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Prada Marfa, ¿cerrado por liquidación?

P. Riaño

20 sep 2013 - 04:51

Prada Marfa

 

Poco o nada tienen que ver con el negocio de la moda los habitantes de Marfa, un municipio de algo más de 1.900 vecinos del estado estadounidense de Texas. Sede del condado de Presidio (uno de los 254 en que se divide Texas), Marfa está en medio del desierto y se fundó en 1880 como una estación de tren. Una sencilla búsqueda en Google de la palabra Marfa desvela la relación de este pueblo con la moda. A sesenta kilómetros de su núcleo urbano se encuentra la escultura Prada Marfa, cuyo diseño reproduce una tienda de la enseña italiana Prada.

 

Series como Gossip Girl han contribuido a la popularización de esta escultura, que fue inaugurada en octubre de 2005. Los seguidores de la serie recordarán el cuadro que cuelga en la pared del piso donde vive Serena van der Woodsen. Los autores de la obra de Texas, Elmgreen y Dragset, invirtieron 80.000 dólares en ella y su objetivo era reflexionar sobre la creciente influencia de las marcas de lujo en la sociedad y el consumismo.

 

Prada dio permiso a Elmgreen y Dragset para utilizar su logotipo. Es más, Miuccia Prada escogió personalmente los veinte zapatos que se exponen en la tienda, que cuenta con dos grandes escaparates. Los cowboys de Texas no pueden, sin embargo, comprar en la tienda, porque su interior permanece cerrado.

 

Ahora, este pequeño icono de la moda y destino ineludible de todos aquellos que se adentran en un viaje por carretera por esta ruta estadounidense (la cantante Beyoncé, por ejemplo, estuvo allí en 2012 y dejó prueba de ello en su Tumblr) podría estar a punto de desaparecer. El Departamento de Transporte de Texas ha calificado la instalación como una “signo ilegal de publicidad exterior”, según New York Times.

 

El organismo público de Texas considera ilegal la escultura debido al logotipo de Prada, algo no permitido. Este hecho podría derivar en el traslado de la instalación, aunque el Departamento de Transporte todavía no ha hecho público qué medidas tomará al respecto.

 

El Estado sostiene que el logotipo de Prada carece de licencia y que viola la Ley de Embellecimiento de Carreteras de 1965, firmada por el presidente Lyndon B. Johnson y defendida por su esposa, Lady Bird Johnson. Los autores de la escultura afirman, por su parte, que nunca han visto la necesidad de solicitar un permiso porque consideran que la palabra Prada no actúa como un logotipo.

 

La polémica con la escultura Prada Marfa no es la única que está afectando al pequeño pueblo de Marfa. El pasado junio, Playboy instaló en la misma carretera y a sólo un kilómetro del municipio su propia escultura: un Dodge Charger de 1972 sobre una estructura de hormigón frente a un signo Playboy de neón.

 

Playboy no trató de esconder su intención de replicar el éxito de Prada y llamó a la instalación Playboy Marfa. El Departamento de Transporte calificó de ilegal la escultura de Playboy al considerarla un anuncio al aire libre, lo que hizo que todas las miradas se colocaran sobre Prada Marfa, que podría estar a punto de colgar el cartel de “cerrado por liquidación”.