Back Stage

Salvador Maluquer, el ‘otro’ presidente del CIE

Silvia Riera

16 dic 2013 - 04:45

Él siempre estuvo ahí. En tres décadas de Consejo Intertextil Español (CIE), Salvador Maluquer ha sido una pieza determinante en la defensa de la industria española del textil. Siempre en un discreto segundo plano, el directivo ha estado al lado de los diferentes presidentes que han estado al frente de la patronal. Maluquer ha vivido momentos determinantes para la industria, como el plan de reconversión textil del 82, la adhesión de España a la CEE o la liberalización del comercio textil en 2005.

 

Actual vicepresidente del CIE y de la Agrupación Industrial Textil del Proceso Algodonero (Aitpa), además asesor en Texfor, Salvador Maluquer ha anunciado que abandonará todos sus cargos en las diferentes patronales textiles. El directivo, que lleva más de treinta años colaborando con la industria española del textil y la confección, se jubila a finales de 2013. A pesar de no llegar a liderar nunca la patronal, Maluquer ha sido el común denominador en la sucesión de los diferentes presidentes que ha tenido la agrupación empresarial del sector desde 1978.

 

Peso pesado del textil, el directivo ha vivido la transformación de esta industria desde finales de la década de los setenta hasta la actualidad. Todo un cúmulo de casualidades y curiosas circunstancias llevaron a Maluquer, licenciado en Filosofía y Letras, a ser una pieza clave en la industria textil y determinante en las relaciones internacionales de su patronal.

 

El actual vicepresidente del CIE aterrizó en el sector por azar. Tras la muerte de Franco, Maluquer regresó a España después de cursar un posgrado en Ciencias de la Educación en Ginebra. El directivo explica que se encontró con un país paralizado, en el que era muy difícil encontrar empleo y que, vía parental, pero sin nepotismo, logró un puesto de trabajo en una asociación empresarial que explotaba un salto de agua en las cuencas de los ríos Llobregat y Cardener, que atraviesan la provincia de Barcelona.

 

Todas las compañías de aquella agrupación eran textiles, “los clásicos”, recuerda Maluquer, “los de las colonias industriales”. Fue la puerta de acceso a Aitpa, donde valoraron sus estudios, así como su perfil de profesor de Ciencias de la Educación en la Universidad de Barcelona, cargo que con el tiempo acabó abandonando por falta de tiempo.

 

El directivo ha vivido en primera persona la profunda transformación que ha sufrido el textil en España a lo largo de las últimas tres décadas. El primer gran momento que vivió Maluquer junto a los empresarios del sector fue la aprobación del plan de reconversión del textil de 1982, por el cual el Gobierno invirtió 41.500 millones de pesetas en ayudas a una industria que, por aquel entonces, empleaba a 400.000 trabajadores.

 

Fue un soplo de aire para un sector que vivió en la década de los setenta su primer ajuste en capacidad y en empleo. El fin de este plan, en 1985, coincidió con la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), junto un año después, que trajo consigo una reducción de las barreras arancelarias. La entrada en España de artículos textiles procedentes ya de países con costes laborales muy bajos supuso otro golpe para la industria.

 

Con la entrada en la CEE, el Consejo Intertextil colocó a Maluquer al frente de las relaciones internacionales y tuvo durante años una persona en Bruselas para que le informara de todo lo que acontecía en el textil.

 

Por último, el directivo ha sido en esta última década enlace del CIE con la patronal europea del sector (Euratex) y la Comisión Europea en todo el proceso de liberalización del comercio del textil y la confección, con el fin del Acuerdo Multifibras en 2005. Defensor incansable del fair trade como única fórmula para garantizar el libre comercio, Maluquer defendió a capa y espada la necesidad de prorrogar el sistema de cuotas a las importaciones textiles para garantizar la supervivencia de la actividad industrial en España.

 

La marcha de Maluquer deja un vacío en el CIE y en Texfor. Las patronales no han dado todavía con un sucesor y, en este sentido, el directivo siente no haber formado a una persona para que le relevara en su cargo, sobre todo, en el ámbito de las relaciones internacionales, donde Maluquer ha continuado estos últimos años negociando con Bruselas en cuestiones tales como el arancel cero a Pakistán o el etiquetaje en origen.

 

El vicepresidente del CIE se retira aprovechando además una nueva responsabilidad como abuelo de las recién nacidas Mercè y Ona.