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Pánico en el almacén: el stock de la moda se hunde a mínimos desde 2013 tras batir récords en abril

En abril, el inventario de las tiendas de moda y accesorios de Estados Unidos se situó en 47.176 millones de dólares, frente a los 54.250 millones de dólares que se alcanzaron en marzo.

Iria P. Gestal

14 dic 2020 - 04:49

Pánico en el almacén: el stock de la moda se hunde a mínimos desde 2013 tras batir récords en abril

 

 

Ser director de compras nunca fue una posición fácil en la industria de la moda. Pero este año, en el que primero pararon los proveedores, luego cerraron las tiendas y al final todo se reactivó, pero sin saber si cerraría al día siguiente, ha sido directamente delirante. Para muestra, la evolución esquizofrénica de los inventarios de las tiendas de moda en Estados Unidos: de máximos históricos en abril a mínimos en siete años en septiembre.

 

La montaña rusa comenzó en marzo, con los primeros cierres de tiendas en Europa y Estados Unidos. La situación dejó los almacenes llenos del stock para la campaña navideña y sin posibilidad de darles salida salvo a través del canal online.

 

El inventario, que llevaba tres meses descendiendo, repuntó un 1,22% y alcanzó su máximo desde que comenzaron los registros en 1992, situándose en 54.250 millones de dólares ajustados los efectos de calendario, según los últimos datos del US Census Bureau.

 

 

 

 

Ante la invisibilidad de la fecha de reapertura y la reactivación de la economía, las empresas comenzaron a recortar pedidos a sus proveedores: si el stock no puede salir, el objetivo era que al menos no entrase más.

 

El nivel de inventario comenzó a caer: un 0,34% en abril, un 3,43% en mayo, un 7,36% en junio. Con la reapertura, el descenso siguió acelerándose: en julio se redujo un 9,26%; en agosto, un 10,46%, y en septiembre, un 11,17% respecto al mismo mes del año anterior, la mayor caída desde la anterior recesión.

 

Aunque el comercio volvió a operar, la amenaza de una segunda ola (que ha terminado cerrando de nuevo comercios a uno lado del charco) y la atonía del consumo motivaron la decisión de seguir frenando la avalancha de mercancía.

 

En septiembre, los comercios estadounidenses especializados en moda tenían en sus almacenes 47.176 millones de dólares en prendas y accesorios, el mínimo desde 2013.

 

De hecho, sólo un sector redujo su stock a mayor ritmo en el mes de la vuelta al cole: los comercios de automóviles y otros vehículos y recambios, que lo encogieron un 20%. Los grandes almacenes, por su parte, lo hicieron al mismo ritmo que la moda, un 11%, mientras que la media del conjunto del comercio se redujo un 8%.

 

 

 

El ratio de inventario sobre ventas, es decir, el sobrestock, ha seguido el mismo camino. El máximo histórico se marcó en abril, cuando en las tiendas había 17,7 veces más inventario del que se pudo vender.

 

Los otros primeros puestos del ránking también lo ocupan meses de 2020: mayo, con un ratio de 6,12; marzo, con un 4,77, y junio, con un 2,92. Para encontrar desvíos tan grandes hay que remontarse a la década de los noventa cuando se superó durante varios años la tasa de 2,5 veces las ventas.

 

Con el recorte de las compras, logró bajarse el ratio hasta el 2,33 en septiembre, en línea con los niveles logrados en 2011 y 2012, cuando el consumo en Estados Unidos comenzaba a remontar.