoso, directora general de Industrias Culturales, abre junto a Acme el ciclo de encuentros Pro, en el marco de Madrid es Moda, para debatir sobre el Plan Global de la Moda de Autor.

Modaes

21 sep 2021 - 04:44

Definir un modelo para la moda española de autor. Ese es el reto que deberán afrontar en los próximos meses los integrantes de la mesa de diálogo para el desarrollo de un Plan Global de la Moda de Autor, que impulsa el Ministerio de Cultura y Deporte con el objetivo de crear una estrategia de país en este ámbito. Para abrir el diálogo, Adriana Moscoso, directora general de Industrias Culturales y Cooperación del Ministerio de Cultura y Deporte, participó el pasado viernes en la apertura del ciclo de encuentros Pro, impulsado en el marco de Madrid es Moda, iniciativa de la Asociación Creadores de Moda de España (Acme).

 

Junto al alto cargo de Cultura participaron en el debate varios representantes de la junta de Acme, que identificaron retos del sector como la falta de dimensión empresarial, la desconexión entre creatividad e industria o la necesidad de formación para contar con profesionales cualificados para impulsar la moda española de autor a medio y largo plazo.

Moscoso precisó que el plan que impulsa el Gobierno, en el que pretende implicar a administraciones autonómicas y locales, parte de “un trabajo de análisis de las fortalezas y debilidades de las industrias culturales y creativas y de asumir que el sector de la moda de autor es parte de las mismas”.

 

 

En este sentido, lamenta que “quizás no se había atendido al sector con suficiente atención desde la administración”, cuando la moda de autor “aúna muchos intereses del Ministerio de Cultura y Deporte en cuanto a su valor estratégico porque tiene arraigo en nuestro país, tradición, saber hacer, presencia a nivel territorial, y también nos permite incorporarlo también a los planes de lucha contra el reto demográfico”.

 

 

 

 

A juicio de la directiva de Cultura, la moda de autor “responde a muchas preguntas y aporta muchas soluciones: somos país de creadores, de talento, y desde las administraciones tenemos que apoyar ese talento, que se refuercen las estructuras empresariales y profesionales, ayudar a que salgan las firmas fuera, que se consoliden aquí”. Entre los retos, destaca la necesidad de generar “una clase media empresarial más holgada”, con compañías más consolidadas, agrega.

 

Para Modesto Lomba, presidente de Acme, la moda española de autor debe explorar “lo que nos puede dar diferencia y presencia ante otros países”. “Ante países tan importantes como Francia, Italia, Estados Unidos o China, ¿qué es lo que nos diferencia? ¿Qué podemos vender o transmitir de diferencia respecto a otros países tan importantes e interesantes?”, se preguntó.

 

Ainoa García, directora de prê-à-porter y calzado de Loewe, incidió en que el plan debe permitir al sector “mirar a medio y largo plazo por primera vez y con mirada internacional, en lo que estamos plenamente legitimados”.

 

Ana Locking, directora creativa de la marca homónima, manifestó por su parte que “el futuro de esta globalización es llevarlo a lo local y que lo local favorezca y hacer algo diferente del resto del mundo”, para lo que la moda española de autor puede aprovechar su herencia cultural y valores como la artesanía.

 

Héctor Jareño, director creativo de Reliquiae, anticipó un proceso de negociación “en el que todos tendremos que hacer sacrificios, porque hay que poner de acuerdo a mucha gente”, pero a la vez celebró que con este plan “es la primera vez que nos sentamos a pensar de forma estratégica en nosotros mismos y nuestro futuro como sector”.

 

 

 

 

“Lo que nos sobra es el talento -diagnosticó Jareño-, pero tenemos problemas de orden empresarial, estrictamente organizativo”. “Nuestras empresas tienen un tamaño pequeño; nuestro sector está muy atomizado -coincidió con Moscoso-, y para que las empresas crezcan hay que hacerlo bajo el criterio de marca: no se puede crear marca española de moda si en España no hay marcas y para eso hace falta colaborar”.

 

Jareño también ahondó en la necesidad de que haya mayor conexión entre la industria textil y la moda de autor y apuntó a “un problema de distribución internacional” o de cambio de modelo de retail. Para afrontar todos estos desafíos, apostó por “fijar una meta y visión clara de a donde quieres llegar” y de esta forma “generar una identidad de moda española que ayude a la propia moda española a desarrollarse”.

 

García insistió por su parte en los problemas de “formación y profesionalización” que apostó por “atacar de forma crítica”: “es una enorme paradoja que no se encuentren profesionales en el sector cuando la actividad productiva se ha desmantelado desde 2005”, apuntó. “Son todas aquella personas que acompañan al creativo a crear ese producto de alto valor; tenemos que identificar los perfiles que serán críticos para el futuro”, dijo. Jareño añadió en este sentido la necesidad de incrementar la formación en torno a “emprendimiento y gestión”.

 

Ana Locking subrayó por su parte en la importancia de generar storytelling. “Por mucho encaje de bolillos que hagamos, si no tienes nada que contar no se establece relación directa con el comprador, con quien se interesa por nuestra firma, por un potencial empresarios que quieran invertir en determinadas firmas”.

 

Lomba dijo en el mismo sentido que “no podemos volver a equivocarnos como en los años 80: ver un modelo como el italiano e intentar imitarlo”. “El modelo debe ser nuevo, diferente y tiene que ser algo que no está sucediendo: es la clave de los modelos como el que encontraron en su día los italianos”, apuntó el presidente de Acme.

 

 

 

 

Para García, el plan debe dar como resultado “que podamos dar una imagen de sector cohesionado para empezar tendrá como consecuencia que los emprendedores y el capital encuentren interés en la creación de estructuras organizativas con una finalidad importante que es velar por el largo plazo.

 

En el mismo sentido, Jareño apostó por “construir un sector atractivo para que se vea como oportunidad de negocio para el futuro por parte de todos los que intervenimos en él: los diseñadores, los grupos inversores y el señor que tiene que heredar el negocio de serrería de su padre y que si no puede vivir de él con dignidad económico y reconocimiento y prestigio social se va a sacar una plaza de Correos”.