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Patrizia Reggiani, la ‘viuda negra’ de Gucci, vuelve a la moda

Sarah García

18 sep 2013 - 04:55

La truculenta historia de la saga Gucci tiene un nuevo capítulo. Patrizia Reggiani ha salido en libertad. La que fuera mujer de Maurizio Gucci, nieto del fundador de la conocida firma italiana de moda, ha pasado los últimos dieciocho años de su vida en la cárcel, condenada por haber ordenado el asesinato de su marido.

 

Ahora que ha finalizado su tiempo de reclusión, Reggiani sale a la calle con la intención de volver a formar parte de la actualidad de la industria de la moda, y no por cometer ningún delito, sino por su trabajo en la enseña italiana Bozart, que ya la ha contratado como asesora.

 

Reggiani, conocida por su ostentoso nivel de vida y por frases como “prefiero llorar en un Rolls, que ser feliz en una bicicleta”, podría haber salido de prisión en 2011, cuando se le concedió la libertad condicional. No obstante, la rechazó porque, según sus propias palabras, “eso significaría tener que encontrar un trabajo y yo no he trabajado ni un día de mi vida”. Parece que ahora ha cambiado de opinión.

 

Patrizia Reggiani y Maurizio Gucci se casaron en 1973 y tuvieron dos hijas, Allegra y Allessandra. Tras doce años de matrimonio, Gucci abandonó a Reggiani y comenzó una relación con una mujer más joven mientras ella pensaba que estaba en un viaje de negocios. Gucci no regresó al hogar familiar y finalmente se divorció de Reggiani en 1991.

 

Cuatro años más tarde, Maurizio Gucci fue asesinado a las puertas de su oficina en Milán. En 1997, y tras una larga investigación policial, Patrizia Reggiani fue acusada de contratar a un asesino a sueldo para acabar con la vida de su ex marido y fue condenada a veintinueve años de prisión.

 

En el 2000, y tras la presentación de un recurso por parte de sus hijas, la corte de apelación de Milán rebajó la pena a veintiséis años de prisión. Ese mismo año, Reggiani intentó suicidarse utilizando una sábana en su celda de la prisión de Milán, pero fue rescatada por el personal de la cárcel.

 

Ese fue su único intento, y tras ser rescatada, continuó con su rutina en prisión que, como ella misma había afirmado en alguna ocasión, se componía de “regar mis plantas y cuidar de mi hurón” y de echar de menos su maquillaje.

 

Ahora Reggiani sale de prisión con la intención de asesorar a la firma Bozart, con sede en Milán y especializada en joyería y complementos de gama alta. Fundada en 1956, actualmente está liderada por Alessandra Brunero y su marido, Maurizio Manca.