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‘Show me the money’: ‘Business angels’, mentores a la caza del ‘hype’

El siguiente paso a los friends, fools and family suelen ser business angels, inversores que aportan capital y know how y que apuestan por modelos de rápido crecimiento.

Iria P. Gestal

26 feb 2018 - 04:45

‘Show me the money’: ‘Business angels’, mentores a la caza del ‘hype’

 

 

Business angels, Marf, bonos, bolsa o venture capital eran hasta hace muy poco palabras casi desconocidas en las compañías españolas de moda. Pero la etapa de dependencia casi total del sector bancario comienza a quedar atrás, y las posibilidades alternativas para captar recursos son cada vez más frecuentes en el sector, que encadena un récord de operaciones corporativas en apenas un lustro. Modaes.es realiza, a lo largo de una serie de reportajes, una radiografía de las fuentes de financiación al alcance del sector: desde el confirming hasta el asset based learning.

 

 

Know how y capital para llevar la empresa al siguiente nivel. Los business angels son, sobre el papel, una de las mejores opciones para los emprendedores que quieren dejar atrás la fase de start up para hacer su negocio global, y también una de las más extendidas entre las compañías españolas de moda que dan sus primeros pasos. Deporvillage, We Are Knitters, Howsty o Ribags han recurrido a ellos. ¿Quiénes son, que buscan y cuáles son los riesgos de estos ángeles de los emprendedores?

 

Aunque hay business angels que invierten en varias fases de desarrollo de una compañía, en España la mayoría de operaciones se concentran en las etapas más tempranas, una vez superada la financiación con friends, family and fools.

 

Además, el 91% de los que business angels españoles son hombres, el 43% tienen entre 34 y 44 años y la mayoría (un 56%) son relativamente novatos en la inversión, con entre uno y cinco años de experiencia como business angels, según un informe elaborado por la Asociación Española de Business Angels (Aeban).

 

Los inversores españoles cubren un amplio espectro de capital: disponen de entre 5.000 euros hasta más de un millón de euros al año para invertir, según el mismo informe, si bien la mayoría (un 23,1%) disponen de menos de 25.000 euros.

 

 

 

 

En cuanto a la valoración, Aeban reconoce que “es uno de los aspectos menos transparentes de la inversión ángel”. Aún así, la asociación estima que, en 2016, la valoración media se situó en la mayoría de los casos en torno a 800.000 euros en las inversiones semilla y en 1,7 millones de euros en las de start ups, muy por encima de Estados Unidos, donde la mediana fue de 4,35 millones de euros, según el informe Halo Report.

 

En el sector de la moda, la mayoría de empresas españolas que han recurrido a business angels lo han hecho para afrontar la segunda etapa de la empresa. “La primera son los friends, family and fools, que invierten en el emprendedor, que es la única realidad que hay, para pasar de un producto, las clásicas 5.000 gafas vendidas, a un negocio”, explica Luis Martín Cabiedes, impulsor de la firma de inversión Cabiedes&Partners, que ha participado en compañías como Modalia, Deporvillage o We Are Knitters.

 

“El siguiente escalón son los business angels, inversores profesionales para pasar de un negocio familiar o artesanal a uno global y se comprometen con su dinero y aportan know how”, añade el experto. Este tipo de inversores acompañan al emprendedor no sólo con dinero, sino también aportando su propia experiencia. 

 

 

 

 

Aún así, los expertos, incluso los propios business angels, recomiendan meditar mucho la decisión de abrir el capital a socios externos. “Los mejores inversores que hay son los clientes; a veces se olvida que el planteamiento inicial de poner en marcha una empresa suele ser vivir tranquilo, crecer con tranquilidad”, dice Javier Megías, cofundador de Startupexplore, una de las mayores comunidades de start ups e inversores de España.

 

Cabiedes coincide: “¿cuándo abrir el capital a un business angel? La respuesta de libro es nunca”. “El mayor éxito de un emprendedor es hacerse grande sin deberle nada a nadie, así que hazlo lo más tarde posible y siempre que creas que vas a generar mucho más de lo que te dan”, apunta. 

 

Los business angels sí son la opción más interesante si lo que se busca es un crecimiento acelerado. En este sentido, Cabiedes explica que hay dos tipos de inversor, los que hacen un “uso eficiente del capital”, que buscan un desarrollo de negocio progresivo, y otros que “buscan un negocio explosivo, hacerlo crecer rápido y pasar pronto la patata caliente a otro inversor”.

 

Es en este tipo de inversores cuando, a menudo, se combina la inversión con fórmulas como el media for equity, es decir, ceder una participación de la empresa a un inversor, generalmente un grupo mediático, a cambio de publicidad. A esta fórmula han recurrido start ups como eShop (participada por Atresmedia, y hoy desaparecida) o la aplicación 21 Buttons, que tiene a Mediaset en su capital. A escala internacional, Zalando, eDarling o Trivago son algunas de las compañías que han recurrido a este modelo.

 

El ecommerce de moda, favorito de la inversión

 

Pese a que son muchas las empresas de moda que han recurrido a esta forma de financiación en España, el sector está lejos de ser el preferido por los inversores. Según el estudio de Aeban, el 51% de los encuestados invirtieron en el sector de las TIC o el software en 2016, frente a sólo el 15% que lo hicieron en moda y diseño.

 

De hecho, el background de mayoría de inversores en España es financiero o de TIC (23% y 33%, respectivamente), seguidos de lejos por consultores, con un 8%, y distribución y energía (con un 4% en cada caso).

 

Sin embargo, los nuevos modelos de negocio en el sector, especialmente en el ámbito digital, están atrayendo a cada vez más business angels. Cabiedes explica que, si bien la moda tiene características interesantes, como el margen, también tiene otras “peligrosas, como la poca fidelidad y el factor moda”.

 

En el ámbito digital, esto se soluciona con la producción bajo demanda en mayor o menor grado. Es el caso, por ejemplo, de Hawkers, que realiza test A/B para probar diferentes colecciones de gafas y producir sólo las que tienen más tracción en la Red.

 

El factor riesgo del diseño se reduce mucho, y eso sumado a una comunicación explosiva en redes sociales genera una gran tracción. “Por eso se buscan las DNVB, digital native, virtual brands”, dice Cabiedes.

 

Junto al modelo de negocio y la competencia, el tercer factor clave es el equipo. De hecho, el motivo más habitual por el que se rompen las negociaciones es porque las conversaciones pusieron de manifiesto que los emprendedores no tenían la capacidad de gestión necesaria o porque, a título personal, el inversor dejó de confiar en los emprendedores.

 

 

 

 

 

Riesgos y fracasos

 

Pese a contar con el apoyo de un mentor y con recursos para impulsar la compañía, este tipo de inversión tiene un gran riesgo y la gran mayoría de start ups se quedan por el camino. “Más del 50% de mis inversiones fracasan”, reconoce Cabiedes.

 

Para las empresas, Jiménez alerta de que “si tú financias tu empresa constantemente con inversiones de capital, financieramente estas en quiebra continua; las ampliaciones de capital deberían servir solo para acelerar un crecimiento potencial alto, no para cubrir tus déficits de caja”.

 

Otro de los riesgos es ceder demasiado pronto el control de la empresa. “Hay que ser muy sensato y jamás ceder el control en las primeras rondas de financiación; el fundador nunca debería ceder más del 15% o 20% de su empresa”, defiende Megías.