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The Carlyle Group, en busca de su próximo Moncler tras subirse al monopatín con Supreme

La gestora de fondos, que cuenta con más de 195.000 millones de dólares en activos y 317 vehículos de inversión, es también accionista mayoritario de la holandesa Hunkemöller y la italiana Golden Goose Deluxe Brand.

L. Molina

7 may 2018 - 04:40

The Carlyle Group, en busca de su próximo Moncler tras subirse al monopatín con Supreme

 

 

Moncler y The Carlyle Group. SMCP y KKR. Pronovias y BC Partners. Los titanes de la inversión en el mundo tiene a la moda en el mapa y el sector se deja seducir.  Sólo en los últimos años, se han producido una oleada de operaciones en el sector, con rescates, cambios de manos y nuevas inyecciones de capital para crecer. ¿Pero quién está detrás de los grupos e inversores que apuesta por el sector? En esta sexta edición del Quién es Quién de Empresas de moda en España, patrocinado por Moddo, Modaes.es recorre la historia y las carteras de quince mecenas de la moda.

 

 

 


Con treinta años de trayectoria a sus espaldas, The Carlyle Group es uno de los mayores gestores de fondos del mundo. Aunque el foco de sus inversiones siempre han sido industrias ajenas a la moda, como la energía, la sanidad, las telecomunicaciones o el real estate, en los últimos años el grupo inversor ha puesto a la moda en el punto de mira, tras haber participado en el pasado en las pujas por Pronovias y Grupo Cortefiel. Moncler, la compañía italiana especializada en prenda de abrigo, ha sido uno de sus mayores éxitos, dado que la empresa multiplicó su tamaño y sus ingresos de forma exponencial en muy pocos años.

 

Carlyle nació en 1987 en Washington (Estados Unidos). El nombre de la gestora era el mismo que el del hotel de lujo de Nueva York en el que sus fundadores, William Conway, Daniel D’Aniello y David Rubenstein, solían reunirse para hablar de sus inversiones. En la actualidad, la gestora de fondos cuenta con más de 195.000 millones de dólares en activos, 317 vehículos de inversión y más de 1.600 empleados en todo el mundo. El grupo posee 31 oficinas en diecinueve países repartidos por los cinco continentes, la mayoría concentradas en Europa y Norteamérica. 

 

Carlyle engloba su negocio en cuatro divisiones distintas: Corporate Private Equity, cuyos fondos suman 73.000 millones de dólares en activos; Real Assets, su plataforma global para invertir en real estate, energía y recursos naturales; Global Credit, un vehículo especializado en préstamos directos e inversiones en deuda privada, entre otros, e Investment Solutions, su servicio para asesorar y desarrollar carteras de inversión a clientes externos a través de su propia red de fondos.

 

 

 

 

Corporate Private Equity ha invertido 87.000 millones de dólares desde 1990 a través de 601 transacciones. Los fondos que forman parte de esta división se clasifican en función de los mercados geográficos en los cuales buscan inversiones o bien la rama de actividad de las compañías en su punto de mira.

 

En Europa, la gestora estadounidense cuenta con cuatro vehículos inversores distintos, destinados a compras apalancadas en compañías con una valoración superior a dos cientos millones de euros y con operaciones basadas en Europa. Por ejemplo, Carlyle Europa Partners III fue el fondo mediante el que Carlyle entró en 2008 en Moncler, su primera incursión en moda. Este también fue el vehículo utilizado para invertir en compañías como el grupo editorial Le Figaro, la española Applus o Twin-Set.

 

En Asia, el grupo opera con Carlyle Asia Growth Partners, especializado en inversiones en tardío estado de desarrollo y con operaciones en China, India o Corea del Sur. A través del fondo Carlyle Asia Growth Partners IV, lanzado en 2008 con recursos por valor de 1.040 millones de dólares, Carlyle invirtió en Shenzhen Ellassay Fashion, una empresa china de moda y accesorios para mujer. En particular, Carlyle Asia Growth Partners IV está especializado en la inversión en compañías con “alto crecimiento, excelente gestión local y una posición de líder en el mercado en China, India, Japón y Corea del Sur”.

 

 

 

 

Desde 2018, el equipo directivo de Carlyle está compuesto por tres consejeros delegados: Kewsong Lee, Glenn Youngkin y Peter Clare. Al frente de la dirección financiera está Curtis L. Buser, mientras que la cúpula la completan otros once ejecutivos en calidad de directores generales, todos ellos basados o bien en su oficina en Nueva York o en la de Washington.

 

 

El ‘pelotazo’ Moncler

En octubre de 2008, Carlyle se adentró en el terreno de la moda con Moncler. La gestora se hizo con una participación mayoritaria en la empresa italiana de prendas de abrigo a través de su fondo Carlyle Europa Partners III.

 

En 2011, el grupo inversor vendió el grueso de su participación al fondo galo Eurazeo, que se hizo con el 45%, mientras que Carlyle y Remo Ruffini, presidente y director creativo de Moncler, se quedaron con el 17,8% y el 32% del capital, respectivamente.

