Back Stage

Ozz Barcelona: el templo del ‘slow fashion’ de la capital catalana

Fundado en 2015 por José Ferraz, Ozz aglutina un concept store con moda de diseñadores emergentes y un espacio de coworking, al que se sumará una nueva instalación dedicada a exposiciones de arte y fotografía próximamente. 

Lorenzo Molina

2 jun 2017 - 04:49

 

Ozz Barcelona: el templo del ‘slow fashion’ de la capital catalana

 

 

AÑO DE FUNDACIÓN: 2015

 

FUNDADOR: José Ferraz

 

OFERTA: Moda, calzado, accesorios, joyería, arte, fotografía

 

DISEÑADORES/MARCAS: Margarette, Ailana, Maison 113, Suite 13, Eucaliptus, Pau Esteve, Citizen X

 

Nº EMPLEADOS: 6

 

 

Moda elaborada sin prisas y envuelta en otras disciplinas creativas. Este es el mantra que se esconde tras Ozz Barcelona, una tienda situada en el barrio del Born de la capital catalana cuya propuesta de valor gira alrededor de la comercialización de moda de diseñadores locales que elaboran sus productos artesanalmente. El establecimiento, ubicado en el número 10 de la calle Banys Vells, cuenta con un espacio separado de coworking y apuesta a su vez por la organización de exposiciones de arte y fotografía para aglutinar así a toda la comunidad creativa de la ciudad en su interior.

 

Ferraz define su negocio como un estandarte del movimiento slow, buscando dar relevancia a la producción local y comprometiéndose con artistas que elaboran sus diseños de manera responsable durante toda la cadena de suministro. “La moda vino como complemento a la presentación de artistas emergentes y fotógrafos”, explica su fundador. Para garantizar el buen funcionamiento de la tienda, Ozz Barcelona rota los diseñadores que se comercializan varias veces durante el año. “Hay algunos que son tan noveles que pueden pinchar en ventas, o simplemente no pueden reponer producto tan rápido”, añade Ferraz.

 

Ozz Barcelona, que opera bajo la sociedad Ozone Films y abrió sus puertas en 2015, contó con una inversión inicial de 200.000 euros y se financió con fondos propios. Su fundador, José Ferraz, es de origen canario y ha trabajado anteriormente en los sectores de la construcción e inmobiliario, y compagina su labor en la tienda con sus funciones como consejero delegado en varias empresas de estos ámbitos. “Con la crisis económica, la enseñanza fue que ese mundo no me llenaba del todo, a mí siempre me había apasionado el arte y la fotografía”, afirma Ferraz.

 

 

 

 

Además de un espacio de 300 metros cuadrados donde vender sus creaciones, la tienda pone al servicio de los diseñadores y marcas en su cartera servicios adicionales como el uso de los espacios de coworking para reuniones con proveedores o clientes. Por cada producto vendido, el diseñador obtiene entre un 50% y un 60% de las ganancias, en función de la categoría de producto.

 

Pese a que la moda llegó como un valor añadido para enriquecer el concepto, las ventas de prendas de vestir, calzado, accesorios y joyería copan el 70% de la facturación de la compañía en la actualidad. En el abanico de marcas y diseñadores que ofrece Ozz Barcelona figuran nombres emergentes de la escena local como Antonio Rodríguez, Txell Viras, The Warriors, Margarette, Ailana Maison, Maison 113, Pau Esteve, Suite 13 y Eucaliptus, entre otros. Los tres primeros son los más vendidos.

 

En cuanto a la facturación del negocio, Ferraz sostiene que “prácticamente es lo comido por lo servido” y reclama “más apoyo para este tipo de proyectos por parte de las administraciones públicas. El tirón turístico de la capital catalana ha impulsado Ozz Barcelona, ya que la mayoría de sus clientes son extranjeros que descubren el establecimiento por casualidad. “Suelen ser turistas explorando el mestizaje y la arquitectura de la ciudad, se alejan del mainstream que ofrecen Plaza Catalunya y Portaferrisa”, explica Ferraz. “Tienen tiempo para revisar las etiquetas y mirar el producto con detenimiento”, añade.

 

 

 

 

Uno de los caballos de batalla de Ozz Barcelona es fidelizar al cliente local. “La gente de Barcelona no baja tanto a comprar al Born, baja a tomar copas”, sostiene su fundador. “La clientela local tiene otras costumbres”, añade. La tienda se acoge, no obstante, a los periodos oficiales de rebajas, aunque rehúye las mid-season sales.

 

Ferraz sostiene que las sociedades del norte de Europa valoran mucho más la producción de moda en proximidad y el diseño local que sigue criterios sostenibles. “Clientes que priorizan el fondo de armario a la variedad de cada temporada; se trata de tener menos prendas, pero más buenas, en lugar de mil productos malos”, argumenta. “El consumidor debería tener más en cuenta donde se produce lo que se compran”, concluye.

 

El gran salto en el precio entre las creaciones de diseñadores emergentes y los grandes grupos del fast fashion es otro de los factores que dificulta la venta. Ferraz sostiene que el gran desafío de las marcas emergentes es cómo producir un poco más para abaratar costes, sin perder a su vez el elemento diferenciador y distintivo de la artesanía.

 

 

 

 

Ozz Barcelona está presente en Facebook e Instagram. El primero es el canal de comunicación digital más utilizado por la empresa y lo gestiona el propio Ferraz, quien afirma que lo actualiza menos de lo deseado por falta de tiempo. Sobre el papel de las redes sociales, el fundador afirma que puedes existir sin estar presente en ellas, pero “todo ayuda, cualquier canal es bueno para activar las ventas”. Sin embargo, “el boca a boca al final es siempre el mejor aliado”, añade.

 

La tienda online de Ozz Barcelona estará próximamente activa. Ante el potencial del ecommerce para impulsar la facturación, Ferraz se muestra cauto. “Es más complicado vender diseño emergente online, ya que no son marcas con un gran arraigo y al consumidor le suponen un mayor riesgo para acertar con la talla adecuada”, explica.

 

Otro de los proyectos que estará finalizado el próximo septiembre es la apertura de Lab&Events, un espacio de cuatro plantas y otros 300 metros cuadrados dedicado a pop up stores, exposiciones y eventos relacionados con la fotografía, la moda, el arte y el cine que estará abierto a la escena creativa de Barcelona. Tras su inauguración, Ozz Store ocupará casi todos los locales a pie de calle de la manzana donde se encuentra la concept store.