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Nextil, el primer hólding del textil en España aupado por el capital

El grupo inversor Sherpa Capital dio un nombre el pasado junio al conglomerado empresarial que está construyendo con adquisiciones. La semana pasada, Nextil engordó con otra compra, esta vez en Portugal, la primera fuera de España.

S. Riera

1 oct 2018 - 04:51

Nextil, el primer hólding del textil en España aupado por el capital

 

 

Zara redobla ahora su apuesta por el baño. La cadena estrella del gigante Inditex por primera vez presta especial atención a este accesorio apoyándose en Treiss, uno de sus interproveedores en España. La compañía de Mataró (Barcelona), una de las primeras que el fondo Sherpa Capital sumó a su hólding textil, ha internalizado una cadena de valor que le permite diseñar, producir y colocar en tienda este artículo a precios muy competitivos. Ahora, con dos tejedores en casa, Treiss puede introducir en la gran distribución este artículo de elevado componente técnico.

 

Desde que el grupo de inversión Sherpa Capital tomó el control de Treiss, la empresa casi ha duplicado su plantilla y encara ahora su traslado a unas instalaciones de mayor superficie, que espera concluir antes de finalizar el año. Con la verticalidad, Treiss elimina intermediarios y logra mejores márgenes con precios más competitivos, en un mercado donde el metro de tejido elástico ha pasado de pagarse a 4,5 euros en 2001 a menos de dos euros en 2018.

 

Interproveedor de Inditex, Desigual o El Corte Inglés, Treiss genera a la semana diez diseños de media para cada uno de sus dieciséis clientes, es decir, 160 ideas. Una vez estas obtienen el visto bueno por parte del retailer, se da un mes para presentar las muestras, una semana para decidir y cinco semanas más para llegar a tienda. En total, dos meses y medio desde concebir la idea a colocarla en el punto de venta.

 

 

 

 

 

“Estamos creando un grupo en muy poco tiempo, pero vemos que la estrategia que todos compartimos tiene sentido”, explica Alfredo Bru. En la construcción de este conglomerado, Sherpa Capital rastrea oportunidades tanto en el sourcing, que les acerca a los grandes retailers, como en la tejeduría, que les aporta conocimiento y solidez en el sector. Por otro lado, las tendencias de moda soplan a su favor y el boom del athleisure y de las prendas más técnicas elaboradas en tejido elástico están contribuyendo a apuntalar su expansión.

 

Bru reconoce también que la estrategia de adquisiciones penaliza su rentabilidad, pero la compañía espera recuperarseLa empresa disparó en 2017 un 54% sus ventas por la suma de nuevos negocios a su estructura, pero volvió a teñirse de rojo, registrando pérdidas de 3,09 millones de euros. En el primer semestre de este año, el grupo continuó en negativo, registrando números rojos de 3,5 millones de euros.

 

El grupo de inversión Sherpa Capital irrumpió en la industria española del textil en 2014. El sector llevaba entonces a sus espaldas tres décadas de reestructuración, con cierres y despidos multitudinarios, que finalizaron con la globalización del comercio textil y la crisis financiera mundial. El fondo compró entonces Dogi, uno de los últimos supervivientes de aquel textil histórico, al que rescató cuando estaba a un paso de regresar a los juzgados.


 

 

 

Pese a la frágil situación financiera del productor de tejido elástico de El Masnou (Barcelona), este ha sido el puntal sobre el que Sherpa Capital ha erigido el primer hólding textil verticalizado de España. El grupo inversor capitaneado por Eduardo Navarro y Alfredo Bru sigue así una hoja de ruta que definió cuando tomó Dogi hace cuatro años y en la que la empresa se marcó como objetivo alcanzar en 2020 la cota de 200 millones de euros.

 

Sherpa Capital dedicó los dos primeros años a recapitalizar y sanear Dogi. Y, desde 2016, el fondo ha tomado el control de seis compañías más. La primera de ellas fue el interproveedor Treiss; nueve meses después, fue el tejedor QTT, con sede en Argentona (Barcelona); en el verano de 2017, Busmartex, de diseño de modaa finales del año pasado se hizo con Ritex, fabricante también de tejido elástico; el pasado verano, Anna Llop, de estampación textil para el baño, y esta misma semana, la portuguesa Sici, de confección para el lujo.

 

Para ordenar todas estas operaciones, el accionista mayoritario creó en 2016 la sociedad hólding Dogi International Fabrics, que el pasado verano cambió de nombre a Nueva Expresión Textil con el propósito de ajustar mejor el nombre a la nueva realidad del grupo. Sherpa Capital también creó la marca Nextil para dar nombre al nuevo conglomerado y creó diferentes divisiones para aglutinar los distintos negocios.

 

El nuevo grupo ha ejecutado en los últimos meses una reordenación de la plantilla y ha puesto en marcha nuevas oficinas en Argentona (Barcelona) para unificar y optimizar funciones y procesos. De hecho, Sherpa Capital comunicó que esta reestructuración de actividades comunes conllevaría un ahorro de 4,4 millones de euros anuales.

 

Los socios mayoritarios del grupo mantienen los 200 millones de objetivo en 2020 y continuarán con la estrategia de adquisiciones para alcanzarlos. La empresa concluyó 2017 con ventas de 62,86 millones de euros. Quedan aún por andar dos tercios del camino.