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Rebecca Earley (UAL): “No hay que culpar al consumidor por no ser sostenible, sino darle lo que quiere”

La investigadora de la University of Arts of London lleva más de dos décadas de labor académica en el campo del diseño circular.

Modaes

12 jul 2019 - 04:51

Rebecca Earley (UAL): “No hay que culpar al consumidor por no ser sostenible, sino darle lo que quiere”

 

 

Repensar el diseño, pero también el modelo de negocio, el sistema y lo que ocurre una vez se han consumido las prendas. Rebecca Earley, profesora de la Univeristy of Arts of London, lleva más de dos décadas investigando en economía circular en la industria de la moda, y defiende abordar  la sostenibilidad desde un punto de vista realista, pero también holístico, para avanzar.

 

Earley fue la protagonista de la última sesión de Shaking Fashion, un ciclo de encuentros impulsado por EY y Modaes.es para reflexionar sobre el negocio de la moda con ponentes que habitualmente no acuden a España.

 

“Se habla de sostenibilidad como un todo, pero hemos de ser más específicos: qué queremos cambiar, qué tipo de producto y para qué tipo de cliente”, defendió Earley. “No hay que culpar al consumidor por no ser sostenible, sino darle lo que quiere, y una de las cosas que quiere es la emoción de comprar”, apuntó.

 

 

 

 

En este sentido, la académica opinó que el grueso de los esfuerzos de la industria se están centrando en innovar en materiales y en su reutilización, cuando debería pensarse en la eficiencia de cada materia prima en base al uso y la propuesta de valor de cada producto.

 

“Igual que se paga por una copa de champán, y pronto se desvanece, ¿por qué no pagar por un vestido biodegradable, pensado para usar sólo una vez?”, planteó Earley, que ha trabajado con la marca Filippa K para desarrollar una prenda de estas características, que por ahora no se ha comercializado.

 

La experta propuso, por ejemplo, pensar en nuevos modelos de negocio que aborden qué ocurre con la prenda después de su uso. Junto con los emergentes modelos de venta de segunda mano, economía colaborativa o alquiler, Earley abrió la puerta a que la empresa ofrezca servicios para reinterpretar la prenda una vez que esta pase de moda, con un nuevo tintado, por ejemplo.

 

 

 

 

“Para avanzar en circularidad hemos de pensar mucho más de los materiales: hemos de trabajar con antropólogos, psicólogos, pensar en los modelos de negocio y en el consumo; nadie puede volverse circular por sí solo, es un esfuerzo colaborativo”, apuntó.

 

Earley, que es también codirectora del centro para el diseño circular del Chelsea College of Arts, hizo un llamamiento a no obsesionarse con ser 100% y subrayó que, en cualquier caso, no debe perderse de vista el consumidor.

 

“La gente quiere que le digas qué es sostenible y qué no lo es, pero hay muchos matices y es mucho más complejo que eso”, explicó. En este sentido, la académica puso como ejemplo los materiales de origen vegetal: “a priori pueden ser una solución, pero no podemos comprometer nuestras necesidades alimentarias por nuestra necesidad de ropa”.