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¡Salvemos a todos los cocodrilos!

6 mar 2009 - 00:00

De un mordisco. Así es como la firma francesa de moda Lacoste está dispuesta a actuar para proteger su logo. Pocas semanas después de perder una larga batalla judicial contra una clínica dental británica por utilizar también un cocodrilo como seña de indentidad, la firma ha decidido dar un paso más. A partir de ahora ya no sólo protegerá al reptil que lucen sus clientes si no que se dedicará a defender a todos los cocodrilos que campan por el mundo. El grupo francés se ha apuntado al carro de la campaña Save your Logo que permite a empresas privadas e instituciones contribuir a preservar la biodiversidad del planeta y comprometerse a la protección del animal representado en su logotipo. La marca apoyará esta iniciativa que respalda el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Banco Mundial y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.La nueva misión de la firma francesa es apoyar los proyectos seleccionados por estas entidades para proteger a las especies de cocdrilo, aligátor, caimán y gavial actualmente en peligro de extinción. Algunos ejemplares de estas especies de cuentan con los dedos de la mano, como los aligátores en China o los gaviales en el río Orinoco en la Amazonia. La firme defensa que siempre ha hecho el grupo Lacoste de su logo le ha llevado a iniciar duras batallas judiciales con todo aquel que utilizara un cocodrilo, aunque no fuese exactamente igual al suyo, como logotipo de cualquier empresa, institución o entidad. El último caso se cerró a principios de este año, cuando los odontólogos ingleses Tim Rummney y Simon Moore recibieron permiso para seguir utilizando el logo de un cocodrilo en su negocio, que empezó a funcionar en la década de los 80. Ambos aseguraron durante las sucesivas vistas del juicio, que empezó en 2004, que optaron por el reptil porque podía asociarse fácilmente a una dentadura sana y fuerte. Los abogados del grupo francés alegaron que el hecho de compartir una imagen similar podía provocar que sus clientes confundieran el ritual de sacarse una muela con una experiencia de compra en una tienda Lacoste y que, por tanto, semejante asociación podía dañar el negocio. Finalmente fue la Oficina de Propiedad Intelectual de Londres la que dirimió el conflicto y dio la razón al par de profesionales liberales. El nuevo giro en la estrategia por defender su imagen internacional suaviza anteriores acciones legales pero comparte el mismo objetivo: mantener intacta la solera del reptil más cool. El tenista francás René Lacoste diseñó durante el Open USA de 1927 la primera prenda deportiva adaptada a las necesidades de un deportista: mangas cortas y tejidos ligeros, entre otras novedades. Su buen juego y tenacidad, le hicieron ganarse el apodo sobre la pista de 'el cocodrilo'.Para diferenciar sus prendas, el tenista decidió bordar un cocodrilo con hilo verde en estas nuevas prendas que él mismo diseñaba. Cuando se retiró del tenis, fundó la compañía Le Chemise Lacoste, dedicada a vender prendas para tenistas. Poco después amplió a otros deportes nobles, como el golf y la vela. No fue hasta la década de los setenta cuando la marca decidió salir de los terrenos de juego y empezar una nueva partida en la calle adaptando sus colecciones a la manera urbana de vestir. El grupo Lacoste cuenta en la actualidad con 750 tiendas y está presente en 110 países. Vende una media de 25 millones de prendas al año y suma una facturación anual superior a los mil millones de dólares. Un 35% de la facturación proviene de la venta de complementos. El actual consejero delegado de la compañía, Philippe Lacoste, es el nieto del fundador de la firma, René Lacoste.