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Observatorio de la moda en España: perspectivas económicas para 2017

Consumo, descuentos, clima, valor o cliente son sólo algunas de las preocupaciones que rondan a los profesionales del negocio de la moda. 

Amelia Pijuán

16 ene 2017 - 04:41

Observatorio  de la moda  en España

 

 

Consumo, descuentos, clima, valor o cliente son sólo algunas de las preocupaciones que rondan a los profesionales del negocio de la moda. Si bien los datos macroeconómicos apuntan a una clara recuperación de la economía en España, con indicadores al alza como el PIB, el empleo o las exportaciones, el negocio de la moda parece avanzar en sentido contrario. Mientras los datos sobre las ventas de moda indican que el consumo cerrará en negativo en 2016, la inestabilidad ante las preferencias de los consumidores se cierne sobre el sector de la moda. ¿Cómo atraer a un cliente que se ha dejado seducir por los descuentos y no tiene intención de volver atrás? ¿Por qué la moda parece impermeable a la buena evolución de los datos macroeconómicos? Esta y otras preguntas centraron el pasado 24 de noviembre el Observatorio de la Moda en España, una iniciativa de Modaes.es que cuenta con el patrocinio de Simon y en la que se debatió sobre las perspectivas económicas del negocio de la moda en 2017. 

 

Moisés Bonal, responsable de estudios de Pimec; Domingo Obradors, consejero delegado de la firma de moda masculina Macson; David Kervyn, consejero delegado de Equivalenza; Roser Ramos, directora general de Cóndor; Xavier Alomar, director general de Textura; Gerard Salvador, director de gestión y expansión de Nike para FC Barcelona; y Katia Vilagines y Ángel Palacio, socios fundadores de Kaotiko, participaron como ponentes en la mesa redonda del encuentro, dinamizado por Francesc Estall, responsable comercial de la división de iluminación interior de Simon, y Christian De Angelis,  cofundador de Modaes.es.

 

 

La desalineación entre la buena evolución de los indicadores macroeconómicos y la desaceleración del consumo de moda en el país fue una de las primeras ideas que salió a la luz en el debate. “El final de año va a peor, hay menos tráfico en las tiendas y menos ganas de comprar, y el año que viene parece que será igual de complicado”, apuntó Xavier Alomar, de Textura.

 

En la misma línea coincidió Roser Ramos, directora general de Cóndor, que desde su experiencia en diferentes mercados internacionales detalló que, en su caso, los números son los mismos que el año pasado, pero tiene la sensación de que no ha ido tan bien. “Ninguno de los políticos vive la realidad empresarial actual, no se dan cuenta de lo que puede ir bien o mal en el sector”, criticó Ramos. La subida de impuestos fue otro de los asuntos que calaron hondo entre los participantes del Observatorio. “La necesidad recaudatoria del Gobierno es lícita pero la redistribución no es proporcional en el aumento impositivo, todo tiene un límite”, expuso Alomar.

 

 

 

 

 

 

Otro de los puntos en los que coincidieron la mayoría de ponentes fue que la crisis económica y jornadas como el Black  Friday han cambiado la percepción de los consumidores españoles. “Hemos pasado de un periodo de híperconsumo a austeridad por parte del consumidor”, señaló David Kervyn, de Equivalenza.

 

Moisés Bonal, de Pimec, recordó que la gente que se reincorpora al mercado laboral tras años de crisis suele ir con más cuidado con el gasto que realiza. La subida de precios en recursos básicos como el agua o la electricidad es otra de las circunstancias que expuso Bonal, que señaló que “combinado con un sueldo bajito, esto provoca que la gente priorice su gasto”.

 

En la misma línea coincidió la cofundadora de Kaotiko, Katia Vilagines, que dijo que “en tiempos de crisis, las marcas hacen cosas más sencillas, por lo que la clave actual es apasionar al cliente”. Para su socio, Ángel Palacio, “el problema es que hoy impera la filosofía de consumir productos baratos de moda”.

 

A favor se posicionó Gerard Salvador, directivo de Nike, que afirmó que “lo necesario hoy en día es dar un valor añadido al consumidor cuando lo tienes contigo, porque se ha vuelto mucho más exigente que hace unos años”.

 

Kervyn se preguntó: “si el consumidor ya ha probado los descuentos, ¿por qué querría volver atrás?”. En el mismo sentido se expresó el cofundador de Kaotiko, que consideró que el dinero ya no se destina a la moda, sino a la tecnología.

 

Gastarse 700 euros en un iPhone y, al mismo tiempo, comprarse ropa en Primark, es algo que los ponentes de la mesa consideran una contradicción. “Antes en Navidad te regalaban un jersey”, expuso Obradors, que también incidió en que el éxito de la tecnología radica, en parte, en su novedad. “Es algo que antes no existía, ahora la tecnología es un valor añadido en todos los sectores”, apuntó el directivo.

 

Francesc Estall concluyó el debate señalando que, en los últimos años, la moda ha encontrado una salida al especializarse en cubrir la demanda de un nicho concreto. “El negocio de la moda se ha especializado en nichos: los ciclistas, por ejemplo, visten un producto de moda exquisito”, señaló el directivo de la división de iluminación interior de Simon.

 

La internacionalización y la inestabilidad política mundial pusieron el punto final a la mesa redonda, en la que los integrantes expusieron su intranquilidad ante la futura política arancelaria en Estados Unidos y las inminentes elecciones en diferentes países europeos. “Nosotros lo vemos como una oportunidad de crecimiento, si los comerciantes lo están pasando mal en España, salir fuera es una posible respuesta a esta situación”, expuso el consejero delegado de Equivalenza, que matizó que “la situación allí fuera está cambiando y hay que mirarla con respeto”.