 

El importe de la operación ascendió a 418 millones de euros, valorando la compañía italiana en 1.200 millones de euros. Dicha cifra equivalió al resultado bruto de explotación (ebitda) de 2010 multiplicado por doce.

 

Entre 2008 y 2010, la compañía había pasado de operar con seis tiendas a contar con 56 establecimientos operativos en Europa, Asia y Norteamérica. Las ventas y el ebitda de Moncler, por su parte, se elevaron un 42% y 91% en el mismo periodo, respectivamente. Posteriormente, en 2011, Moncler lanzó su propia plataforma de ecommerce. Durante los primeros años en la cartera de activos de Carlyle, el grupo italiano también reforzó su equipo mediante la contratación de un nuevo director de retail procedente de Gucci y creó una joint venture con el licenciatario de la colección infantil de la marca.

 

 

 

 

Twin-Set: el segundo ‘affaire’ con la moda italiana

En junio de 2012, Carlyle realizó su segunda inversión en el negocio de la moda. A través de su fondo Carlyle Europe Partners III, la gestora tomó una participación mayoritaria en la también italiana Light Force, la sociedad propietaria de Twin-Set. La operación, en la que también estuvo involucrado el fondo de capital crecimiento DGPA Capital, supuso la continuidad de los fundadores de Twin-Set, Tiziano Sgarbi y Simona Barbieri, como gestores del día a día de la compañía. Ambos empresarios conservaron una participación minoritaria en el capital.

 

Carlyle se interesó por Twin-Set a la luz del crecimiento alcanzado por la empresa en los años anteriores. Entre 2007 y 2011, la facturación de Twin-Set creció casi un 400%, hasta superar los 103 millones de euros.

 

En 2015, la gestora elevó su apuesta por la compañía italiana e incrementó su participación hasta el 90% del capital. La operación coincidió con el nombramiento de Alessandro Varisco, un ejecutivo que pilotó el relanzamiento de Moschino, como nuevo consejero delegado, cargo que ostentaba el cofundador de la firma Tiziano Sgarbi desde 1990, cuando se fundó la empresa. Simona Barbieri, por su parte, se mantuvo en el puesto de directora creativa.

 

Posteriormente, en la primavera 2017, Carlyle tomó el pleno control de Twin-Set mediante la adquisición de la participación que restaba en manos de Barbieri. La operación supuso la salida de la cofundadora de la empresa.

 

 

Coqueteos con la moda española

Carlyle no ha materializado ninguna inversión en compañías del  sector en España. Sin embargo, el fondo sí que ha participado en la puja  por varios activos.  En la primavera de 2017, la gestora presentó una oferta formal para hacerse con el 100% de Pronovias, en un precio que rondó los 500 millones de euros. Finalmente, la compañía fue adquirida por otro fondo, BC Partners.

 

También el año pasado, Carlyle compitió con CVC por recomprar Grupo Cortefiel (que en 2018 cambió su nombre a Tandem). El segundo, que ya era accionista de la empresa española, presentó una oferta de un euro más la deuda (que ascendía a 1.100 millones) para recomprar las participaciones de PAI Partners y de Permira, que tenían el 33% del capital cada uno. Finalmente, en julio de 2017, CVC y Pai compraron a Permira su participación en el grupo e inyectaron liquidez para reducir su endeudamiento un 40%.

 

 

 

 

Golden Goose: más moda italiana para ‘sacar tajada’

En febrero de 2017, la gestora adquirió la compañía de lujo Golden Goose a través de su fondo Carlyle Europa Partners IV. Hasta entonces, el grupo estaba controlado por Ergon Capital Partners III. Carlyle adelantó en la puja a otros fondos interesados por la empresa como General Atlantic, Permira, Mayhoola, BC Partners o Lion Capital. Golden Goose fue fundada en 2000 y tiene sus oficinas centrales en Venecia (Italia). En 2016, las ventas se situaron por encima de los cien millones de euros.  La empresa opera con ocho flagships y 700 puntos de venta en todo el mundo.

 

 

 

 

Hunkemöller: lencería holandesa con ‘sex appeal’

En diciembre de 2015, Carlyle alcanzó un acuerdo con Pai Partners para adquirir una participación mayoritaria en la firma holandesa de lencería Hunkemöller por un importe que no trascendió. La operación se llevó a cabo a través del vehículo Carlyle Europa Partners IV. En el momento de la compra, Hunkemöller contaba con más de 700 tiendas en mercados europeos como Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Francia, España y los países escandinavos. La empresa finalizó su ejercicio 2017 con unas ventas de 399 millones de euros y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 62 millones.

 

 

 

 

Supreme: la entrada de Carlyle en el ‘streetwear’

En octubre de 2017, Carlyle sorprendió al sector con la toma de una participación minoritaria en la marca de moda skate Supreme. La operación valoró la compañía en unos 1.100 millones de dólares. Supreme nació en 1994 de la mano de James Jebbia, que puso en marcha entonces un pequeño establecimiento en Nueva York. En la actualidad, hay once puntos de venta en todo el mundo y la marca se caracteriza por una distribución muy limitada, con artículos que se agotan en pocas horas. La operación se produjo poco después de que Supreme realizase una colaboración con Louis Vuitton, la marca de LVMH.