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Puig implanta el ‘big data’ en Sephora con monitores interactivos para Paco Rabanne

Carolina P. Cela

1 sep 2015 - 04:53

 

La catalana Puig continúa con su proyecto para analizar a sus clientes. El gigante de la perfumería inició el pasado mes de julio un proyecto para observar los hábitos de los consumidores, y a través de ellos, mejorar los servicios e incrementar sus ventas. Después de que la compañía implantase varios monitores en la T1 del Aeropuerto del Prat de Barcelona, ahora Puig los ha colocado en la tienda que Sephora posee en el centro comercial de El Triangle, en Barcelona.

 

El monitor, que de momento sólo está operativo para su marca Paco Rabanne, es interactivo con los clientes. En forma de mueble expositor y con una gran pantalla, la aplicación ofrece un juego al cliente bajo el nombre de Asalta la Banca. El consumidor ha de introducir un código y adivinar los números para abrir la caja fuerte. Si da con la suerte de encontrar el número secreto, se llevará una muestra de alguna de las fragancias masculinas o femeninas de la marca.

 

El monitor, que es muy llamativo por sus luces y dimensiones, está colocado en el centro de la tienda. A través de una herramienta, cuando el monitor detecta que su cliente levanta una botella de perfume, aparece información de la fragancia, para dar al cliente una experiencia de compra diferente incorporando tecnología al mobiliario.

 

Aunque actualmente esta aplicación sólo está en funcionamiento para interactuar con el consumidor, tiene muchas más posibilidades. La herramienta analiza cuánto tiempo pasan los clientes delante de la pantalla, cuántos minutos tienen el frasco de perfume en sus manos o cuántos son los consumidores que observan el stand.

 

La tecnología con la que cuenta el mueble integra los datos y los cruza para comprobar resultados con el número de personas que han realizado una compra. En el futuro esta herramienta podrá utilizarse, por ejemplo, para analizar los puntos calientes de las tiendas y cuál es el que tiene más tráfico.

 

La empresa catalana, que está dirigida por Marc Puig, fue fundada en 1914 y es la octava empresa de perfumería en el mundo. El grupo, dueño de marcas como Paco Rabanne o Nina Ricci, posee licencias de otras como Valentino oPrada.

 

El gigante prevé elevar sus ventas un sus ventas un 33% hasta 2017. Para el año que viene, la compañía pretende engordar su negocio en 150 millones de euros con la integración de los perfumes de Jean Paul Gaultier.

 

En el último ejercicio, la compañía alcanzó una cifra de negocio de 1.508 millones de euros, lo que supuso un 0,6% más respecto al año anterior. El beneficio de Puig se elevó un 0,8%, hasta acumular 177 millones de euros.