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Paula Alves (UGT): “El Gobierno debe apostar por la industria de la moda igual que por el automóvil”

S. Riera

5 mar 2015 - 04:47

Paula Alves es secretaria estatal del sector textil-piel de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (Fitag) en UGT. La máxima representante de los trabajadores de la industria de la moda en el sindicato UGT asegura que el retorno de la producción no podrá ser un hecho hasta que las reglas del juego no sean iguales para todos los países y, en España, el Gobierno apueste de manera firme por la industria textil, del mismo modo que lo hace en otros sectores, como el automóvil. En la actualidad, Alves está negociando el nuevo convenio sectorial del textil y la confección defendiendo los actuales derechos de los trabajadores ante las nuevas propuestas empresariales de vincular salarios a productividad e incrementar la flexibilidad.

 

Pregunta: La industria de la moda cerró 2014 con un crecimiento histórico del empleo. En textil, confección y calzado, la actividad manufacturera aumentó la contratación un 3,7% respecto al año anterior. ¿A qué cree que se debe este fuerte aumento?

Respuesta: Creemos que esto es debido a un ligero aumento del consumo y a que cada vez las empresas hacen tiradas más cortas de los productos, que no pueden fabricarse en otros países por una cuestión de tiempo. Confío en que el sector pueda crecer en los próximos años y que las empresas apuesten por fabricar aquí. Tenemos muchas personas cualificadas y con mucha experiencia en este sector, sólo falta que los empresarios apuesten por ellas.

 

P.: ¿Podemos hablar de un retorno de la actividad?

R.: Es pronto para hablar de un retorno de la actividad, dado que las grandes empresas siguen fabricando fuera de España, en países como Bangladesh, Marruecos o India, entre otros. Nosotros nunca podremos competir con estos países porque sus condiciones de trabajo no son comparables con las nuestras. Mientras las diferencias sean tan abismales, siempre será más barato producir allí y eso impedirá un retorno importante de la producción a España.

 

P.: ¿La mejora en el empleo se traduce también en una mejora en su calidad?

R.: No, la contratación es precaria, con contratos de obra y contratos a tiempo parcial, que no dan estabilidad a los trabajadores y trabajadoras. La calidad en el empleo ha bajado en todos los niveles: salarios, horarios, seguridad y salud.

 

P.: ¿Cree que la actual estructura industria del textil y la confección en España tiene capacidad suficiente para absorber un posible retorno de la demanda?

R.: Con la actual no, pero estamos convencidos que el sector puede redimensionarse en función del aumento de la demanda y hay potencial humano para ello. Las grandes empresas son las que tienen que apostar más porque son las que pueden reactivar el sector.

 

P.: ¿Están los empresarios dispuestos a invertir?

R.: Sería un suicidio que los empresarios no invirtieran para aprovecharan un posible retorno de la demanda y siguieran dedicándose a importar y no fabricar.

 

P.: Si existe una oportunidad de reindustrialización, ¿qué deben hacer los sindicatos para ayudar a aprovecharla? ¿Y los empresarios?

R.: Antes teníamos el Observatorio Textil, que trataba y estudiaba todos los temas del sector, pero el actual Gobierno lo desmanteló y nos quedamos sin una herramienta muy importante para impulsar este sector. Los sindicatos y la patronal queremos ahora volver a ponerlo en marcha para tratar estos temas. En cuanto a lo que puedan hacer los empresarios: apostar por fabricar aquí productos de más diseño y calidad y aprovechar todas las infraestructuras que tenemos de fábricas que se han cerrado y muchas personas cualificadas en todos los ámbitos de las empresas del sector.

 

P.: En Portugal, en estos últimos años sí se ha constatado un claro retorno de la producción. ¿Por qué Portugal sí ha conseguido incrementar su actividad?

R.: Por la proximidad y por las tiradas cortas de los pedidos de pronto moda, y no hay que olvidarse que los salarios son más bajos que en España.

 

P.: ¿Qué necesita la industria del sector en España para recuperar competitividad?

R.: Además de las inversiones de las empresas es necesario que el Gobierno apueste por este sector, igual que apuesta por otros sectores como el automóvil. El textil es garante de la cohesión social y de la igualdad de oportunidades, dado que su empleo es especializado y fundamentalmente de mujeres.

 

P.: ¿El consumidor aprecia el Made in Spain? ¿Está dispuesto a pagar más por ello?

R.: Queda mucho por hacer. En otros países, la defensa de la marca se hace entre todos los interlocutores, al contrario de aquí, que en la Mesa de la Moda, donde se defiende el Made in Spain no se cuenta con una parte importante del sector como es la representación de los trabajadores. Solicitamos al Ministerio de Industria y a la patronal de la moda que deberíamos de estar, pero su contestación fue que era un foro entre la Administracion y las empresas para favorecer el desarrollo de iniciativas de interés para el sector y que por ello no estaba previsto que participaran los representantes de los trabajadores.

 

P.: ¿Sigue habiendo un claro divorcio entre moda e industria en España?

R.: La moda no ha ido nunca ligada a la industria, ¿qué diseñadores fabrican en España? ¿Cuánto empleo generan? Pocos, muy pocos. El cliente que está dispuesto a pagar es minoritario. Sin embargo, cada vez hay más personas dispuestas a pagar un poco más si saben que se fabrica en condiciones dignas. Pero con la crisis tan brutal que padecemos, para la mayoría, a la hora de comprar, el precio es el que decide.

