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Observatorio de la Moda en España: de China a EEUU, nuevas oportunidades de crecimiento

La crisis forzó a las empresas españolas a salir fuera y el ecommerce ha terminado de derribar las fronteras abriendo definitivamente el comercio internacional.

 

Modaes

8 abr 2019 - 04:55

Observatorio de la Moda en España: de China a EEUU, nuevas oportunidades de crecimiento

 

La internacionalización se ha convertido en una obligación para las compañías del negocio de la moda. La crisis forzó a las empresas españolas a salir fuera y el ecommerce ha terminado de derribar las fronteras abriendo definitivamente el comercio internacional. Hasta ahora. Estados Unidos y China, las dos mayores potencias del mundo y también los mayores mercados para el sector, están inmersas en una guerra comercial que amenaza a todo el comercio global. ¿Tiene algún impacto este conflicto en el negocio de la moda? ¿Es verdaderamente obligatorio estar presente en todo el mundo? ¿Cómo han cambiado las estrategias de internacionalización con la globalización?

 

Estas fueron algunas de las preguntas que centraron el último Observatorio de la Moda en España, que se celebró el pasado marzo en Madrid con el patrocinio de Analyticalways y bajo el título De China a Estados Unidos: oportunidades de crecimiento.

 

El punto de partida común fue la necesidad de internacionalizarse. “El mundo es cada vez más pequeño y, naciendo en un mercado como España, no nos queda más remedio que salir”, afirmó Ángel Burgueño, director general de Dándara. “Nosotros no hablamos de salir al extranjero, porque en realidad el mercado es global”, apuntó Concha Ávila, directora de inmobiliario de Kiabi. Para las empresas más pequeñas, como Malababa o Boston, el salto al exterior continúa siendo un gran reto en el horizonte.

 

“Para nosotros, internacionalización es sinónimo de digitalización; somos tan pequeños que pensamos en ciudades, incluso en digital”, apuntó Jaime Lara, cofundador de Malababa. “Salir al extranjero es caro y es necesario tener bien definida la estrategia -coincidió José María Gil, director general de Boston-; antes de abrir una tienda propia planteamos modelos más sutiles”. Esta estrategia comedida es cada vez más necesaria, apuntaron los ejecutivos, en un contexto de transformación del retail. “El sector está muy complicado y hay que medir muy bien las inversiones y los riesgos”, advirtió Sergio del Moral, director de expansión de Koroshi.

 

En este sentido, Ávila recomendó tejer la estrategia por canales: “quizás hay países en los que no compensa tener una tienda, pero sí tiene sentido estar presente online, y otros, más grandes, donde es necesario ir con una estrategia omnicanal”.

 

 

 

 

 

 

Una vez decidido dar el salto al exterior, ¿por dónde empezar? ¿Es mejor apoyarse en franquicias o ir a pulmón? ¿Apostar por mercados maduros o emergentes? “No hay una estrategia que valga para todos; incluso estrategias que funcionaron en un momento, hay que revisarlas y ajustarlas a la nueva situación de la compañía, la marca y el mercado”, incidió Sonia Cored, directora de expansión con franquicias de El Corte Inglés. “Aprovechar oportunidades está muy bien, pero hay que salir con una estrategia”, sostuvo la ejecutiva.

 

Javier Vello, socio responsable de retail&consumer products de la consultora EY, también apostó por evitar los oportunismos, porque, defendió, “el coste de la prueba es bajo para el que prueba y alto para la empresa”. Además, el consultor subrayó que es necesario planificar muy bien la estrategia en el exterior porque “salir fuera supone incrementar la complejidad de la organización”. A la hora de elegir el país, las empresas más pequeñas apostaron por aprovechar oportunidades en mercados emergentes, mientras que las mayores subrayaron el riesgo supone para la marca tener que replegarse en un país.

 

Concha Ávila, de Kiabi, recomendó por su parte poner el foco en ciudades. “Metrópolis como Sao Paulo tienen más población que muchos países y una influencia en toda la región”, sostuvo.  ¿Cuándo está una marca preparada para internacionalizarse? Para Amancio Junior,  director general de Analyticalways, el primer paso es “saber si se está haciendo bien el trabajo en casa”. En opinión del empresario, las marcas deben hacer el ejercicio de “conocer bien a su cliente y su ADN, porque todos los demás retos vendrán en función de si eso es internacionalizable”.

 

 

 

 

Pero, ¿cuál es la casa de las marcas? Varios de los asistentes coincidieron en que no necesariamente es su país de origen. “Para mí, tu patria es donde conocen tu marca”, defendió Díaz. “El origen puede a veces ser una palanca en el crecimiento en el extranjero: nosotros fabricamos todo en Europa y es un valor añadido para la marca”, apuntó Alejandra Brizio, cofundadora de Soloio.

 

En lo que sí coincidieron los ejecutivos es en la necesidad de conocer al cliente. “Antes la clave de todo era location, location, location; hoy en día además es imprescindible el análisis de datos, conocer bien a tu cliente, el mercado, los canales de distribución, la competencia”, opinó Cored. Lara coincidió en la importancia de conocer bien al cliente antes de embarcarse en el salto internacional: “nosotros sabemos cuál es nuestro ADN, pero lo que no tenemos tan claro, y es muy importante, es cuál es exactamente nuestro consumidor, y esto es clave para dar el salto al extranjero”.

 

En este contexto, todos los participantes del encuentro coincidieron en que China y Estados Unidos son los dos mercados más importantes para el sector en el exterior, aunque también son complejos. “Estados Unidos y China son los mercados que más oportunidades dan, pero es muy complicado consolidarse”, subrayó Quique Díaz, director de comunicación de Mascaró, con presencia en ambos países mediante su cadena Pretty Ballerinas.

 

“Ambos son mercados clave porque sus consumidores son global shoppers, por lo que son drivers de crecimiento dentro y fuera de su territorio”, coincidió Javier Gala, de Uno de 50, compañía que ha apostado por operar directamente en Estados Unidos y de la mano de un socio en China. “Aquí es donde está el mayor riesgo, porque hay que dar con el socio adecuado y salir de un país siempre es peligroso y dañino para la marca”, coincidió.

 

Los dos territorios son, además, los protagonistas de la guerra comercial que, de no resolverse, podría tener un gran impacto sobre el negocio de la moda, uno de los más globalizados. “Vamos a un mundo mucho más regulado y mucho más nacional”, sentenció Vello. Con todo, los ejecutivos que participaron en el Observatorio de la Moda en España insisten en que la globalización no tiene marcha atrás. “No veo a la moda convirtiéndose en algo local, esto no tiene freno”, subrayó Del Moral. 

 

 

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