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Primark L’illa arrasa en la zona alta de Barcelona

27 nov 2011 - 00:00

Inauguración sin movida mediático-innecesaria el pasado viernes 25. Cita profesional con la prensa a las 10,30 de la mañana a puerta cerrada por lo que, como me decía Pilar Riaño, directora de este medio, al fin veremos todas las estanterías ordenadas.

 

Pero el nuevo centro estaba algo más que ordenado: los 2.000 metros cuadrados de superficie han dado un paso más en el propio interiorismo, lejos de las estanterías a metros sin color ni diseño de los primeros centros: tonos grises, contrastados con áreas en blanco; excelente iluminación; pantallas que proyectan vídeos con las últimas propuestas; los dependientes uniformados con una simpática camiseta negra serigrafiada con un I LOVE BARCELONA PRIMARK; las bolsas ya no son de plástico sino que de papel reciclable; el producto no solo estaba ordenado porque aún no lo había tocado nadie sino que lo habían dispuesto por conceptos y marcas de la propia compañía: Atmosphere, moda para mujer; Secret Possessions, lencería; Primark Essentials , prendas high quality también para mujer, hombre y niños… Y, en cada área, complementos que incitan al comprador a hacerse con un look total.

Precio: desde 1,50 euros dos pares de guantes, a 3 euros unas zapatillas, a otros 3 euros un pack con 6 euros pares de pendientes, a 8 euros las prendas básicas: jerséis, camisas, pantalones, sudaderas… Un chaleco acolchado, estupendo para los días de frío, algo más: 9 euros. A señalar también, toda la colección Denim que no pasa de los 14 euros.

 

Pero con esta nueva ubicación, en la zona alta y burguesa de Barcelona, Primark ha dado un paso adelante también en el producto cada vez más cuidado y atinando mucho, mucho más en las tendencias. Y lo hace en el mejor momento: estamos en crisis.

 

Nadie se atreve a comprar nada, o muy poco, por lo que las tiendas te hacen descuentos sin que lo pidas… Pero, aún y así, con estos precios  imbatibles, hartos como estamos todos de que “no es momento de gastar” por lo que apenas nos damos un gusto aunque curremos tanto o más, pues ya podemos ponernos guapos, sin que nos duela ni la conciencia ni el bolsillo.

 

Y a nuestra casa, también. A destacar, las sábanas, las toallas y los edredones. Y la relación precio calidad, es excelente. Idem en pijamas y homewear. De hecho, en esta sección, encontramos muy claramente los orígenes anglosajones de la compañía. Para los amantes de estas prendas que, en su momento encontrabas en Marks & Spencer, en Primark las encontrarán de nuevo y con un look renovado (es una de las secciones apetecibles del centro). Precio de un pijama polar gustoso a tope: 8 euros.

 

¿Vamos bien vestidos con prendas low cost? Los jóvenes, por supuesto. Y además estos precios permiten ir siempre a la última. Sin olvidar que si ya nada es para siempre (empezando por un trabajo), ¿para qué gastar el doble si así podemos doblar nuestro ropero? Pero he dicho los jóvenes, a partir de los treinta y tantos, es hora de empezar a ser algo conservador mezclando básicos más costosos con prendas low cost y darnos un baño de moda que refresque nuestra imagen.

 

¿Me han pagado para que hable tan bien de Primark? Pues no. Hace año y medio escribí un artículo sobre las principales cadenas low cost y ya advertía que, si esta firma conseguía afinar el producto, vender moda, en lugar de solo ropa, el resto se las verían chinas para competir (los chinos, también).

Y, hasta donde he visto, lo ha conseguido. En unos días llegará la colección de fiesta. El precio máximo por prenda está en los 25 euros. “Y, salvo los básicos, que se van reponiendo, la rotación de producto es diaria”, me explicó Mar Morón, responsable de producto para España. Excelente momento para señalar que la cadena ha fichado a muy buenos profesionales. Morón es una buena muestra de ello: muy buena imagen, agradable en el trato, bien preparada, tras unos años en otra cadena y conocedora de las últimas tendencias. ¿De dónde salen? “De la calle de cualquier ciudad del mundo; y de las propuestas de las pasarelas pero también de los festivales de música porque ahí está la moda”, me respondió José Luis Martínez de Larramendi, director general de Primark Iberia. Pero lo mejor era la consigna que todo el equipo transmitía: ayudad al cliente.

 

Abiertas las puertas al público, la nueva tienda se llenó inmediatamente del habitual público de L’illa por lo que pronto se llenaron las cajas pero, con 26 ágiles cajas, la espera no se hace eterna. Comentarios de grata sorpresa tanto por los precios como por el producto. Y en los estantes no se produjo el caos de otros centros Primark. “Debo decir -me señaló Martínez de Larramendi-, que el consumidor catalán es más cuidadoso, coge lo que quiere coger y no a bulto ni tirando nada”.

 

He dado con varias personas que fueron el sábado. Pues se encontraron con un lleno total pero salieron encantadas con sus compras y con ganas de volver otro día. Bueno, auguro a Primark una excelente campaña de Navidad. Pero próspero años, también.