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Prad Indrakumar (Clarks): “La piel se encarece y quizás en diez o veinte años habrá que sustituirla”

S. Riera

17 sep 2015 - 04:44

Prad Indrakumar es el director creativo de Clarks Original, la gama más alta de Clarks. De origen danés, el diseñador trabaja en las oficinas centrales de la compañía en la localidad británica de Somerset. Tras un breve paso por la enseña de moda deportiva Hummer, Indrakumar entró en Clarks para revisar y actualizar sus clásicos, una labor que le permite tomar distancia del ritmo acelerado de la industria de la moda e incluso darse el lujo de utilizar elementos artesanales en uno de los gigantes del calzado, que cerró 2014 con ventas de 2.025 millones de euros. El diseñador está al frente de un equipo de nueve personas.

 

Pregunta: Clarks es un calzado confort. ¿Casa la comodidad con la moda?

Respuesta: Todo el zapato que nosotros hacemos debe ser confortable. Mi misión es explicar el relato del confort, pero desde otros ángulos, jugar también con las perspectivas del diseño y de la moda. Vemos personas que visten muy cool, con mucho estilo, y que no utilizan un zapato cómodo. Queremos que también puedan hacerlo.

 

P.: ¿Pone límites a la hora de diseñar?

R.: El calzado forma parte de la industria de los accesorios. A los zapatos, igual que a los paraguas o a los cinturones, se les pide que sean funcionales. En el calzado, como en el resto de los accesorios, tiene que haber diseño, pero uno no puede volverse loco. En Clarks, por ejemplo, no hablaría de límites, sino de puntos de partida. Tenemos que saber de dónde partimos, cuál es nuestra herencia, nuestro espíritu. Si nos vamos muy lejos, perdemos la marca.

 

P.: ¿Trabajan siguiendo la rapidez de la moda y las tendencias?

R.: Clarks Originals es una submarca dentro de Clarks en la que trabajamos sobre los modelos clásicos de la enseña. Cada temporada, proponemos entre cinco y seis modelos nuevos, pero nos centramos sobre todo en los clásicos, que no queremos ni perderlos ni olvidarlos.

 

P.: ¿Cree que el calzado está empezando a tomar tics propios de la moda?

R.: En el caso de Clarks, tenemos ahora un nuevo responsable para el desarrollo del negocio con una perspectiva muy creativa. Jason Beckley, que procede de empresas como Ralph Lauren o Dunhill, cuenta con una larga trayectoria en el mundo de la moda y está introduciendo la fórmula de las grandes marcas de la moda a la empresa. Beckley se ha situado en el eje intermedio entre el diseño, las financias y el márketing, uniendo los tres elementos.

 

P.: ¿Cómo han cambiado los hábitos de consumo en calzado en los últimos años?

R.: La gran transformación ha venido por el canal online. Los consumidores miran Internet, consultan Facebook, Instagram, los blogs… tienen muchas más ideas, más cultura, más educación sobre lo que se lleva y sobre las tendencias. La moda va muy rápido y tiende a homogeneizarse porque llega a un punto en que todo se mezcla. Gracias a Internet, sabemos lo que ocurre en Japón y en Reino Unido, algo que antes era imposible.

 

P.: El fast fashion se ha adaptado a este ritmo, pero ¿lo ha hecho también el calzado?

R.: Bien, en nuestro caso, en vez de dar respuestas rápidas e inmediatas al mercado, preferimos observar, analizar las tendencias y adaptarlas. El calzado, en general, puede ir más rápido si quiere, pero el problema que tiene es que, a diferencia de las prendas, hay que pensar en muchas cosas, como los materiales, las construcciones, las piezas… Pienso que, en calzado, la calidad está reñida con la rapidez.

 

P.: ¿Prefieren pues trabajar con los tiempos tradicionales…?

R.: Sí, preferimos ir más lentos. Nuestro modelo Trigenic, por ejemplo, tarda una hora en hacerse. Esto en el fast fashion es impensable, pero nosotros no queremos hacerlo más rápido. El fast fashion en calzado puede trabajar modelos en textil, más sencillos, más simples, fáciles y rápidos de hacer. Pero nosotros tenemos que ignorarlo, sino no funcionaría nuestro sistema.

 

P.: ¿Diseñan las mismas colecciones para todo el mundo o lanzan ediciones especiales para cada país?

R.: A la hora de diseñar, no pienso en nacionalidades, sino en actitudes, estilos, en la música que escuchan… ¡Hay hipsters en cualquier lado del mundo!

 

P.: La piel empieza a ser un bien escaso ante una demanda crecimiento. ¿Veremos en breve nuevos materiales en el calzado para sustituirla?

R.: En Clarks siempre trabajamos la piel, pero seguimos investigando en nuevos materiales. Es cierto que la piel se encarece y que quizás en diez o veinte años habrá que sustituirla. En la nueva colección de otoño-invierno, por ejemplo, hemos incorporado por primera vez tejido de fieltro, que está hecho con lana.

 

P.: En el futuro, ¿veremos al consumidor participar en el diseño de unos zapatos a través de Internet?

R.: El problema del calzado es que tiene muchos componentes, además de las tallas y de cómo se ajusta al pie. Las necesidades en torno al calzado son muy amplias y, sobre todo, se exige que un zapato sea confortable y calce bien. No creo que sea posible, pero claro, tampoco sé cómo será el futuro. Por el momento, sí está funcionando ya el poder elegir algunos elementos como estampados o ilustraciones.

 

P.: Sin dejar de mirar al futuro, ¿cree que los wearables llegarán al calzado?

R.: De momento, nuestra única experiencia ha sido en el calzado infantil. En las tiendas, los niños ponen el pie sobre un iPad, que les mide con exactitud su número de pie.