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Paul García (Oteyza): “España tiene mucha potencia de diseño, pero no de industria”

El cofundador de Oteyza se introdujo en la moda sin ninguna previa formación en el sector, y asegura que esto le ha dado la visión perfecta entre lo creativo y lo empresarial.

L. J.

26 jul 2021 - 04:54

Paul García, de industria a diseño

 

 

Natural de Madrid (1977), Paul García de Oteyza se adentró en la industria de la moda sin tener formación ni experiencia en la misma. El creativo cofundó la firma de autor Oteyza junto a su mujer, Caterina Pañeda, en 2011, proveniente del mundo empresarial, con el objetivo de revivir la cultura de la sastrería y recuperar la capa y el sombrero como accesorios para hombre.

 

 

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Desde entonces, el diseñador y su esposa, que también es directora creativa, han llevado su visión de la moda a pasarelas como la de la Semana de la Moda Masculina de París o ferias internacionales como Pitti Uomo. Con el tiempo, la marca diversificó y lanzó prêt-à-porter. Este año, Oteyza ha dado entrada en su capital al grupo español Perfumes y Diseño, un movimiento con el que prevé impulsar la marca, lanzar una colección de streetwear y abrirse a nuevos mercados a escala internacional.

 

El creativo asegura que ser un outsider de la industria le ha ayudado a tener una visión tándem entre la óptica creativa y la empresarial. “No nos sentimos huérfanos: pedimos ayuda cuando la necesitamos, y nos rodeamos de personas que tengan más capacidad que nosotros en determinadas áreas”, argumenta. Ahora, tras una década de recorrido en el sector de la moda, la empresa que el diseñador creó junto a su mujer ha abierto su capital al grupo español Perfumes y Diseño, con el objetivo de impulsar su línea de prêt-à-porter y lanzar una colección de streetwear, así como abrirse a nuevos mercados, como el asiático.

 


 

 

La operación llega tras el fracaso de la última aventura de la compañía de perfumería en moda, Delpozo, que terminó echando el cierre a finales de 2019 tras desistir en su venta a un grupo industrial. Pese a esto, Oteyza afirma que no tiene ningún miedo. “Perfumes y Diseño hizo un grandísimo trabajo con Delpozo, elevando otra vez a la alta costura española a niveles que no sedaban desde hacía años”, opina. Con el nuevo rumbo puesto en marcha, Oteyza deja atrás 2020, un año para olvidar para el conjunto de la industria de la moda.


El diseñador, que asegura que el golpe de la pandemia fue duro para todos los eslabones del sector, tuvo que enfrentarse en cuestión de semanas a un ajuste de plantilla, de su estructura y a negociaciones con los proveedores y los arrendatarios. “Nos adaptamos a una situación cambiante que creíamos que no sería a largo plazo”, explica, añadiendo que “ahora damos por perdida hasta la temporada de verano”.

 


 

 

No obstante, el creativo se muestra optimista de cara a la segunda mitad del año, y ve en septiembre un motivo de esperanza para encarar la recuperación. Para Oteyza, una de las carencias de la industria en España es la cultura del emprendimiento. “Puedes tener una gran idea, pero si nadie te la compra, todo queda en poesía -aduce el diseñador-; hay que bajar a la realidad y testar los productos desde el primer momento, venderlos desde el primer día”, sentencia con firmeza.

 

El creativo sostiene que uno de los principales motivos por los que no hay un diseñador español de relevancia a escala mundial es que el país “tiene mucha potencia de diseño, pero no de capacidad industrial”.


Oteyza, que prefiere estar en tienda que en desfiles, asegura que frecuentemente se habla de los diseñadores independientes como mártires, aunque él discrepa. “Hay grandísimas casas, como Hermès, que han sabido cultivar la esencia de la moda de autor y la han sabido proteger, y lo único que no hemos hecho bien en el sector es no apostar por este tipo de modelo”, opina.

 

¿Qué cambia para un diseñador nacer en un país con un gigante como Inditex a la cabeza de la industria de la moda? No mucho, según el creativo. “España tiene la suerte y la grandeza de haber vivido muchas etapas que han dejado un poso enorme, y desde el punto de vista de autor y de diseño, es más relevante el hecho de ser un país que ha sido fuente de muchos artistas, y donde muchas empresas han venido a nutrirse”, dice.

 

 

 

 

Oteyza reconoce que uno de los principales males de los diseñadores es el ego, aunque apunta que, pese a formar un dúo con su mujer, no se da el caso de rivalidad creativa. “Somos muy conscientes de nuestras limitaciones, y bajo el respeto de las características de cada uno es cuando conseguimos resultados”, asegura.

 

La sostenibilidad se ha abierto camino en el seno de muchas compañías en el último año, aunque Oteyza apostilla que este factor ha estado siempre presente en su marca. “El máximo valor de la sostenibilidad es que tu prenda esté hecha con una fabricación más artesanal, porque puede durar muchos años”, sostiene, agregando además que esta cuestión “ya ni siquiera es un titular, porque se trata de hacerlo porque es lo que nos conviene a todos”.

 

El creativo asegura, además, que en la actualidad se está erigiendo un nuevo código que pasa por entenderla belleza y la moda de forma distinta. “Es un momento de oportunidades, y en el sector cabe ahora un mix entre lo formal y lo casual que va a dar mucha riqueza”, indica.

 

Actualmente, Oteyza está preparando el lanzamiento de una colección más casual, pero el creativo no teme que pueda desprestigiar a la marca. “El desprestigio se da si creas productos con un fin de mayor volumen, porque reduces la relación de calidad y servicio”, explica. ¿Cuál es el límite para diversificar una marca sin acabar con ella? El diseñador cree que lo más importante es dar pasos dentro de la valentía, la visión y la coherencia con la que ha nacido la firma. “Puedes ir generando ramificaciones y variantes, pero todo tiene que verter de la misma raíz, si no, pierde su sentido”, sentencia.