 

P.: ¿Cómo cree que será la industria textil y de la confección en los próximos años en España?

R.: Deseamos que el futuro de este sector pase por volver a fabricar aquí y se recupere gran parte del empleo y las condiciones laborales perdidas, para que sea una industria más competitiva, en diseño, innovación y condiciones laborales.

 

P.: ¿Qué opina de los acuerdos de libre importación de la Unión Europea con Turquía o Vietnam? 

R.: No me opongo. En un mundo globalizado, debemos ayudar a otros países en su desarrollo. Pero cuando las reglas de juego no son las mismas, siempre hay quien pierde y en este caso, somos las trabajadoras y trabajadores del textil, los que vemos cómo salen de las fábricas las telas cortadas para confeccionar en otros países a costa de perder empleos en nuestras fábricas.

 

P.: Los empresarios de la industria de la moda, ¿están avanzados o retrasados en la aplicación de sistemas modernos de relaciones laborales? ¿Cómo es el sector respecto a otros?

R.: A nivel de la representación patronal, siempre existió un alto grado de participación con los sindicatos, pero en lo que se refiere a la pequeña y mediana empresa, no se refleja este nivel de interlocución con sus comités o delegados de personal.

 

P.: Más allá de los partidos políticos, también ha habido otras instituciones como los sindicatos que han perdido fuerza con la crisis. En el textil, ¿tienen los sindicatos la misma capacidad de presión que antes?

R.: Al disminuir las empresas, y el número de trabajadores en el sector, ha disminuido el número de delegados sindicales, pero ello no significa que en las empresas, los delegados y delegadas siguen teniendo la misma fuerza. Nosotros nos sentimos respaldados por los trabajadores y trabajadoras de este sector, siempre que hacemos asambleas o los visitamos, nos demuestran que están dispuestos a luchar por su puesto de trabajo y su convenio.

 

P.: La tensión interna que existe en la patronal, entre el textil de cabecera y el producto acabado, ¿cree que debilitará la postura empresarial?

R.: Nosotros preferimos que sean una sola patronal, como lo fueron siempre, porque facilita la interlocución y porque creemos que las divisiones de los interlocutores debilitan al sector en general.

 

P.: Desde UGT y CCOO advirtieron de que la actual negociación del convenio iba a ser dura, ¿más que en otras ocasiones?

R.: La negociación del convenio siempre ha sido dura, pero en las condiciones de crisis actuales lo es más. La patronal sigue con sus pretensiones de recortar derechos y abaratar costes siempre a costa de las trabajadoras y los trabajadores. La reforma laboral impuesta por el PP les abrió el camino para pretender y querer cambiar muchos aspectos de los convenios colectivos y no estamos dispuestos a perder derechos conseguidos con esfuerzo por todos los trabajadores del sector.

 

P.: ¿Qué le parece vincular salarios a productividad o resultados empresariales?

R.: No estamos en contra. En la industria del textil siempre ha habido sistemas que han premiado la producción, mientras no fueran a costa de la disminución de las tablas salariales. Para ligar y vincular el salario a la productividad, tendría que ser con la participación de los trabajadores y trabajadoras y con sistemas muy transparentes. ¿Están dispuestos los empresarios? Cuando hablan de vincular los salarios a la productividad, ¿se refieren también a entrar en el reparto de beneficios de la empresa?

 

P.: Dicen que los sindicatos están aferrados a derechos caducos. ¿Es cierto que se necesita más flexibilidad?

R.: No, no estamos caducos. El convenio da toda la flexibilidad que se puede hacer. Eso sí, siempre y cuando sea pactado con la representación de los trabajadores y esa es la parte que no les gusta a los empresarios. Fuimos pioneros en este convenio en temas de flexibilidad y ordenación de la jornada. Cuando no se hablaba de flexibilidad, este convenio ya disponía de un artículo relacionado con la flexibilidad.

 

P.: ¿Asegura entonces que se avanzaron a los tiempos?

R.: Este sector y el convenio están muy avanzados en muchos temas, como puede ser la conciliación de la vida personal y laboral. Este convenio, desde el 2011, obliga a realizar planes de igualdad en empresas de cien trabajadores, cuando la ley marca desde 250; tuvimos uno de los observatorios que mejor funcionaron, y el Pacto de Albaida de apoyo al sector textil, que benefició a muchos trabajadores y empresas. Seguimos desde el sindicato trabajando para volver a reactivar tanto el observatorio como el Plan de Apoyo al sector.

 

P.: ¿Cuáles son las principales propuestas de los sindicatos?

R.: Las principales reivindicaciones son: mejorar el poder adquisitivo, con una subida salarial acorde al sector, y reducir la diferencia entre jornada partida y continuada, porque nos parece discriminatoria la diferencia de horas que existe entre una jornada y otra. También proponemos una ampliación del 100% del complemento del salario, en caso de incapacidades temporales derivadas de accidentes in itinere o de enfermedad profesional. Estas serían las principales, pero en nuestra plataforma también abordamos temas sobre formación, derechos sindicales, nomenclaturas y la propia estructura del convenio.