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Sallent, el tercer corazón de Inditex

C. Pareja/ P. Riaño

22 jun 2015 - 04:51

Sallent, el tercer corazón de Inditex

 

Arteixo, Tordera y Sallent. Estos son los tres centros neurálgicos del negocio del gigante de la moda Inditex. Si en A Coruña, en concreto en Arteixo y Narón, se concentran las sedes de Zara, Pull&Bear y Zara Home, en Tordera se centralizan las decisiones de Massimo DuttiBershkaOysho y Uterqüe. En Sallent, a setenta kilómetros de Barcelona, en cambio, reina en solitario Stradivarius, una cadena con más de mil millones de euros facturación. Sallent, un municipio de 6.780 habitantes con una economía basada en la industria, ha visto crecer a Stradivarius, que, desde su llegada al municipio, ha multiplicado por doce su tamaño.

 

En 1828, en Sallent, un municipio de la comarca del Bages, se instaló el primer telar mecánico del país. Pionero en la industrialización catalana, el municipio tuvo como motor económico al textil durante más de cien años, una actividad que dio paso a la minería. La huella del textil se recupera ahora transformando los antiguos telares en modernos silos logísticos, para hacer de Stradivarius la segunda mayor empresa de Sallent, por detrás de Iberpotash.

 

Stradivarius llegó en 2001 a Sallent, donde se instaló procedente de Sabadell. El polígono industrial, denominado Berenguer II, donde se encuentra la empresa, ha ido creciendo con ella, si bien todavía cuenta con margen de maniobra para seguir ampliando, como comenzará a hacer en breve con la construcción de un nuevo silo. Desde 2001, Stradivarius ha llevado a cabo tres ampliaciones de sus instalaciones.

 

Los orígenes de la marca siguen estando presentes en la empresa. Nada más entrar en las instalaciones, media docena de máquinas de coser (una de las cuales era propiedad de la abuela del director general de la empresa, Jordi Triquell) recuerdan el pasado textil de la compañía. Además, dos autobuses llegan cada día a Sallent desde Barcelona, pasando también por Sabadell y Terrassa para recoger a trabajadores con más de una década de trayectoria en la empresa.

 

 

 

 

En un espacio totalmente diáfano, en las oficinas de Stradivarius convergen todos los departamentos de gestión de producto, desde diseño y compras, hasta logística, administración o ecommerce. Hasta donde alcanza la vista, todo son burras de ropa colgada que conforman las colecciones que, en menos de dos semanas, llenarán las estanterías de las tiendas de la cadena.

 

Los empleados trabajan con prendas en el suelo, creando combinaciones que luego se trasladarán a las tiendas piloto y a los escaparates de muestra que tienen en las oficinas. En estas tiendas, además de colocar el producto tal y como se verá en la toda la red de distribución de Stradivarius, también se ensayan nuevas tecnologías y nuevos conceptos para facilitar la compra a su clienta.

 

En Stradivarius, como en el resto de cadenas del grupo, uno de los principales objetivos es conocer cuáles son las prendas más vendidas, a tiempo real, para reponerlas y entender a su clienta. De hecho, nada más entrar en el cuartel general del grupo, lo primero que se encuentran sus empleados es una zona donde se expone la ropa más vendida de la cadena en todo el mundo.

 

El equipo de Stradivarius está formado por empleados de varias nacionalidades. No es extraño encontrar a chicos y chicas al teléfono hablando en chino, alemán o ruso. Sobre todo en los departamentos de atención al cliente e internacional, donde los empleados decoran sus mesas con objetos típicos de los países con los que trabajan.

 

 

 

 

Aunque sea la única cadena del grupo ubicada en Sallent, el contacto con el resto de centrales de Inditex, en España y en el resto del mundo, es constante. Las video llamadas les sirven para “humanizar” a sus compañeros del resto de filiales del gigante gallego.

 

En Sallent, la cadena cuenta actualmente con una plantilla de aproximadamente cuatrocientas personas. El centro logístico de la empresa copa alrededor de la mitad de los trabajadores, que proceden, en su mayoría, del municipio o de los alrededores.

 

Como sucede en el resto de cadenas de Inditex, la logística juega un papel clave en la compañía. Tanto es así, que el grueso del espacio de la empresa está destinado a esta actividad. Stradivarius cuenta con un centro logístico de 115.000 metros cuadrados, desde el cual se reparten entre cinco y seis millones de unidades semanales. La cadena vende cada año 110 millones de prendas.

 

 

Sallent, el tercer corazón de Inditex

 

 

Stradivarius es una de las dos únicas cadenas que Inditex ha comprado a lo largo de su historia. En 2005, el grupo gallego completó la adquisición de Stradivarius al ejercer la opción de compra que tenía sobre el 9,95% del capital de la empresa, una operación que había comenzado en 1999 con la compra del 90,05% del accionariado. Inditex pagó 18.000 millones de las antiguas pesetas en la primera fase y 15 millones de euros, en la segunda.

 

La cadena había comenzado su andadura en 1994, pero sus orígenes hay que buscarlos en los ochenta, cuando el empresario Paco Triquell puso en marcha Forage, especializada en camisería y que terminó atravesando dificultades económicas. Su hijo, Jordi Triquell (que hoy en día se mantiene como director general de la cadena), impulsó el lanzamiento de Stradivarius, dedicada a la moda joven y que supuso un completo cambio de rumbo respecto a Forage.

 

Stradivarius se instaló en Portal de l’Àngel y, allí, llamó la atención de Inditex. En 1999, cuando el grupo gallego tomó el control, Stradivarius contaba sólo con 75 tiendas, 69 de las cuales estaban en España. Desde entonces, la cadena ha crecido exponencialmente, finalizando el ejercicio 2014 con 916 establecimientos en 60 países.

 

Del mismo modo, la cifra de negocio de Stradivarius se ha disparado. Si en 2000 la empresa registró una facturación de 72,5 millones de euros, a cierre de 2014 esta cifra se situó en 1.130 millones de euros, tras haber superado en 2013 la barrera de los mil millones.

 

Stradivarius fue en 2014 el tercer concepto que más creció en el seno de Inditex, tras Zara Home y Oysho, cuyo peso sobre el total es notablemente inferior al de la cadena con sede en Sallent. El pasado ejercicio, Stradivarius elevó sus ventas un 12% y engordó un 7% su resultado de explotación (ebit), hasta 227 millones de euros.