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Montserrat Fenech (Pedralbes Centre): “La puesta en marcha de centros comerciales destroza al negocio autóctono”

C. Pareja

12 jun 2014 - 04:50

Monserrat Fenech es la directora del centro comercial Pedralbes Centre, ubicado en la Diagonal de Barcelona. Fenech, conocida en el sector con el sobrenombre de Ratt, se introdujo en el negocio de los centros comerciales en 1991, como coordinadora del entonces conocido como el Bulevard Rosa de la Diagonal, que replicaba el modelo que aún hoy funciona en Paseo de Gracia y al que posteriormente se le cambió el nombre por Pedralbes Centre. En los veinte años que lleva al frente del complejo comercial, Fenech ha “luchado” por actualizar el centro continuamente, apostando por nuevas iniciativas e intentando no afectar al pequeño comercio local, algo que “hay que proteger” por encima de todos los formatos comerciales.

 

Pregunta: Pedralbes Center cumple 25 años. ¿Cuál es su valoración? 

Respuesta: Positiva. Pedralbes Centre se puso en marcha a finales de los ochenta con las mejores tiendas de Barcelona reunidas en un solo espacio. Fue el primer complejo comercial de estas dimensiones de la ciudad. Hay operadores de referencia en España que continúan desde el primer día en el centro. Tous, por ejemplo, abrió su primera tienda en Barcelona en Pedralbes Centre, y a día de hoy, continúa estando. Mango también abrió su primera tienda en un centro comercial en Pedralbes Centre, y también continúa operando en el complejo. Pedralbes Centre forma parte de la historia de muchas empresas del sector en Cataluña.

 

P.: ¿Qué ha cambiado en estos últimos años?

R.: Nos hemos tenido que adaptar a las nuevas necesidades. Cuando yo entré en el centro no había ni móviles. Uno de los principales cambios ha sido redimensionar los locales: empezamos con cien tiendas y ahora contamos con 61. Hemos evolucionado como centro.

 

P.: Pedralbes Centre es uno de los pocos centros comerciales que se encuentran en el centro de una ciudad como Barcelona. ¿Es un problema que el espacio para crecer sea limitado?

R.: Es un hándicap. Tenemos claro que somos un centro comercial vertical, y eso es un problema porque siempre hay zonas frías. Pero esto se soluciona con la rotación y con nuevas iniciativas. El cliente tiende a bajar, pero, en nuestro caso, tienes que poner motores para que haya movimiento.

 

P.: ¿Cómo consigue un centro como el vuestro atraer a nuevas marcas?

R.: Nos reinventamos. Aunque nos cataloguen como centro comercial, somos comercio de proximidad. Buscamos nuevos diseñadores o tiendas multimarca con marcas interesantes, pero que encajen y que gusten a nuestro público. También apostamos por las pop-up stores para poder reciclar nuestra oferta.

 

P.: ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de instalarse en un centro comercial para una marca?

R.: Ventajas muchas. Nosotros somos un bulevar, las marcas se retroalimentan unas de las otras. Somos un centro muy bien ubicado y con un buen mantenimiento. Una de las desventajas es que los horarios para todas las tiendas están marcados por el centro, y nos resta competitividad.

 

P.: Los centros comerciales han evolucionado, y han pasado de ser centros de compras a centros de ocio. ¿Por qué?

R.: Para atraer al público. Han cambiado mucho las fórmulas. Hoy compra el consumidor local, pero también el turista, que quiere una oferta con valor añadido. El ocio es un motor para el centro comercial. Es completar la experiencia de compra. Nosotros fuimos los primeros en poner una pista de hielo en nuestro centro comercial en los noventa, y en la competencia pensaban que estábamos locos.

 

P.: El tráfico en los centros comerciales ha caído en los últimos años. ¿Cómo se ha vivido este hecho en Pedralbes Centre?

R.: Es un centro comercial que no es masivo por su propia arquitectura. Tiene 5.000 metros cuadrados y muchas veces pensamos que es un milagro que continúe abierto. Hemos pasado por dos crisis, tanto financieras como de tendencias de mercado. Hay negocio, porque los operadores siguen aquí. Para esquivar los malos tiempos hemos tenido que crear nuevas estrategias. A nuestro cliente le gusta Pedralbes Centre porque no es un centro comercial.

 

P.: Hace diez años hubo un boom de construcción de centros comerciales, y se ha tendido a la polarización en cuanto a su funcionamiento: unos funcionan muy bien, pero otros no. ¿Qué opina?

R.: Lo más importante es la ubicación y saber actualizarse cada día. De todos modos, la puesta en marcha de centros comerciales destroza el comercio autóctono. Se está perdiendo la originalidad. Nosotros luchamos a contracorriente, y queremos que el negocio local se proteja.

 

P.: En los últimos dos años también se han experimentado los primeros cierres de centros comerciales. ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Habrá más cierres?

R.: Si los gestores de las ciudades no encuentran un equilibrio irá mal. El momento más triste de un centro comercial es cuando una tienda cierra, ya que el fracaso es mutuo. Los malls están muy bien, pero se debería frenar y trabajar más las calles comerciales.